El episodio relacionado con el maletín del senador Roy Barreras, olvidado en un descuido del congresista en el Hotel La Ópera, demostró una vez más lo bajo que han caído algunos medios de comunicación y me refiero a la Revista Semana y a la FM, que parecen actuar en llave gracias a que hay un común denominador entre los dos: hablo del periodista Luis Carlos Vélez.
Curiosamente, algunas notas que publica Semana relacionadas con hechos negativos de la oposición, más los aplausos y alabanzas a Uribe, tienen eco inmediato en la FM y viceversa. Por esto en lo que a mí respecta, no es extraño que la noticia haya sido publicada de inmediato en ambos medios, con el mismo enfoque cizañero.
¿Dónde está la ética del periodismo?, hablo de ese que llama a constatar los hechos y pregunta por las razones y motivos que puede tener un personaje público para cargar en su maletín dinero en efectivo y además, ¿sí es Roy Barreras la única persona en Colombia y en el mundo que carga billetes en sus elementos de uso personal?
No es lo mismo guardar 10 o 20 nutridos fajos de billetes y de 50 mil o cien mil pesos en un maletín a tener dos fajos de billetes de 10 mil. Sin embargo, Semana publicó la noticia, no explicando el monto ni la cantidad de dinero, sino generalizando el hecho con la intención de agrandarlo y dejar la duda de sí el congresista de oposición al Gobierno,, estaría haciendo parte de un ilícito.
Insisto, curiosamente esta noticia es replicada con la misma forma generalizada en la FM como ha sucedido en otras ocasiones. La pregunta que me llega a mi cabeza, es sí estos dos medios de comunicación que un día gozaron de buena reputación en Colombia, decidieron hacer parte de una estrategia orquestada de guerra sucia en la política hacia determinado sector político.
Casualmente esta noticia sale el mismo fin de semana en que la revista publica una nota en portada sobre el senador Gustavo Bolívar, a quien ha convertido en blanco de críticas por su actitud polémica y pendenciera, más no porque haya cometido delito alguno.
Estas noticias con este tipo de enfoques son las que hacen daño a la sociedad, porque se hacen aprovechando un hecho que es de por sí es bastante confuso, para destruir a determinado personaje o sector y es a esto a lo que no deberían prestarse los medios de comunicación, en este caso la Revista Semana, que de ser un espacio de periodismo de gran prestigio y respeto, paso a convertirse en un folletín amarillista lleno de propaganda política, en ocasiones acomodada a lo que algunos quieren hacer ver.
Es una lástima que se desperdicie tiempo dando espacio a las pasiones de la directora de un medio como Semana, es decir a Vicky Dávila y los intereses de determinado sector político, es decir, el Centro Democrático, que busca a como dé lugar, acabar moralmente con su rival sin importar los métodos. De verdad, que lástima que haya periodistas que se presten a estos juegos.