Por: Samuel Azout
A lo que avanzamos en la dura batalla contra Covid19 hemos conocido más sobre su ferocidad. El coronavirus produce dolor y muerte. Además, produce estragos económicos devastadores producto de las severas medidas de aislamiento fijadas para prevenir picos altos de contagios. El resultado: paro económico, deterioro de las condiciones de vida e insoportable aumento de la pobreza. Se estima que Covid19 puede llevar a 500 millones de personas a la pobreza.1 ¿Cómo podemos atender esta desgracia y evitar tan enorme retroceso social?
El reto histórico requiere de nuevos comportamientos. Lo que el mundo necesita ahora es imaginación moral. Debemos reconocer nuestra interdependencia como seres humanos y re imaginarnos modelos de protección y promoción social para que nadie se quede atrás.
Podemos inventarnos sistemas de salud, educación, saneamiento y energía que garanticen servicios sostenibles y equitativos para todos. Este concepto de imaginación moral se lo escuché por primera vez a la extraordinaria líder Jacqueline Novogratz, Fundadora y CEO de Acumen, la comunidad de emprendedores que está cambiando la manera de atacar la pobreza.
Según Novogratz, imaginación moral es ponerse en los zapatos del otro y mirar al mundo desde su perspectiva. Es más que empatía, es la habilidad de elevar nuestras instituciones y soñar con un mundo en el cual todas las personas importan. Es sembrar esperanza en un mundo lleno de cinismo. Es reconocer el valor de toda persona sin importar lo que gana. Es reemplazar egoísmos y división por humildad y comprensión. Imaginación moral es pasar de individualismo a colaboración, es trabajar juntos de manera organizada y compartir recursos y conocimientos; es construir sistemas eficientes para el futuro.2
Por fortuna, en Colombia a raíz de la pandemia en las últimas semanas floreció Colombia Cuida a Colombia (CCC)3 una iniciativa que agrupa a más de 120 organizaciones privadas y de la sociedad civil para conectar y articular a personas, fundaciones, empresas y gobiernos, para mitigar el impacto negativo del COVID19 en las poblaciones más pobres del país. Con el apoyo del Banco de Alimentos y de una gran cantidad de voluntarios, en tres semanas Colombia Cuida a Colombia entregó más de 7 millones de kilos de alimentos a 970 mil personas en el país. CCC ahora trabaja también en salud, educación y emprendimiento para impactar a más familias. Esta organización no tiene gastos centrales, sus integrantes son voluntarios conscientes que no tienen interés diferente que servirles a sus compatriotas más vulnerables.
La crisis económica y social frente a nosotros nos obliga a focalizarnos en el bienestar del otro, a tener audacia y generosidad, a innovar desde las raíces, a invertir en la gente, y a dedicarnos a atacar los problemas, no a las personas. La situación nos obliga a traspasar nuestras diferencias, a demostrar nuestro humanismo, a entender que si queremos ir lejos tenemos que viajar juntos. Es lo que hace Colombia Cuida a Colombia.
Los determinantes sociales están en riesgo. Es el momento de reconocer nuestros prejuicios, confiar en la capacidad del otro, creer en lo posible y entender que la pobreza es derrotable. Es la oportunidad para aliarnos, para construir confianza, para descubrir nuevas posibilidades, y para generar oportunidades reales para la gente. No podemos dejarles toda la responsabilidad a los gobiernos, llegó el momento de unirnos con humanismo y creatividad.
Es hora de aplicar el mejor antídoto para el Covid19: la imaginación moral.
1 https://periodistas-es.com/oxfam-covid-19-puede-llevar-a-la-pobreza-a-quinientos-millones-de-personas-142002
2https://www.facebook.com/newshour/videos/10154874149628675/UzpfSTI4NTg2MjA3MjQ3OjEwMTU0ODI3MzA3NzEyMjQ4/