No me extrañaría que en estos momentos se haya conformado un estrecho círculo de personas que piden al cielo no tener que ver en los altos círculos del poder político en Colombia a una mujer de piel negra, nacida en la ruralidad en medio de la pobreza extrema como lo es candidata a la Vicepresidencia por el Pacto Histórico, Francia Márquez.
Esto para ellos sería una aberración, entre otras porque no solo tendrían que saludarla y sonreírle, sino además invitarla a los elegantísimos salones al interior de sus cerrados clubes sociales. Pero así no lo hagan, en todo caso no les será fácil tener una vicepresidenta como Francia Márquez, porque su lucha es por visibilizar el hambre y las necesidades sociales que padecen millones de ‘nadies’, en diferentes lugares del país, incluyendo Bogotá, un hecho que tanto han tratado de ocultar las élites políticas y económicas que han gobernado este país durante décadas enteras.
No es entonces extraño que desde ya se empiece a desatar una guerra sucia en su contra porque al no poder ensuciarla ni enlodarla tratando de vincularla políticamente con algún hecho de corrupción de los que tanto suelen ocurrir a diario en Colombia, comenzarán las descalificaciones y burlas tratando de hacerla quedar en ridículo ante la opinión pública.
Ya ocurrió la semana pasada cuando Francia utilizó el término “mayoras”, palabra que se usa en los territorios ancestrales para referirse a la mujer que por su experiencia y capacidad lidera y tiene voz entre un grupo de lideresas.
No faltó el que quiso posar de sabio tratando de enseñarle a hablar bien a Francia Márquez. El asunto es que lo único que lograron fue quedar en ridículo porque la candidata les demostró que los ignorantes que requieren una buena educación, son ellos.
Francia Márquez es una digna representante de la Colombia rural, y valga decir, que Colombia es un país rural. Es una mujer que merece ser admirada por valiente, por verraca, por la tenacidad con la que ha defendido sus ideas y porque ha salido adelante en medio de las amenazas contra su vida y la de su familia.
Su liderazgo es impecable, no está untado ni manoseado por la politiquería que tanto caracteriza la gobernabilidad en este país. Por supuesto tiene una gran debilidad y es su falta de experiencia en el manejo de lo público, pero, hasta donde recuerdo Francisco Santos ocupó el cargo de vicepresidente de la república durante los ocho años del Gobierno Uribe, con cero experiencia en lo público. Claro, a él no le cayeron encima ni lo descalificaron de la misma manera como lo hacen con Francia porque a diferencia de ella, Pachito nació entre tules y azafranes.
Francia le demostró al país que la gente de piel negra en Colombia es capaz de ejercer una candidatura viable para dar la pelea, así no tenga los bolsillos cargados de plata y, que no es necesario andar comprando votos para demostrar capacidad electoral.
Muy bien por candidata a la vicepresidencia por el Pacto Histórico, ojalá logre su objetivo y gane la elección. Lo tiene más que merecido.