Duque, ¿un presidente sin garantías de seguridad?

La opinión de Óscar Sevillano


Oscar-sevillano
Óscar Sevillano

La única impresión que se dejó, luego de que se cancelara la reunión con la Minga Indígena en el departamento del Cauca, es que el Estado colombiano es incapaz de proteger la vida del primer mandatario en nuestro país.

No sé si el Fiscal General de la Nación y el mismo presidente Duque lo pensaron. Por lo que veo ni siquiera lo estimaron, porque de ser así, no hubiesen actuado de esa manera tan poco racional.

Colombia es un país que ha realizado una inversión altísima en inteligencia militar y de policía, con tecnología de punta, mayor dotación de armas y un mejor entrenamiento de personal capacitado para este tipo de misiones. Si todo esto no sirve para proteger la vida del primer mandatario, no podemos esperar entonces que se cuide y se proteja también la vida de colombianos del común que dedican su tiempo al trabajo social en sus municipios y veredas.

No puede ser que Iván Duque sea un presidente indefenso como lo hizo ver el Fiscal General de la Nación, quien además remató dejando la impresión de que el personal especializado de las fuerzas militares y de la policía es incapaz de garantizar su seguridad en una reunión con una comunidad indígena.

Si la cosa es así y en Colombia ni siquiera el presidente de la república tiene garantizada su seguridad en una cita con indígenas, la única conclusión que se puede sacar de esto, es que nuestro país es un Estado fallido.

Ahora, si no es así, el primer mandatario tendrá que demostrarlo reuniéndose con la Minga Indígena en el Cauca, honrando su palabra, asistiendo a su territorio dejando claro que para el jefe de Estado no hay lugares que le son prohibidos y mucho menos donde las fuerzas militares y de policía no puedan garantizar su seguridad.

Se supone que estamos en una especie de segunda versión de la Seguridad Democrática- Pues bueno, ya es hora de que se lo demuestre, porque hasta el momento la impresión que se tiene, es que estamos en mano de un Gobierno débil, que no tiene control del orden público. Y peor aún, que el presidente en adelante deberá correr asustado de donde quiera que esté, cada vez que a la Fiscalía llegue información que indique de supuestos planes que para atentar contra el primer mandatario.

Si de verdad se tiene la certeza de esto, lo lógico es que se activen los protocolos de seguridad y se realicen las respectivas detenciones. Colombia tiene personal capacitado y la tecnología indicada para realizar este trabajo. Sin embargo, extrañamente hasta el momento no existe captura alguna que indiquen o prueben que las tales sospechas provenían de información seria.

Buscar

Anuncios