Por: Guillermo Sinisterra
Durante la pandemia, la alcaldesa de Bogotá ha sido fuertemente criticada por diferentes razones: porque se toma personales las cosas de la ciudad, porque cometió errores al reportar cifras que tenían que ver con las ayudas en mercados sumándole a estas los refrigerios escolares, porque su lenguaje es demagogo y populista, porque es autoritaria y contradice al presidente en público, porque va a renunciar a la alcaldía y se va a lanzar a la presidencia en 2022 (lo cual, a mi parecer, sería una falta de respeto con sus electores) y eso sí lo más grave de todo, violó las normas que ella misma había puesto en la cuarentena saliendo a hacer mercado (terrible! pero por suerte la fiscalía general de la nación ya tomó cartas en el asunto).
Algunos de los predecesores de Claudia se robaron billones de pesos en contratos, otros, sin necesitarlo, se inventaban títulos en su hoja de vida, asunto que podía constituir falsedad en documento público, y otros que en su afán populista volvieron la ciudad un campo de batalla, una lucha de clases convocando a los más pobres, su bastión electoral, a manifestarse en plaza pública para “defenderlo” qué vergüenza! Espero que no se nos olvide eso. Ahora, nos toca conformarnos con una mujer que tiene una maestría en administración pública en la universidad de Columbia y un doctorado, de verdad, en ciencia política en Northwestern, las dos están entre las mejores universidades de Estados Unidos.
Contrasta el nutrido número de columnas de opinión en contra de la alcaldesa, con argumentos tan fundamentados como los expresados, con las evaluaciones que la gente normal le da en las encuestas recientes, en todas es la mejor evaluada. O hay una desconexión de nuestros columnistas de opinión o la gente no tiene ni idea de lo mala que es su alcaldesa. Es interesante como sí nos gustan en el poder los hombres que hablan duro y que contradicen hasta el punto de “darle en la cara” a su interlocutor o corregir a sus subalternos a coscorrones.
Enfocándonos en la pandemia, muchas de las decisiones que tomó el gobierno nacional fueron propuestas o implementadas por la alcaldesa previamente, por ejemplo fue la primera en reducir las aglomeraciones masivas, en exigir que se tomaran las precauciones necesarias en el aeropuerto El Dorado e insistió en cerrarlo, en coordinar con otros mandatarios un simulacro de cuarentena obligatoria, también fue la primera en proponer subsidios en servicios públicos a los estratos más bajos que después el gobierno terminó implementando, construyó el hospital de Corferias, para pacientes de baja complejidad, que es una iniciativa que diferentes ciudades terminaron imitando, para dar solo algunos ejemplos. La alcaldesa es muy buena reaccionando, pero creo que puede mejorar mucho en la planeación.
Hay, sin embargo, varias cosas que no me han gustado de esta gestión y pienso expresarlas de manera constructiva. La primera es un poco técnica, la forma como se reporta la información no permite entender la efectividad de las políticas, por ejemplo se dice cuántos mercados y cuantos subsidios monetarios se han repartido en total, pero se ignora qué porcentaje del total de la población que se ha beneficiado y tampoco se conoce la frecuencia de esas ayudas. Por ejemplo, repartir 100.000 mercados suena como un monto alto y es una labor titánica, pero cuando la población que los necesita es de 1 millón de familias, estamos satisfaciendo solo el 10% de la demanda. Sería diferente si cada semana se muestra que se satisface un porcentaje significativo de dicha demanda y se entendería más que mostrar el monto en términos absolutos.
