En estos días conocí el caso aberrante de una universidad que no cumplió con el requisito de enseñar inglés a sus estudiantes y ahora que ya están para graduarse no podrían hacerlo porque no tienen el nivel suficiente del idioma, y la solución de la institución es que cada estudiante se consiga un certificado que diga que sabe inglés y así les entregará el grado.
Ninguno de los estudiantes a graduar sabe inglés, pero eso no les importa, si quieren graduarse pueden traer un certificado “chimbo” y así los graduarán. La universidad tenía que haber tenido entre sus materias los niveles de inglés necesarios, pero como aún es una institución en construcción, se les olvidó este detalle.
Hay una frase que se le atribuye a Einstein que enfatiza que el ejemplo no es una forma de enseñar sino la única. Esta universidad debería ser suspendida inmediatamente por estar enseñando corrupción con el ejemplo. Y tratando de saber más sobre lo que pasa en la institución encontré que hay casos de acoso sexual, cuentas poco claras con un único contratista para construcción que a la vez es empleado, todo tipo de nepotismo en varios niveles, en fin, toda una olla podrida. Yo espero que quienes han vivido todo esto, incluyendo los estudiantes, lo denuncien en la oficina del observatorio de universidades del Ministerio de Educación.
Como lo he sostenido aquí en varios artículos anteriores, uno en especial (Debe retirarse con prioridad el mal ejemplo), la peor corrupción no es en la que más se roba o impacta negativamente algo en un evento sino la que hacen las personas más visibles dentro de una sociedad, puesto que dan mal ejemplo y ese mal ejemplo se multiplica en muchas personas que reciben el aprendizaje de que ser corruptos no es malo; si, además, esa persona visible roba o hace cualquier acción corrupta y no le pasa nada, y por el contrario sale impune, el aprendizaje es doblemente peor, porque se reafirma que ser corrupto es valioso dentro de nuestra cultura. ¿Qué decir si eso se aprende en la universidad donde la institución completa es la que imparte el mal ejemplo?
Esta universidad está enseñando a ser corruptos a esos muchachos.
Hace medio año tuve oportunidad de ofrecer una conferencia en el marco de un evento de Acofi (la asociación de las facultades de ingeniería) en donde hice el planteamiento que las universidades son la última frontera de esperanza que tenemos para luchar contra la corrupción; para ello se requiere que los estudiantes puedan tener una vivencia de la ética y de hacer lo correcto en todos los aspectos y actividades que enfrenten en su paso por la universidad, incluyendo todas sus interacciones con sus maestros e incluso con los trámites administrativos: todo bien hecho. De esta forma, se podría esperar una generación nueva de ingenieros que hubieran vivido unos años dentro de un ambiente completamente ético, con la esperanza que cuando se vieran enfrentados a las acciones corruptas que le toca vivir a un profesional en su realidad nacional, tuviera la estructura moral bien reforzada para hacerle frente a esos embates, y nos ayudara a cambiar al país para bien. Entre muchos egresados de unas renovadas universidades muy comprometidas con un propósito tan superior para nuestro desvencijado país, se podría lograr un cambio significativo.
Por el contrario, lo que supe en esta universidad que cito es realmente frustrante, porque apunta a todo lo opuesto. Ahora tiene la palabra el Ministerio de Educación para limpiar esta monstruosidad y retirar este mal ejemplo lo antes posible.
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