La noticia que dio cuenta de la decisión de un juez de dejar en libertad a la madre y el padrastro de Sara Sofía, menor de 5 años reportada como desaparecida, sobre quienes pesaba la medida de detención preventiva, como presuntos responsables de los hechos, nos tomó por sorpresa a todos los colombianos que hemos seguido el caso y esperábamos la debida y correcta actuación de la justicia.
Supuse que no habría motivos para que una vez más se abriera el boquete para que la defensa de Carolina Galván Cuesta y Nilson Bladimir Díaz Valenzuela, encontrara el motivo ideal para lograr su libertad y poner en jaque una vez más la poca credibilidad que existe de parte de gran parte de los colombianos en el trabajo de investigación de la Fiscalía General de la Nación y las decisiones de los jueces.
Me cuesta creer que por vacíos en la investigación y en la imputación de los cargos por el delito de desaparición forzada, se les haya dado la oportunidad a los dos señores de, al primer descuido de las autoridades, escaparse y que nos quedemos sin conocer la verdad de lo ocurrido con la niña, es decir, sin el pan y sin el queso.
El juez argumentó que hubo vacíos en la investigación y en la imputación de los cargos por el delito de desaparición forzada agravada. La Fiscalía dice en su escrito: “Adelantadas las diferentes actividades investigativas, la hipótesis que ha cogido más fuerza es que la niña falleció y el cuerpo sin vida, luego de ser envuelto en una manta azul, se introdujo en un costal de fibra color blanco, el cual es amarrado con un cordón de zapato color café y puesto a la orilla del caño del río Tunjuelito por Nilson, compañero sentimental de Carolina (…) A pesar de la búsqueda, a la fecha no se ha ubicado el cuerpo”.
Si es cierto lo que dice el juez, la falla está en el trabajo de la Fiscalía, pero el fiscal General de la Nación Francisco Barbosa, dice no se explica cómo la jueza que tomó la decisión no tuvo en cuenta las dos confesiones de Carolina Galván y Nilson Díaz, y decretó la nulidad en el proceso. El ente investigador anunció que compulsará copias ante la Comisión Nacional de Disciplina Judicial, para que se investigue a la jueza y que no apelará la decisión de nulidad y ya está trabajando para conseguir nuevas órdenes de captura.
Vale la pena preguntar, ¿cuánto tiempo tardará esta diligencia? Porque la demora puede terminar en la fuga de Galván y Díaz Valenzuela y por supuesto en el no esclarecimiento de los hechos.
En un caso tan delicado como este lo que menos le sirve al país es que quienes tienen la obligación de aplicar justicia se peleen entre sí, porque esto es dar la oportunidad para que los culpables se les escapen de la manos y la verdad quede enterrada más allá de los 30 metros de tierra.
Tenía la esperanza de que antes de que termine el año 2021 la justicia obligara a la madre y al padrastro de Sara Sofía a confesar la verdad de lo ocurrido y que las investigaciones los llevaran a juicio, pero a juzgar por lo ocurrido, me da la impresión de Carolina Galván y Nilson Díaz son más astutos que la Fiscalía y el mismo juez.
Yamile Vanegas
Directora
Fundación Acuerdos Por la Paz