Con la caída del artículo en la Ley de Presupuesto General que modificó la Ley de Garantías, se esperaría que alguien tome la iniciativa y demande a los congresistas que con pleno conocimiento de que esto no se podía hacer, dieron su voto a favor de este proyecto.
No puede ser que una vez más la falta de escrúpulos de la mayoría de senadores y representantes se quede sin castigo alguno y sin una lección de parte de algún ciudadano, de los que tanto dicen estar aburridos de las formas sucias de ejercer la política en Colombia.
Es claro que alguna motivación tuvieron los congresistas para votar de manera positiva una modificación a una ley estatutaria a través de una ley ordinaria. Todos los senadores y representantes que dijeron Si, lo hicieron conociendo muy bien a lo que se exponían y, además corriendo el riesgo de una investigación en la Corte Suprema de Justicia por prevaricato en un momento en que no estarán ni el presidente de la república ni sus ministros para salvarlos.
Aun así salieron a hacer campaña política para hacerse reelegir o en favor de sus herederos, prometiendo transparencia y lucha contra la politiquería y el clientelismo, demostrando que la hipocresía no tiene límites.
Por supuesto, aquí también tiene culpa el Gobierno Nacional, pero no voy a posar de ingenuo pidiéndole a la Comisión de Investigación de la Cámara de Representantes que investigue al mayor responsable, es decir, al presidente Iván Duque, quien por supuesto no se ha tomado la molestia de dar las explicaciones del caso.
Todos sabemos que nada va a pasar en esa célula legislativa que no sirve para nada, pero sin embargo, si se le puede pedir a la Corte Suprema de Justicia que investigue a sus ministros, en este caso al del Interior, Diego Palacios y al de Hacienda José Manuel Restrepo, quienes estuvieron al frente del debate en el legislativo y promovieron la aprobación de ese proyecto de ley que incluía el articulito.
Que no vengan entonces ni el presidente de la república ni sus ministros a posar de inocentes, cuando sabían muy bien lo que se estaba discutiendo en el Congreso de la República y las consecuencias que eso tendría.
La Corte Constitucional dio carácter retroactivo a la decisión, lo que ha dejado en problemas a los gobernantes y alcaldes que firmaron convenios interadministrativos amparados en esta polémica figura, ideada y defendida por el primer mandatario, quienes tendrán que llamar a alguien que pueda defenderlos, porque Duque hará lo de Pilatos: lavarse las manos.
Cambiando de tema: Durante el paro armado decretado por el Clan del Golfo, Duque demostró una vez más que como presidente es muy valiente para hablar desde el Palacio y bastante cobarde para ir a los territorios en los momentos en que la población está en peligro y hacerle frente a los violentos.