Según la investigación de los periodistas Alfredo Serrano, con prueba fotográfica, además de Gonzalo Guillén y Sergio Mesa, el expresidente Álvaro Uribe Vélez tuvo un hermano, Luís Gonzalo Uribe, alias “El Travieso”, que murió en accidente cuando piloteaba una avioneta cargada con droga, como no tenía hijos heredó millones de dólares a su padre y esta podría ser la respuesta a la repentina fortuna de la familia.
Pero este no sería el único familiar cercano de Uribe envuelto en narcotráfico, veamos:
Alberto Uribe Sierra, según muchos periodistas, fue testaferro del clan Ochoa y otros integrantes del cartel de Medellín, un hombre que pasó de vivir en arriendo en el barrio Laureles de Medellín a tener más de una veintena de haciendas en Antioquia. Cuando se allanó el laboratorio de droga más grande de la historia (Tranquilandia) se encontró un helicóptero de su propiedad en ese lugar.
El padre de los Uribe aparece en el libro “Los Jinetes de la Cocaína”, del periodista de El Espectador, Fabio Castillo (1987), donde es reseñado y se dice que estuvo detenido en una ocasión para ser extraditado, pero Jesús Aristizábal Guevara, entonces secretario de gobierno de Medellín, logró que lo pusieran en libertad.
Las agencias de inteligencia estadounidenses en archivos desclasificados de 1991 también le seguían los pasos al célebre hacendado y caballista. Un informe lo presenta así: “fue asesinado en Colombia por sus conexiones con narcotraficantes”.
Por otro lado, está Jaime Alberto Uribe Vélez, apodado “El Pecoso” o “Arepa”, murió en 2001 con un historial de relaciones con el clan Cifuentes Villa (Dolly Cifuentes Villa era su esposa), con Pablo Escobar y con otros mafiosos y paramilitares, pero no alcanzó a ser enjuiciado. En 1986 fue detenido por tropas de la IV brigada del ejército porque desde su radio-teléfono se registraron llamadas a Pablo Escobar, un suceso que no fue investigado
“El Alemán”, declaró el 17 de marzo de 2011 ante un magistrado de Justicia y Paz: “Los hermanos del expresidente Uribe no son hijos de la Madre Teresa. Si usted le pregunta a Hasbún, que es un bananero de la clase alta, él dice que a él lo presentó el hermano de Álvaro Uribe (Jaime Alberto) con Vicente Castaño, en una casa en El Poblado”. Raúl Emilio Hasbún Mendoza, “Pedro Bonito”, condenado por paramilitarismo y el asesinato de dos personas en San José de Urabá confirmó lo dicho por El Alemán en abril del mismo año: “… Jaime Uribe Vélez, conocido como El Pecoso, fue un hombre cercano a las estructuras paramilitares y amigo personal de Vicente Castaño Gil”
Diego Fernando Murillo Bejarano, alias don Berna, aseguró que “El Pecoso” era muy cercano a Pablo Escobar y que, incluso, en la época de la persecución al jefe del cartel de Medellín por parte de los Pepes —entre 1992 y 1993—, ellos lo declararon objetivo militar. Don Berna contó que El Pecoso Uribe se salvó porque el narcotraficante Francisco “Don Pacho” Cifuentes Villa (su cuñado), intercedió por él.
Santiago Uribe Vélez, hermano menor de Álvaro Uribe Vélez, acusado por la fiscalía de ser el creador y líder del grupo paramilitar “Los Doce Apóstoles”, que operó en el nordeste antioqueño a inicios y mediados de los 90, grupo señalado de asesinar a más de 500 personas. Actualmente está a la espera de sentencia, pero el juez Jaime Herrera Niño aún no la dicta, pese a que el juicio acabó hace más de tres años.
Camilo Uribe Uribe (medio hermano de los Uribe Vélez), empresario amigo personal del narcotraficante Cristian Fernando Borda Gómez, alias “Tomy” o “El Harlista de la mafia”, quien portaba carnet de la presidencia para ingresar en cualquier momento (en los tiempos de Álvaro Uribe como presidente) y se transportaba en carros de la casa de Nariño aunque había llegado de purgar una pena por narcotráfico en los Estados Unidos. En 2008, “El Harlista” fue extraditado de nuevo y condenado a 25 años de prisión. Poco tiempo después, la esposa de Borda Gómez fue asesinada por sicarios en Bogotá.
Según la periodista María Jimena Dussán, Camilo Uribe también habría participado del saqueo a Monómeros, en el gobierno de Iván Duque al recibir cientos de miles dólares a través de una empresa de la que es socio y que fueron consignados a una cuenta registrada en Islas Caimán.
Dolly Cifuentes Villa y Ana María Uribe Cifuentes: cuñada y sobrina del expresidente (esposa e hija de Jaime Alberto Uribe Vélez, respectivamente) fueron extraditadas a EEUU por narcotráfico y lavado de activos. Hacían parte del clan Cifuentes Villa, los socios máximos del Cartel de Sinaloa y Chapo Guzmán en Colombia en los 90 y década del 2000.
Mario de Jesús Uribe Escobar, primo de Álvaro Uribe Vélez, excongresista, expresidente del Senado en épocas de Uribe presidente, condenado por parapolítica. En 2008 Mario se refugió en la embajada de Costa Rica y pidió asilo en ese país para eludir su detención, alegando falta de garantías y persecución política, pero su pedido fue negado por el país centroamericano. El hermano de Mario Uribe Escobar, Jorge Humberto Uribe Escobar, era el notario de confianza de “Memo Fantasma. Jorge Humberto Uribe Escobar fue ratificado como notario por su primo, el presidente Uribe, el 22 de octubre de 2008.
Carlos Alberto Vélez Ochoa, Juan Diego Vélez Ochoa y Mario Vélez Ochoa, tío y primos-hermanos de Álvaro Uribe Vélez respectivamente, creadores del grupo paramilitar “Los Erres” lo conformaban aproximadamente doscientos individuos con sistemas de comunicación muy avanzados para esas épocas y que mantenían interconectadas sus fincas por medio de una red de la empresa Unicom, de Medellín. Ese grupo es señalado de asesinar a más de setenta personas en el casco urbano de municipios antioqueños del suroeste. Entre las víctimas de “Los Erres” figuran dos estudiantes universitarios fusilados en mayo de 1995 por pasear sin permiso de la banda en parajes que eran controlados por esa organización. La inspectora de policía de Titiribí, testigo de ese crimen, fue asesinada y cortada su lengua al más puro estilo mafioso. Los Vélez Ochoa fueron condenados por esos hechos en primera instancia, pero solo alcanzaron a estar presos cerca de un año hasta que un fueron dejados en libertad por un juez de apelaciones, señalado de nexos con paramilitares,
Aquí hemos abordado solo su círculo familiar, no hay mención sobre sus jefes de seguridad, el director del DAS, el jefe de gobierno cuando estuvo como gobernador de Antioquia, sus ex ministros o congresistas de su partido extraditados, investigados, condenados o asesinados.
Con todo esto cabe preguntar: ¿el expresidente Uribe no sabía nada de las estrechas relaciones de sus más cercanos familiares con el mundo del crimen y el narcotráfico a gran escala? O, como diría el gran periodista Guillermo Cano, asesinado por el cartel de Medellín: ¿es posible estar en medio de una piscina y no mojarse?