El Clan del Golfo ha azotado al departamento de Antioquia por más de 16 años. Este grupo es conocido como una de las organizaciones criminales transnacionales más peligrosas, especializándose en actividades como el narcotráfico, extorsión, reclutamiento forzado a menores, despojo de tierras.
La sólida estructura del Clan, arraigada en actividades legales y compuesta por más de 1,900 miembros, representa un desafío significativo para nuestra Nación. Esta organización delictiva ha logrado establecerse en la región, aprovechando su conexión con actividades legítimas para disfrazar sus operaciones ilegales. Su presencia se extiende a 107 municipios en Colombia y abarca más de 28 países, configurando alianzas con las principales mafias a nivel mundial, incluyendo los Carteles de Jalisco Nueva Generación y Sinaloa, las mafias Calabresa y Silicina, así como Los Balcanes.
Recientemente, las operaciones del Clan del Golfo han protagonizado violentos eventos en Segovia, Antioquia. Desde el 7 de febrero, intensos combates entre las Autodefensas Gaitanistas (Clan del Golfo) y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) han sacudido la zona rural, resultando en el acuartelamiento de familias locales y el desplazamiento forzado de aproximadamente 800 de ellas, además de pérdidas lamentables de soldados. En respuesta a estos miserables hechos, Entidades Gubernamentales y cooperantes internacionales han tomado medidas para aliviar la escasez de alimentos y medicinas, proponiendo incluso la apertura de un corredor humanitario para llevar ayuda a las familias confinadas.
Frente a esta cruda realidad, nuestro presidente ha condenado los recientes ataques perpetrados por el Clan del Golfo. En sus declaraciones, expresó el firme compromiso del Estado de enfrentar y desmantelar estos grupos delictivos, así como de golpear la economía asociada al oro ilícito y la cocaína. Subrayó que, de manera constante, se están llevando a cabo operativos que resultan en la incautación diaria de decenas de toneladas de cocaína.
El propósito inequívoco del presidente y las Fuerzas Militares es el restablecimiento del orden público en el país. Para alcanzar esta meta, se ha implementado un despliegue militar estratégico que involucra al Ejército Nacional y la Fuerza Aeroespacial. Este operativo tiene como objetivo central la captura de los principales cabecillas, conocidos como alias de Azul y Chuzo, quienes lideran la estructura criminal en el nordeste antioqueño.
Estos individuos no solo son señalados como autores intelectuales y materiales de acciones violentas contra la Fuerza Pública y la población de Segovia, sino que también se les atribuye imponer toques de queda, amenazar líderes sociales, restringir el transporte y ejercer control sobre las empresas mineras líderes en la región, antes estas atrocidades las autoridades ofrecen una recompensa con el fin de dar con su captura y cesar la violencia en Segovia Antioquia.
La violación sistemática de los Derechos Humanos es una realidad que ha desencadenado una respuesta unificada a nivel nacional e internacional. Tanto el Comité Internacional de Derechos Humanos, líderes sociales y las autoridades nacionales han expresado su contundente rechazo, uniendo esfuerzos para poner fin a las hostilidades en la región y abordar las raíces del problema. La cooperación internacional, la atención humanitaria y la recompensa ofrecida por las autoridades son pasos cruciales para mitigar el impacto en la población afectada y avanzar hacia la erradicación de la violencia y el crimen organizado en Segovia, Antioquia.
Tenemos plena confianza en el gobierno y nuestras Fuerzas Militares, reconociendo el esfuerzo conjunto para rescatar al pueblo forjado en oro y preservar la riqueza cultural de esta plaza, moldeada por la extracción minera que define la riqueza e identidad del Municipio.