Ahora miremos un poco el tema de la planeación que creo que es en el que más se puede mejorar. Por ejemplo la logística en la entrega de las ayudas a la población fue caótica y no se llegó a varios lugares alejados, talvez porque para las bases de datos del distrito no existían, el distrito debería invertir en tener datos más actualizados de sus habitantes como una prioridad; también se falla en planeación cuando después de comenzar a negociar los protocolos para la activación de construcción y manufactura por casi dos semanas, se echó para atrás la apertura de dichos sectores, generando confusión y argumentando que se necesitaba un registro y una verificación presencial de la alcaldía. Creo que los protocolos para reactivar los diferentes sectores económicos, deberían estarse haciendo desde que comenzó el confinamiento, para que las empresas se puedan preparar y la reactivación sea mucho más fluida. La alcaldía debería trabajar más de cerca con el sector empresarial, que es parte fundamental de la reactivación económica, las empresas de todos los sectores deberían comenzar a pensar en cómo pueden trabajar con una nueva normalidad, en esta coyuntura las firmas y las personas son igualmente importantes, sobre todo cuando se ha demostrado que el gobierno no puede satisfacer las necesidades básicas de sus ciudadanos, ni logística, ni económicamente.
También considero que el esquema de los aislamientos se está agotando. Diferentes voces de la comunidad científica han dicho que, en el mejor de los casos, falta un año para lograr tener una vacuna producida a nivel industrial, la respuesta de la alcaldía no puede ser que estemos encerrados todo el tiempo. Creo que encerrarnos sí vuelve la pandemia un asunto de clases. En este momento las localidades que concentran más casos positivos son Kennedy, Bosa, Engativá y Suba[1] una de las razones para la fácil propagación del virus es que las tres primeras tienen una densidad poblacional de más de 24.000 habitantes por km cuadrado[2] que es similar a la de Manhattan, epicentro de la pandemia en Estados Unidos. A diferencia de Manhattan, tres de esas cuatro localidades tiene las necesidades básicas insatisfechas más altas de la ciudad[3]. Estos factores pueden explicar, parcialmente, por qué el coronavirus se propaga tan rápidamente y tiene resultados tan fatales en esas localidades. Creo que se debería apoyar a esos barrios con kits de autocuidado, gel antibacterial, tapabocas diarios y jabón, paradójicamente esos subsidios son necesarios en esta coyuntura aún más que un mercado o una transferencia cada mes.
La otra gran enseñanza en cuanto a planeación nos la deja Medellín, además de la disciplina de su gente, el manejo de la información de la ciudad de manera estratégica fue fundamental. Por ejemplo, mientras que por cada persona infectada, Medellín lograba identificar y aislar a 41 personas que potencialmente podrían haber adquirido el virus, en Bogotá solo se lograba identificar y aislar a 13. Una herramienta fundamental para esto es el portal Medellín me cuida donde las personas suministran información a la ciudad que permite ser cruzada con otras bases de datos, como las de las empresas o las de las tarjetas de acceso al sistema de transporte masivo para tomar decisiones focalizadas. También se mandan alertas vía mensaje de texto sobre la presencia de casos positivos por Covid-19 en cada vecindario recordando sobre la importancia de lavarse las manos y minimizar el contacto social. Ya es demasiado tarde para que Bogotá implemente algunas de esas estrategias pero no para otras.
Aunque la alcaldesa nos quiera cuidar, no puede, es imposible. Creo que deberíamos estar enfocados en elementos de protección y en apertura gradual y responsable de más sectores económicos, si la vacuna contra esta enfermedad llegara en un año, eso quiere decir que una buena parte de la población de Bogotá va a haber estado expuesta al virus, debemos priorizar las buenas prácticas en ambientes laborales y sitios públicos al igual que la mejora en la capacidad de atención del sistema de salud, teniendo especial cuidado con los adultos mayores y con las personas que tienen comorbilidades, sugiriendo al resto de población minimizar la distancia social y dotándolas con elementos de autocuidado.
Más columnas del autor
[1] http://saludata.saludcapital.gov.co/osb/index.php/datos-de-salud/enfermedades-trasmisibles/covid19/
[2] https://es.wikipedia.org/wiki/Anexo:Localidades_de_Bogot%C3%A1
[3] http://www.sdp.gov.co/sites/default/files/indice_distribucion_recursos_fdl_17-20.pdf