Ética y Finanzas: Un círculo virtuoso

Chris Landaeta


Porque de lo que se trata es de darle vida moral y espiritual ¡¡a la Empresa!! A los dueños, pero sobre todo a la Empresa.
Emeterio Gómez (1942 – 2020)


Hace cuatro semanas comencé esta columna explicando por qué quebraban las grandes compañías en dos meses de cuarentena. Luego se planteó a través de Darwin como la improvisación ágil y estructurada junto con la colaboración, nos permitiría prevalecer durante la pandemia. La semana pasada, la gestión de las relaciones con los clientes fue el eje temático.

Hoy hablaremos, sin conflicto de intereses, de una empresa que se dispone a seguir creciendo. El “cómo” es interesante porque resume en claras lecciones los tres artículos anteriores y añade una nueva dimensión: la ética y sus implicaciones en las finanzas empresariales.

El 20 de marzo de este año, el señor Arturo Calle anuncia mediante una carta que por la cuarentena cerrarían temporalmente sus almacenes. En la misma promete mantener los sueldos de sus 6000 trabajadores mientras hubiese caja disponible. Estaba llena de sentimiento y compromiso con la salud de todos sus colaboradores, proveedores, clientes y público en general.

¿Osada apuesta? No.

Era el momento de invertir en el futuro con un riesgo calculado. Una gestión prepandémica saludable, conservadora financieramente y con reputación sólida fueron los apalancadores de la promesa. Lo fácil hubiese sido despedir empleados y así estirar el capital de trabajo.

El 15 de junio, con otra carta anuncia que están listos para la reapertura tan pronto el gobierno la indicara. Impecablemente escrita y profundamente significativa desde los ángulos personales y gerenciales.

Esta vez, Don Arturo (si se me permite la confianza) nos comenta con gran optimismo sobre el acontecer en su organización. Se actualizaron los puntos de venta físicos para el nuevo normal y digitales para atender la creciente demanda por los canales electrónicos. También se renovaron las colecciones incluyendo la bioseguridad como elemento fundamental y abriendo el mercado en el área de la salud.

La promesa se mantiene pero deja claro que es necesario que todos los colombianos apoyen lo “Hecho en Colombia”. Nos conecta a una misma causa a través de la ética, la colaboración y el orgullo de lo nacional. Creando empatía y entendiendo los temores de los grupos de interés. Harvard Business Review y McKinsey & Co. ya lo habían planteado.

Entre una carta y la otra fallece en España por Covid-19 mi profesor de Ética Gerencial en el IESA, Dr. Emeterio Gómez. Como proponente del Capitalismo Solidario, estoy seguro que el profesor Emeterio se debe estar dando banquete. Don Arturo nos muestra la vida moral y espiritual de su empresa sin perder el foco en los objetivos empresariales.

Se validan las propuestas del profesor y se demuestra que además de ser éticamente lo correcto también es beneficioso para las finanzas. La responsabilidad social no es una carga.

Los investigadores encuentran que las empresas que cumplen más allá de lo requerido en el ámbito legal suelen ser más rentables, sólidas y exitosas en el largo plazo. Y como en el caso que estamos tratando, no solo van a sobrevivir la pandemia, también van a prevalecer. Colaboración e improvisación efectivas como plantea Darwin.

Un contra-ejemplo: Si usted, como empresario, es visto por sus empleados abusando de clientes y proveedores se expone a recibir algo similar de parte de ellos. Desmotivación, pobre control de calidad, servicio post-venta que se derrumba, eventualmente sabotaje y finalmente las inevitables demandas en su contra serán las consecuencias. Es un círculo vicioso de destrucción con un resultado bastante predecible.

Abusar le puede servir una vez, dos veces, mas en el largo plazo es insostenible. Con buena suerte su empresa podrá sobrevivir pero nunca será líder de sus mercados y comunidades.

Milton Friedman, Nóbel de Economía, decía que no hay almuerzo gratis. Don Arturo y el profesor Emeterio lo desafían abiertamente cuando se trata de ser socialmente responsables. Ubicándonos entre el modelo neoliberal y el keynesiano, la ética y las finanzas pueden crear un círculo virtuoso.

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