La democracia nos ha demostrado que aunque sus virtudes pueden ser muy numerosas, variadas, necesarias y útiles, en Colombia siempre podrán ser suplantadas por gobernantes a los que el pueblo los ha considerado más importantes que el todo, merecedores de utilizar la democracia como a bien tengan, que generalmente les sirve es para usarla como a mal tengan.
Y mientras todos le huimos al Covid, escondidos o protegidos, con distanciamiento social y con el aseo permanente del lavado de manos, a los que dirigen o utilizan la democracia (presidente, gobernadores, alcaldes, congresistas, diputados, concejales y etcéteras) se les busca y se les rinde en la pleitesía para que muchas veces terminen haciendo más mal que el mismo covid; es decir, que es ante estos utilitarios de la democracia ante quienes se deben esconder, conservar el distanciamiento social y estar muy pendientes que ellos se hayan lavado debidamente las manos.
Comparando la democracia en Colombia frente al covid, es menos dañino el covid, pues éste solo ataca a quienes tengan morbilidades individuales, mientras que los que utilizan la democracia para sus intereses personales y particulares, (los ya reseñados), son capaces de arrasar y acabar con comunidades en serie, convencidos que pueden dirigir una comunidad hacia la realización de protervos propósitos y sin recato por los resultados desfavorables para la sociedad o para un conjunto de ella.
Nos cuentan los medios nacionales que ya se cocinan las próximas candidaturas presidenciales y los que quieren elegirse y reelegirse en el Congreso de la república.
Con respecto a la próxima elección presidencial, nos hemos dado cuenta que a los políticos ya poco les interesa el actual presidente Duque, pues están ocupados buscando a quien van a explotar, extorsionar, manejar, amangualar, ordenar peculados y prevaricatos, dirigir, patrocinar y en ese orden encontrarán al que les resulte aceptando todos esos tipos penales con tal de llegar a ser presidente, aunque en Colombia es más importante ser expresidente que presidente.
Y el repaso a todas esas conductas penales favorables a los candidatos presidenciales es mucho más perjudicial que el covid, pero a los electores les parece mucho más productivo matricularse en esos grupos que hoy dirigen al país y que los colombianos paciente e inocentemente toleran y permiten.
Más dañino y perjudicial que el mismo covid, a quien han bautizado como plaga o pandemia, repito, más dañino y perjudicial han sido los últimos gobiernos, incluidos los territoriales, quienes por vivir ocupados atendiendo esa cantidad de negocios y componendas acordados con sus patrocinadores, han dejado sin empleo, sin trabajo, sin financiación, sin educación, sin salud, sin recursos, a muchos de sus gobernados.
Y todos en este país creyendo que una vez llegue la vacuna contra el covid, esta terminará con todos los problemas que hoy tiene el país, sus departamentos y municipios. Nada más falso.
La vacuna debe ser contra esa cantidad de ladrones que utilizando la política, que es la máxima expresión de la sociedad y de la manifestación de la resolución de sus problemas sociales, se han ufanado de la burla nacional, departamental o municipal con la que operan desde sus despachos.
Se prefiere un covid manejado por médicos, seres humanos con humanidad, con responsabilidad, con profesionalismo, que preferir bandidos vestidos de políticos que más fácilmente acobardan a la gente a quien someten por el hambre, por el dinero, por las necesidades, por la familia. La vergüenza vestida de mandatarios.
Estas palabras de hoy, se escriben a la víspera del año nuevo, en el que tenemos que salir a impedir esas miserables campañas que engañan al elector confundiendo sus necesidades con sus soluciones.
Seguramente que el covid servirá de batalla de campaña electoral y se entregará primero a las comunidades que más votos pusieron por sus candidatos pasados, no importa que tan viejo o enfermo o necesitado esté de la vacuna.
Por eso, cuando ya estemos en las puertas de las próximas elecciones de presidente, congresionales y territoriales, las autoridades permitirán salir sin restricciones y sin tapabocas para que la gente diga a viva voz por quien se tendrá que votar, mientras los demás con calma y utilizando el poder que nos da la democracia nos rebelaremos frente a tanto corrupto, bandido, mercachifle y engañador que por la época aspira a llevarse el mejor botín, cuando lo más deseable fuera que aquellos que se inscriban hagan historia como personas sanas, buenas y honestas y muy lejos de los negociados y los corruptos.
Por eso el covid siempre será menos dañino, porque la vacuna la ponen los científicos quienes se encargan de terminar con la pandemia y las muertes; mientras que en nombre de la democracia en Colombia los politiqueros matan durante años a millones de personas de desilusión, de hambre, de necesidad, de desamparo y de vulgar politiquería, la que se observa cada vez que firman los contratos con los que cancelan la corrupción a sus patrocinadores en agradecimiento por haberles elegido. No me pidan ejemplos.