Una base militar ubicada en el corregimiento de Campo Dos en Tibú, Norte de Santander, fue atacada con explosivos y ráfagas de fusil en la noche del pasado lunes según reportaron las autoridades en la región. Testigos del suceso relataron a medios de Norte de Santander que aparentemente el ataque fue con dos cilindros bomba que fueron lanzados desde un vehículo en movimiento.

Junto a lo anterior, en la última semana se presentaron dos masacres o “asesinatos colectivos” como prefiere llamarlo el presidente Duque, el más reciente en Anorí Antioquia y el otro en el municipio de Tumaco. Así mismo, la ONU en un nuevo informe reveló que Colombia suma 300 personas reincorporadas de las Farc asesinadas, sin contar con los nuevos desplazamientos que se han dado en los últimos cincos años.

Estos hechos violentos deberían poner a pensar al Centro Democrático si hizo bien boicoteando el proceso de paz con las Farc, para luego elegir una persona en el cargo de presidente para que hiciera imposible su implementación.

El No a la paz, fue un Si al retorno a las masacres, a los desplazamientos forzosos y lo que es peor a los cilindros bombas. Todo esto se lo debemos al Centro Democrático y al presidente Iván Duque, algo que por supuesto no aceptan, pero sin dejar de vanagloriarse porque ganaron el Plebiscito sin importar las mentiras y la guerra sucia a la que como partido acudieron.

Hoy día el Centro Democrático está pagando las consecuencias de su irresponsabilidad porque es gracias a su saboteo y a sus ganas de hacer trizas la paz que su candidato elegido como presidente de la república, nunca pudo encontrar la fórmula mágica de gobernar implementado los Acuerdos como era su obligación, sin molestar a los francotiradores que militan en su partido y que ocupan curules en el Congreso de la República.

Esa ha sido la más grande paradoja que ha tenido Iván Duque durante su mandato porque todo hecho de gobierno que se haga en Colombia desde que se firmó el Acuerdo de Paz, tiene componentes relacionado con este tema y el no saber cómo hacerlo o lo que es peor, el no querer hacerlo, se ha traducido en una presidencia que ha sido un verdadero fiasco.

Espero que en el Centro Democrático estén dispuestos a aceptar que la derrota que han de sufrir en las próximas elecciones, es solo culpa de ellos mismos y del que dijo Uribe y del mismo Uribe, que nos retornó a la guerra por el simple capricho de no permitir que otro lograra la firma de una paz que él como presidente de la república buscó hacer.

Ese No a la paz, hoy se traduce en hechos violentos que la firma de la paz con las Farc redujo enormemente y que en los últimos meses se han incrementado no solo por el rearme de estructuras disidentes sino además del ELN y por supuesto también del Clan del Golfo.

Ese No a la paz solo ha producido muertes y desplazamientos que deberían quedar en la conciencia de quienes promovieron tremenda insensatez.