Lo más sorprendente del vergonzoso final del debate de moción de censura al ministro Carlos Holmes Trujillo, no fue precisamente la nueva jugadita del Centro Democrático en cabeza de Ernesto Macías, al fin de cuentas, el país ya sabe que este es un partido que acostumbra a jugar en la democracia con trampas, mentiras y postverdad. Lo que realmente nos dejó atónitos a quienes le hicimos seguimiento a la plenaria, fue el apoyo mayoritario que dio la bancada del Partido Liberal al funcionario del Gobierno Duque.
Se supone que el Partido Liberal no forma parte de la coalición de apoyo al Gobierno de Iván Duque, ¿Por qué entonces la mayor parte de su bancada en senado decide apoyar ciegamente al ministro Holmes Trujillo?; ¿cuál es la razón para salvarle el pellejo cuando se sabe que el acto que estaba a punto de iniciar era político y no judicial?; ¿hay acaso acuerdos por debajo de la mesa entre algunos senadores liberales y el ejecutivo que el país desconoce?
Si se tratara de una persona que de una u otra forma se acerca a lo que hasta el momento ha defendido el Partido Liberal, se entendería la defensa, pero con una persona como Carlos Holmes Trujillo que no reconoce el conflicto armado y por ende desconoce el Acuerdo de Paz firmado con la exguerrilla de las FARC; que insiste en el retorno al glifosato como primera solución para los cultivos de uso ilícito; que tampoco reconoce los excesos en las Fuerzas Militares y en la Policía, como un problema institucional que hay que resolver, sino que acude a la vieja fórmula de decir que es un tema individual, resulta imposible comprenderlo.
Puede que el actual mindefensa haya iniciado su actividad política en el Partido Liberal y que en el pasado haya sido un hombre de ideas socialdemócratas, pero la realidad de hoy lo separa de lo que defiende esta fuerza política, especialmente en lo que tiene que ver con la implementación del Acuerdo de Paz firmado en el Teatro Colón.
Ni siquiera se puede decir que su gestión como ministro de Defensa es la razón para librarlo de un debate de Moción de Censura, y si esto es lo que motivó el voto positivo de la mayoría de los senadores liberales, yo los reto a que nos digan entonces, ¿a cuantos grupos ha logrado desarmar Carlos Holmes Trujillo?; ¿Cuántos comandantes en jefe de las disidencias de las Farc ha dado de baja?; ¿Cuántos miembros del Comando Central del ELN ha capturado?; ¿Cuáles son los narcos de alto valor en la cárcel bajo este ministerio?;¿Cuántas bacrim se han sometido a la justicia?
Si logro respuestas a las anteriores preguntas, entenderé la razón por la que Fabio Amín, Mauricio Gómez Amín, Lidio García, Horacio José Serpa, Julián Bedoya, Laura Fortich, Jaime Durán y Miguel Ángel Pinto, se prestan a las jugarretas del Centro Democrático para atravesársele a un debate legal propuesto por el senador Jorge Enrique Robledo, en donde el ministro tenía todas las garantías para defenderse y de donde iba a salir bien librado, porque dudo que la coalición de apoyo al Gobierno Nacional, lo hubiese dejado hundir, porque los acuerdos burocráticos y la mermelada, no se pueden perder.
La pregunta aquí es, si a los senadores liberales se les está repartiendo mermelada y tienen acuerdos burocráticos con el Ejecutivo por debajo de la mesa, como para prestarse a semejante jugada. Si es así, esperaría que por transparencia con la ciudadanía que los eligió para los que los representen en el Legislativo, lo digan públicamente.
No puede ser que este grupo de senadores se acuerden de la palabra “transparencia2, únicamente cuando salen a buscar votos en medio de la campaña política para que los reelijan en el cargo y mientras lo ocupen, se dediquen a practicar el clientelismo y la politiquería, aun sin estar dentro de la coalición de Gobierno.