A primera vista, es fácil ver a Covid19 como una gran tragedia. No es para menos, estamos viviendo muchas crisis simultáneamente: salud, económica, social, educativa, mental y hasta institucional. El dolor es muy grande: 23 millones de contagiados, más de 800 mil fallecidos (incluyendo miles de trabajadores de la salud), aumento sin precedentes del desempleo, el hambre y la pobreza, cientos de miles de empresas en bancarrota, cuarentenas físicas interminables, y una incertidumbre que nos tiene confundidos a todos.
Pero la moneda tiene otra cara. Covid19 está abriendo las posibilidades de un mundo mucho mejor. En primer lugar, están apareciendo oportunidades de negocios y trabajo nunca antes imaginables. Por ejemplo, la herramienta Teams de Microsoft ha pasado de 20 millones de usuarios diarios en 2019 a más de 75 millones actualmente. Apple, otra empresa increíble ya tiene valor bursátil de más de USD 1.5 trillones. La empresa Tesla, que produce autos que funcionan con batería, vale más que las tres gigantas, Volkswagen, Toyota y Honda juntos. Sin ir muy lejos, Mercado Libre, la empresa argentina de comercio electrónico aumentó sus ventas 76% en el último trimestre. En los próximos años el mundo crecerá a ritmos sin precedentes gracias a líderes visionarios y empresas modernas empoderadas por tecnologías antes inimaginables.
Covid19 está obligándonos a reinventar la educación. La conectividad y la alfabetización digital ya no son un lujo, son absolutamente necesarias y fundamentales para todo. Los cerebros se adaptarán a un nivel diferente de interfaces con las herramientas digitales. El énfasis de la educación ya no será la transferencia de conocimientos, sino el desarrollo de habilidades como creatividad, resolución de problemas complejos, sensibilidad estética, pensamiento crítico, toma de decisiones, empatía, auto cuidado, y otras habilidades socio emocionales y cognitivas. Simplemente, una nueva educación para un nuevo mundo.
También está llegando la revolución de la salud. La forma como hoy en día se atiende a la población es insostenible. La salud no dependerá exclusivamente de visitas en persona. En los Estados Unidos ya existen empresas de salud basadas en telemedicina donde el 95% de las consultas, son virtuales. Algunas de estas empresas están transitando a un sistema de tarifas mensuales fijas de manera que no incentiven a los médicos a generar más citas y formular más drogas, sino a labor preventiva. Los gobiernos y los prestadores de servicios de salud tendrán que hacerle una reingeniería total al sistema. Nada raro que un especialista en Ibagué con la ayuda de robots le practique una cirugía a un paciente en Copenhague.
Igualmente, se aproxima una revolución medio ambiental. Covid19 ha creado las condiciones para que la tecnología ayude a sustituir los productos derivados de la minería. La incorporación de nuevas tecnologías de reciclaje, el abaratamiento de los dispositivos con conectividad y la información para todos en tiempo real van a ayudar a que escuchemos a la naturaleza que llora por su sostenibilidad. Las economías en desarrollo trabajarán para diversificar sus ingresos hacia turismo, servicios especializados y fortalecimiento del campo. Seguramente no se detendrán de inmediato los problemas de deforestación e incendios, pero la población urbana está empezando a tener una conexión diferente con la rural.
No menos importante, Covid19 nos ha dado la posibilidad de revisar nuestros valores. Por ejemplo, el virus nos iguala en muchos sentidos; no distingue raza, ni ideología, ni religión, ni dinero. Covid19 nos puede contagiar por igual a todos y nos obliga a ser solidarios para cuidar al vecino. El virus nos ha enseñado el valor de nuestra familia y entorno inmediato. Nos dimos cuenta la cantidad de tiempo perdido desplazándonos de un lugar al otro. Ahora también valoramos más los abrazos y los besos. Hemos entendido lo vulnerables que somos, y lo poco que sirven las excentricidades materiales cuando lo que está en riesgo es la vida.
Frente a Covid19 hay que tener cuidado. Si lloramos demasiado porque se fue el sol corremos el riesgo de quedarnos sin ver las estrellas.