Duque ¡Caliente que va a entrar!

Juan Luis Castro

De cara al ‘segundo tiempo’ de su paso por la Casa de Nariño al Presidente le figuró asumir la titularidad de su mandato y del partido. Esperemos que Duque logre ser el revulsivo que necesita el país y aporte soluciones al adverso panorama que nos dejó la primera mitad.

Lamentablemente los primeros dos años de Duque han estado llenos de altibajos, si entramos en detalle han sido más bajos que altos, que dejan mucho en lo que trabajar.

Durante el primer año, de mucho entrenamiento y aprendizaje, fue evidente que los esfuerzos se concentraron en oponerse a la JEP y al proceso de paz, posición que como sociedad nos ha pasado factura. No es un secreto que para la economía en general, e incluso para la renombrada economía naranja, el Gobierno Nacional aún está en mora de sacar del papel todos los planes para su crecimiento.

A lo largo del segundo año, no hubo mayor cambio y lamentablemente al final nos tocó una pandemia que fue subestimada. Hoy es muy claro el desperdicio de meses determinantes con los que se hubieran salvado miles de vidas.

Hay que decir también que el impacto de la pandemia puso en segundo plano varios temas en los que Duque ya venía rezagado. El 21 de noviembre de 2019 es la mejor referencia para recordar que la ciudadanía volcada a las calles exigía el respeto por la vida y los demás derechos que el Estado debe garantizar, discusiones que al sol de hoy siguen vigentes y sin atención del gobierno.

Pese a que Duque lo ha dicho muchas veces y de manera pública, no es clara la intención del gobierno de articularse con el legislativo ni con otros sectores de la sociedad colombiana para sacar adelante iniciativas que beneficien al grueso de la población, y por el contrario sus actuaciones han demostrado desconexión con la institucionalidad y con la ciudadanía, que es en ultimas la que paga los platos rotos.

Con la medida de aseguramiento que ha caído sobre su mentor político al presidente se le han trastocado las prioridades y nuevamente ha dejado en evidencia su desconexión con la realidad en la que vive la mayoría de la población y con el funcionamiento institucional del país.

Parece que Duque olvida que es un empleado de todos los colombianos y no exclusivamente de aquellos con los que comparte sus ideales.

Por ello ahora que ha tenido la primera mitad para analizar el panorama y con su maestro en una posición desfavorable, al Presidente le figuró tomar las riendas de este equipo llamado Colombia y actuar en función de la calidad de vida de absolutamente todos.

Presidente Duque aproveche todo el ‘segundo tiempo’ para juntarse con los demás sectores políticos y económicos del país para encontrar soluciones a estos problemas. La pandemia, el desempleo y el hambre no pueden convertirse en bandera políticas, actúe bajo esta premisa. Así que está en sus manos si entra a ponerse la 10 o no.

@JuanLuisCasCo