Desde años atrás se han presentado cerca de 18 proyectos a consideración del legislativo con la idea de reducir el sueldo a los congresistas, todos se han hundido en medio del trámite, porque claro, ni bobitos que fueran para afectarse el bolsillo ellos mismos.
El senador Jota Pe Hernández, tercer más votado en el país con casi 200 mil votos, quien llega al Capitolio Nacional con muchas de trabajar por este país, se ha puesto la 10 para presentar de nuevo un proyecto que le ponga fin a los excesivos privilegios económicos de los que gozan los congresistas, muchos de ellos, sin merecerlos.
Es un gran gesto, porque estamos en el gobierno del “cambio”, la austeridad y se espera que quienes lo firmen sean los alternativos y coaliciones de gobierno, en primer lugar, porque son los que más repiten este discurso mientras están en campaña y en segundo lugar porque gracias a ese renglón de oratoria muchos de los colombianos confiaron en ellos.
Es por esto que resulta curioso o por lo menos llamativo que algunos de estos alternativos, que se precian de ‘decentes’, se hayan negado a firmarlo.
Me llamó la atención la actitud y los argumentos de la senadora Isabel Zuleta frente a la reducción, ella tan querida como siempre tanto en público como en privado, reconocida por manifestar como quemar a su oponente a través de maniobras nada éticas como ocurrió en la campaña con Sergio Fajardo, salió al paso en la W manifestando que no lo había leído por que está trabajando en otros temas, razón totalmente valida.
Lo que sí no pasó desapercibido fue su negativa evidente en sus palabras, a firmarlo si no se hace de manera integral incluyendo otros actores que también ganan más de lo que deberían. Es una excusa perfecta para dilatar la firma y es uno de los argumentos trillados. La respuesta es sencilla “porque si se hace de manera integral pasaría lo mismo que las 18 veces pasadas”, muy inteligente y astuta la senadora Zuleta.
Otra de las senadoras de la gran ‘Colombia Humana’ fue María José Pizarro, quien según el senador JotaPe, al momento de enseñarle el proyecto manifestó que “la plata no le alcanzaba porque era madre soltera y tenía que responder por sus dos hijos.” Ella parece que no hubiera hecho campaña, no conoce el país, y no se ha dado cuenta que si se quita 10 millones posiblemente quedaría con 25 indignos milloncitos para vivir. Indigna la realidad colombiana que con un salario mínimo muchas madres cabeza de familia deben cubrir todas sus necesidades, quizás, para más de 3 o 4 hijos. Ese es su ego, es su parlamento nada más.
Por ahí falta la senadora Clara López, que se ha escabullido para no dar declaraciones y quien el mismo senador proponente, también se negó a firmarlo.
Lo cierto es que llevamos escasos 7 días generándole un desgate y voluntad al gobierno, por unas joyitas que llegan y ahora no quieren destetarse, algo que criticaban con vehemencia y hoy son hipocresía barata haciendo un cambio chichipato.