Es difícil explicar sintéticamente, con conceptos sencillos, algo tan complejo y permanentemente cambiante como la crisis estructural que vivimos. Y es necesario hacerlo porque por simple observación se nota que para la mayoría de las personas, de cualquier estrato socioeconómico y tendencia política, o incluso sin ella, no se comprenden las causas de los problemas que se sufren a diario, o peor, que sufren otros colombianos a diario. Los ingenieros hacemos modelos de la realidad física para poder analizarla y aproximarnos a comprenderla; modelamos edificios, ríos, túneles, aviones, redes de energía y hasta la producción industrial, donde hay reglas naturales que facilitan este trabajo de esquematización y síntesis; incluso modelamos el comportamiento de la demanda que se aproxima más a una realidad variable que tiene reglas permanentemente cambiantes, como el sistema de vida que tenemos. Aquí se encuentra un modelo sobre esa realidad que estamos sufriendo como resultado de una crisis que no es coyuntural, que trata de sintetizar la problemática compleja para tener la posibilidad de visualizar explicaciones que de otra manera no estarían a la vista.
Para analizar este modelo hay que tener en cuenta varias cosas:
- Es un modelo, y como tal es una aproximación a la realidad. Cada rectángulo representa un problema severo de nuestro sistema social y económico. Cada flecha tiene una explicación de relación causa-efecto. Por motivos de espacio solo se enuncian, pero cada elemento tiene una explicación y en la mayoría, soporte de hechos y datos.
- Específicamente es un modelo de falla, tratando de explicar por qué tenemos malos resultados, y por tanto registra los problemas a través de su encadenamiento de causas y consecuencias. No contiene los asuntos buenos, que quizás nos han dado el balance suficiente para haber aplazado las manifestaciones de explosión que tarde o temprano sobrevendrían.
- Como es un sistema dinámico, representa un momento en la vida de la nación pero tiene caducidad porque los elementos van evolucionando. De la misma forma como ahora no se puede contar con las estrategias del pasado para mantener el equilibrio, y menos bajo unas condiciones que han cambiado drásticamente. Un ejemplo fuerte de esos cambios es la mayor cantidad y velocidad de información (incluyendo falsedades) que ahora disponen los habitantes, en especial los más jóvenes.
- Se basa en generalizaciones que obedecen a la mayoría de las observaciones en cualquier conjunto que se esté tratando. Eso quiere decir que no todos los individuos o aspectos tienen la característica tratada. Colombia es un país de mayorías pobres, lo cual implica que hay minorías ricas. Aunque tenemos corrupción generalizada, no todas las personas son corruptas, por supuesto que no.
- Por estar enfocado en los problemas, puede lucir con sesgo de ideología para quien está inmerso en polarización política. Los problemas son manifestaciones de lo que tiene resultados malos, y más, cuando se sabe que hay países en donde el “sistema” funciona mucho mejor y produce más bienestar para todos. El análisis de problemas comparado es más fácil porque se tienen otros modelos a los cuales referirse para ver si es que no hay otras mejores formas de convivir.
- La mayoría de los términos usados han sido explicados en los últimos 7 artículos de esta misma columna (Punto de inflexión) y este modelo es el resultado de esa exploración continuada para encontrar la forma de entender la crisis y poderla compartir. Es posible que no podamos ponernos de acuerdo pero al menos deberíamos entender por qué no lo estamos. Para lograrlo es necesario que tengamos herramientas de análisis de problemas que incluyan toda la complejidad pero también que sean sintéticas como este modelo para que esté al alcance de la mayoría de la población.
- En el modelo se usan líneas rectas ascendentes que implican que un problema participa como causa de otro que está más arriba, más en la superficie, que es lo que más sentimos, vemos y es noticia. A medida que se baja igualmente se va escarbando en las raíces de la situación, en lo profundo que no vemos, que no es noticia normalmente, o de lo que ya ni se habla porque se da por hecho. Las líneas curvas siempre van hacia abajo y significan que hay una relación más compleja, en que la consecuencia es a la vez causa: los problemas del sistema se retroalimentan y se potencian de sus mismos problemas. Esto es lo más grave.
Amable lector, por favor analice en el modelo, de arriba hacia abajo, desde la superficie hasta las raíces profundas, los 26 problemas enunciados y sus relaciones de causa-efecto complejas entre ellos. Si encuentra que faltan problemas, o si no está de acuerdo con algunos de ellos o algunas relaciones, y quiere participar en una construcción colectiva de una alternativa para explicar la crisis estructural que vivimos, por favor escríbame. Lo han hecho varias personas que han aportado al modelo elementos claves y a las cuales les estoy muy agradecido. Algunos de ellos me han preguntado por las soluciones. Lo he hecho en aquellos asuntos que dependen del comportamiento de las personas como la importancia de votar bien, o la de no interactuar con gente contaminada de corrupción y narcotráfico, etc. Es importante que comprendamos los complejos mecanismos de falla incluidos en el modelo para poder formular soluciones posibles y entender incluso, cómo las acciones a nivel personal son muy importantes siempre y cuando haya influencia en el círculo familiar y de amigos.
Pondré un ejemplo de algo que se ha reclamado en forma airada: la reforma a la Policía. El problema de los excesos de fuerza en la represión aplicada, con resultados irreparables conocidos y documentados incluso por organismos internacionales, tiene una causa que no tiene que ver con reformar a la Policía. Y es la ausencia de pesos y contrapesos en el esquema político y de control de Estado. Mientras esto no se arregle no importará que haya una reforma que fácilmente caerá en asuntos cosméticos. Es necesario que los organismos de control realmente controlen el debido uso de la fuerza y haya consecuencias de su control efectivo, para que los policías guarden el equilibrio necesario mientras imponen el orden en medio de una acción vandálica, que de por sí ya es una tarea difícil y arriesgada, de la cual deberíamos sentirnos agradecidos y no indignados. Es fácil que la gente caiga en conclusiones apresuradas por cuenta de su ideología, vendidas por quienes los manipulan, sin detenerse en la lógica detrás del funcionamiento correcto de un Estado. En cualquier ejemplo que se use, siempre hay más complejidad para analizar.
La esperanza de un mejor país está en que logremos usar nuestra inteligencia personal y volverla inteligencia colectiva (reto superior), antes que la fuerza bruta y la violencia. Tenemos una larga historia basada en violencia y corrupción, en todas sus formas posibles, que nos ha llevado a estos pésimos resultados. No hay necesidad de tener la inteligencia superior de Einstein para intuir que si seguimos haciendo lo mismo, en un sistema que se retroalimenta de sus problemas, no podemos sino esperar resultados cada vez peores amenazando la estabilidad y la prosperidad de todos.