Hemos tenido presidentes señalados de ser financiados por el narcotráfico, presidentes con gobiernos en los que se dio la orden de hacer pasar jóvenes inocentes por miembros de grupos guerrilleros, presidentes que respondieron a la protesta con violencia letal, con los que nunca se cuestionó si debían o no finalizar su mandato.
No obstante, desde el día que el presidente Petro se posesionó, las fuerzas tradicionales del país dejaron claro que iban a buscar el camino para asegurar que no se cumplan los cuatro años del gobierno actual, sin importar que tengan que pasar por encima de la Constitución y la legitimidad ganada en las urnas. Ante el golpe blando, propongo 50 acciones que desde la ciudadanía, el movimiento social y las fuerzas políticas progresivas podemos desarrollar para asegurar que se respete la elección popular.
Organizar foros públicos sobre la importancia de la democracia.
Lanzar campañas de información sobre los derechos constitucionales.
Realizar vigilancia y seguimiento a las reformas en el Congreso
Fomentar el activismo digital para la difusión de mensajes democráticos.
Organizar marchas y manifestaciones pacíficas en defensa de la democracia.
Formar coaliciones amplias con diversos sectores políticos y sociales.
Impulsar debates y discusiones sobre políticas públicas.
Incentivar la participación ciudadana en procesos de toma de decisiones locales.
Lanzar iniciativas de apoyo a jueces y fiscales independientes.
Apoyar la creación de programas de radio y TV centrados en la democracia.
Organizar encuentros intergeneracionales sobre la historia política del país.
Promover la participación de jóvenes en política.
Crear festivales culturales que celebren la diversidad y la democracia.
Impulsar proyectos de ley propuestos por ciudadanos.
Organizar ciclos de cine sobre temas de democracia y derechos civiles.
Publicar boletines informativos sobre la situación política.
Promover la igualdad de género en todas las esferas políticas.
Impartir seminarios sobre la constitución y el sistema legal.
Coordinar encuentros de diálogo con representantes del gobierno.
Lanzar campañas de concienciación sobre las consecuencias de un golpe de estado.
Apoyar a medios independientes financieramente.
Promover iniciativas de gobierno abierto y colaborativo.
Promover la inclusión de minorías en espacios de toma de decisiones.
Coordinar vigilancia comunitaria para prevenir la violencia política.
Impartir cursos en línea sobre historia política y democracia.
Organizar carreras y eventos deportivos que promuevan mensajes democráticos.
Establecer alianzas con organizaciones internacionales de derechos humanos.
Desarrollar estrategias de comunicación para contrarrestar la propaganda antidemocrática.
Impulsar la participación de personas con discapacidades en política.
Crear grupos de trabajo para discutir reformas legislativas importantes.
Facilitar encuentros entre artistas y políticos para promover mensajes de unidad.
Establecer programas de mentoría para nuevos líderes políticos.
Promover la justicia social como pilar de la democracia.
Apoyar la creación de documentales sobre historias de éxito democrático.
Promover iniciativas de reforma agraria justa y equitativa.
Organizar ferias de empleo que promuevan la inclusión y la equidad.
Establecer programas de asesoramiento legal gratuito para personas vulnerables.
Promover encuentros de mujeres líderes para fortalecer su rol en política.
Organizar conciertos y eventos musicales con mensajes de paz y democracia.
Crear un observatorio para monitorear y reportar casos de corrupción.
Desarrollar campañas sobre la importancia de la separación de poderes.
Establecer programas de apoyo a excombatientes en procesos de reintegración.
Promover el uso de tecnologías limpias y sostenibles en la administración pública.
Organizar conferencias sobre el impacto del narcotráfico en la política.
Crear un canal de YouTube dedicado a educar sobre civismo y democracia.
Implementar programas de protección para activistas y defensores de derechos humanos.
Impulsar programas de radio comunitaria para discutir temas políticos locales.
Desarrollar iniciativas de arte y teatro que exploren temas de justicia y equidad.
Crear una red de apoyo para familiares de víctimas de violencia política.
Desarrollar un programa de visitas a parlamentos y asambleas.