El hundimiento del proyecto de ley 010 es indiscutible luego de que las bancadas de los partidos conservador, la u, liberal y las bancadas alternativas reafirmaran su rechazo.
La caída de la nefasta reforma de salud se une a la caída de la reforma tributaria y a la salida de Alberto Carrasquilla en la lista de triunfos de una juventud indignada y movilizada por el deseo de cambio y de una mejora inminente en la calidad de vida de todos y todas las colombianas.
Resultan muy desafortunadas las posturas del partido de gobierno y de Cambio Radical, actores antagónicos en un momento en que el país está pasando por una crisis histórica y ve con esperanza el futuro.
Ahora, no pasemos por alto que si bien estas reformas eran totalmente inviables la necesidad de un cambio en el sistema de seguridad social en salud del país es urgente. Cualquier reforma a la salud a la que se llegue debe pasar por algunos puntos fundamentales:
- Debe ser concertada con todos los actores de la población incluyendo a la sociedad civil esto no puede ser una reforma hecha por un partido político.
- Debe incluir una gran política de promoción y prevención en salud liderada por una entidad autónoma técnica y con incidencia en la posibilidad de modificar los determinantes de salud tales como el acceso a electricidad, acueducto alcantarillado, energía eléctrica, internet, etc.
- El talento humano en salud debe contar con garantías de remuneración y esta debe mejorar. La contratación debe ser digna, concertada y acordada de manera diferente, no más contratos basura, no más “prestaciones de servicios” paro las que en muchas ocasiones son claras relaciones laborales; contratación sin cabida para los intermediarios. Lo que ocurre en este momento es indignante y es uno de los peores escenarios de América latina.
- La atención al paciente debe mejorar de manera radical. El 90% de las tutelas relacionadas con salud son por servicios incluidos en el POS (medicamentos, cirugías, citas) a los cuales toda la ciudadanía debe tener garantizado el acceso.
- El pago a los actores del sistema debe cambiar. El nuevo modelo deber ser garantía para las IPS y los hospitales públicos. Lo que ha ocurrido históricamente ha estado plagado de chantajes y corrupción alrededor de los pagos por parte de las EPS a estas entidades.
- La gobernanza de la Supersalud debe ser técnica y no política, el actual superintendente tiene en sus manos las herramientas suficientes para acabar con las EPS corruptas. Ha actuado de manera contradictoria: a paso de tortuga cuando de meter en cintura a estas se trata y como liebre con otras obedeciendo a tintes políticos en sus decisiones.
Ojalá que la caída del proyecto de ley 010 haya servido para volcar la atención de la ciudadanía al entendimiento del sistema de salud y a esclarecer los puntos de obligatoria discusión de cara a la reforma del mismo. Reitero que esta es una gran victoria de la ciudadanía, de las protestas que se expresaron y finalmente lograron lo que este congreso no pudo. Felicitaciones a los marchantes.
P.D., buenas señales ha dado el nuevo Ministro de Hacienda, quien se opuso de manera contundente a la compra de aviones y en el pasado manifestó en repetidas ocasiones estar a favor de los impuestos saludables. Ya está escuchando las propuestas de la oposición, ojalá sin sesgos o cálculos políticos.