Deberes, derechos, reconocimientos, uso del lenguaje y otras cosillas

Tuve la oportunidad, por antigüedad, de participar en el lanzamiento del proyecto interinstitucional que lideran IDARTES e IDIPRON, El Castillo de las Artes, que se llamaría en primera instancia “El Castillo de las Putas Artes”…también tuve la oportunidad de hacer parte del panel por aquello de mi antigüedad en el sector y el trabajo realizado, 34 años, llegué el 9 de diciembre de 1986.

34 años en la Localidad de Los Mártires, viviendo entre el Barrio La Favorita y el Barrio Santa Fe pero prostituyéndome en las calles del Barrio Santa Fe, lo que me dio los recursos necesarios para llegar a donde he llegado. Liderando procesos como la creación de la única zona de alto impacto con usos referidos a la prostitución que por aquello de los usos del lenguaje se llamaría primero: “Zona para el Entretenimiento de Adultos” y adultos adúlteros ávidos de diversiones y emociones con mujeres con pene, con vulva y vagina, con otros hombres o con todas las anteriores, me dan cierta autoridad y reconocimiento para que algunas me llamen hasta “madre”.

Funcionará 24 horas como los servicios sexuales vendidos por Nosotras las Putas, llamadas eufemísticamente trabajadoras sexuales pero sin reconocimiento de nuestros derechos laborales y por el CONPES 11 capitalino, personas en actividades sexuales pagas como si las putas solo recibiéramos dinero por la venta de actividades sexuales o como si en la mayoría de los casos, hasta para que el marido nos cambie la nevera, no mediara el sexo que en realidad sería la promesa de una buena revolcada…

En fin…hubo muchos discursos pero me llamó la atención que alguna organización social abrogándose la representación de algunas poblaciones que prestan sus servicios sexuales en la zona, se expresaran con discursos de odio, violentando los derechos de otras personas y hasta de instituciones, hablando de cosas que ni siquiera han vivido, de relatos antiguos de vivencias que sí tuvimos las antiguas y de situaciones que nos hicieron tan fuertes como lo somos ahora y nos hicieran los seres resilientes que hoy somos.

¿Cómo podemos pretender que se respeten nuestros derechos si nos damos el permiso de pasar por encima de los derechos de las otras personas? ¿Cumplimos con nuestras corresponsabilidades y deberes? En los discursos de algunas organizaciones, líderes, lideresas y otras personas no encuentro mucho de lo que nos acercaría a otras personas. Tal y como pasó cuando se instrumentalizó la muerte causada por “dos patrulleros” de la Policía Metropolitana de Bogotá para generar una ola de violencia en Bogotá destruyendo el patrimonio de personas que ni siquiera tenían conciencia y conocimiento de lo sucedido.

Lamento que muchas y muchos no entiendan que los conceptos de sociedad y ciudadanía también contienen los conceptos de corresponsabilidad y deberes. Lamento que muchas y muchos no entiendan aquello que nos enseñaron las abuelas y los abuelos sobre el inicio de los derechos y lamento profundamente que aquellos que se dicen ahora líderes y lideresas solo estén en perspectiva de la siembra de odios y la cosecha de violencias.

Que el Castillo de las Artes y de las Putas Artes para mí, sirva para deconstruir esos discursos de odio y sea un espacio para la siembra, cosecha y recolección de procesos que embellezcan las vidas que transitan y los espacios por donde se transita.

@Dianatrans