Dice el viejo y conocido refrán, tantas veces va el cántaro al agua hasta que se rompe, y es precisamente lo que sucedió en Bogotá en la manifestación convocada por Fecode para exigir una pronta elección de quien será el reemplazo de Francisco Barbosa en la Fiscalía General de la Nación, el cántaro se rompió.
La batalla campal que se presentó en el ingreso a las instalaciones del Palacio de Justicia pudo convertirse en una segunda toma al Palacio de Justicia, situación que hubiese puesto en jaque al mismo presidente de la república quien a través de sus trinos se ha encargado de instigar y encender los ánimos.
Estoy de acuerdo en que la Corte Suprema de Justicia no debe ni puede demorar la elección del nuevo fiscal general de la Nación, que en este caso podría ser una mujer, pero también estoy de acuerdo con este proceso debe hacerse en medio de un escenario tranquilo y no en un marco de ataques y enfrentamientos desde otros poderes, en este caso, del Ejecutivo.
El presidente de la república debe saber que una manifestación puede salirse de control y que es por esto que no es prudente acudir a la presión popular para lograr determinado objetivo porque una protesta o manifestación puede salirse de control por la exaltación de los ánimos.
El primero que debe calmarse es el presidente de la república, y además, debe ser el primero que en acudir a la prudencia y a olvidar los desahogos por las redes sociales. Ha llegado el momento en que Gustavo Petro deje el activismo político y se dedique a actuar como el jefe de Estado que es, porque llamar a una protesta ciudadana para presionar a la Corte Suprema de Justicia para que elija fiscal de forma rápida no es el camino adecuado.
Lo único que se consiguió con esa protesta fue exaltar más los ánimos y en medio de la crispación las cosas se salen de control. Es hora de que el presidente Gustavo Petro pare la llamadera a la protesta ciudadana porque es él quien va a salir perjudicado.
Sería bueno además de que el Pacto Histórico y el mismo presidente Gustavo Petro pidan disculpas al país por los hechos que sucedieron ayer en medio de la protesta, porque si bien es cierto que el primer mandatario y su coalición política no convocaron de manera tajante a acompañar la marcha de Fecode, también es cierto que sí la apoyaron, y políticamente son los responsables.
Estoy de acuerdo en la Corte Suprema de Justicia, debe elegir un fiscal general de la Nación con prontitud si en realidad quiere ayudar a calmar los ánimos, pero, qué pena, no es con marchas en las calles como se puede conseguir este objetivo, porque quien más pierde con manifestaciones violentas, es el presidente de la república, Gustavo Petro.