Desencantos a la colombiana

Aquí en este país que la temperatura del positivismo sube al máximo por algunas cosas que a veces no son propiamente razones de peso y que baja al fondo del infierno de los pesimismos al mismo tiempo por algunas cosas y no propiamente por razones de peso, nos permite hacer consideraciones de esa naturaleza en épocas como las que vivimos, para que eso sí, ustedes analicen el comportamiento del ciudadano colombiano, de allá para acá o de acá para Tarapacá.

Ejemplos?, todos. Veamos.

i).- La selección colombiana de fútbol de mayores, que es capaz de ilusionar a todo el pueblo colombiano, cuando obtiene triunfos y empates muy sufridos todos, para al partido siguiente desilusionarnos y aterrizarnos y ponernos a pensar en el mundial de 2026 y no el de 2022.

ii).- La felicidad completa y hasta ganas de bailar porque llegó un domicilio de vacunas a Colombia, como dicen las señoras “con foto y todo”, para desilusionarnos inmediatamente porque es mucho mayor el número de poses, fotos, escándalo y bulla que el número de vacunas.

iii).- El escándalo tan mayúsculo que armaron porque no han llegado todas las vacunas que tienen que aplicarse todos los colombianos y el mismo escándalo que armaron porque ya mucha gente no quiere vacunarse.

iv).- El escándalo de alegría que armó el presidente de la República para ganarse todos los aplausos de sus conciudadanos manifestando que no habrá más reformas tributarias y la desilusión tan impresionante que recibimos todos cuando el ministro Carrasquiña anuncia que en nombre del gobierno la va a presentar. Entretanto las exenciones para los grandes ricos se mantienen para que no paguen nada mientras a los pobres que nada tienen, les viene la reforma para que paguen todo. Eso se llama gobernar ”para los que nada tienen que pagar”.

v).- La alegría tan infinita suponemos del presidente Duque cuando el director ejecutivo de la Federación colombiana de municipios propone que se le alargue el período presidencial por dos años más. Y la tristeza tan infinita cuando todo el mundo se le vino encima por querer ponerlo en el sillón presidencial por 24 meses más, aún violando la Constitución. No sabemos si el señor presidente, en nombre del sacrificio diga que sí, que si lo querí.

vi).- La tristeza tan grande de todo el pueblo colombiano que tuvo que soportar la mentira de “los falsos positivos” que resultaron ciertos y además soportar la otra mentira de escuchar que no eran más de 2.000 positivos cuando en realidad fueron más de seis mil. Esa sola mentira numérica es “otro falso positivo”. Y la alegría tan grande cuando encuentran medios, muy poquitos por cierto que les ayudan a demostrar que los “falsos positivos” es lo más cierto y positivo que le ha ocurrido al país.

vii).- Las ilusionadas tan tremendas de todos los amantes del fútbol porque James Rodríguez vuelve a jugar permanentemente y la desilusión tan tremenda cuando se lesiona y cuando dos o tres periodistas lo envidian porque gana mucha más plata que ellos, que se creían dioses y porque James si sabe jugar fútbol y los periodistas no saben jugarlo.

viii).- La felicidad tan grande de muchos colombianos porque la científica Diana Trujillo, trabajó en la misión que llevó la nave “Perseverance” a Marte y la rabia tan grande de algunos o muchos envidiosos cuando se dieron cuenta que ella era nacida en Colombia.

ix).- Las emociones tan altas porque se está conformando un grupo político, de centro, diferente a Centro Democrático y diferente a los derechistas que dicen ser del centro, y las desilusiones tan grandes de Roy Barreras y de Benedetti porque no los están invitando a ese grupo. Siquiera.

x).- Las emociones tan grandes que deben sentir quienes están conformando ese grupo de centro, llamada “coalición de la esperanza” conformada por Humberto de la Calle, Juan Fernando Cristo, Ángela María Robledo, Juan Manuel Galán, Sergio Fajardo, Jorge Enrique Robledo y otros verdes y la desilusión que deben tener algunos porque su proyecto está caminando, al parecer con camino seguro.

xi).- La emoción tan grande porque se gestionaban 53 revocatorias de mandato contra alcaldes en Colombia y la desilusión tan grande cuando la Registraduría y el ministerio de Salud pusieron freno de mano a esas intenciones. Y será lo mismo pero al revés, cuando sean autorizadas nuevamente.

Finalmente, este país es de ilusiones y desilusiones inmediatas, seguidas, sin descanso, continuamente, pasando de la ilusión a la desilusión y pasando de un lugar a otro pues aquí se les permite cambiar de opinión cada segundo, porque los colombianos nunca se definen, porque a los colombianos les parece que lo que otros están haciendo o sintiendo o viviendo no es mejor que los observadores o comentaristas están haciendo o sintiendo o viviendo. ¿Quién dice que no?.

Aporte de los lectores: “Pregunta típica colombiana: Doctor, ¿después de ponerme la vacuna, me puedo tomar un trago?”.

@JotaDominguezG