Ir al contenido principal

Horarios de atención

De lunes a viernes:
8:00 AM – 5:00 PM

Whatsapp: (+57) 317 599 0862
Teléfono: (+57) 313 7845820
Email: [email protected]

Confidencial Noticias 2025


Detrás de cada conflicto, siempre hay una causa. Una pretensión de justicia, de un mundo mejor. Un ideal consustancial que tiene la función de dar sentido y, en últimas, legitimidad. El fin, que justifica –o no- los medios, creyendo tendenciosamente que es posible separar estos de aquellos.

Causas las hay unas más nobles y loables que otras, algunas más bien instrumentales y oportunistas, ventajistas. Pero cuando una idea toma forma, cuando hace séquito y comienza a ser parte de la agenda pública de una sociedad, merece ser tramitada.

La democracia del siglo XX se consolidó alrededor de la representación política, bien con mecanismos institucionales a través de corporaciones públicas con mecanismos de elección popular, o bien mediante dispositivos de participación civil, “alternativas” frente a sistemas políticos que operan con lógicas selectivas de participación, sistemas excluyentes. Precisamente estas democracias cerradas fueron el caldo de cultivo que justificó y validó la vía armada y, por ahí derecho, la insurrección frente al Estado-Nación.

El asunto espinoso es que estas causas siempre reclaman la construcción narrativa de un sujeto desvalido a nombre del cual se reclama. Grupos organizados, alzados en armas, se reclaman como representantes legítimos “del pueblo”, de los “sin voz”, de la “voluntad popular” o incluso de “la sociedad civil”. Los esgrimen, instrumentalmente, para dotar de validez sus medios.

Pero la democracia que madura, llega al siglo XXI con la pregunta de ¿quién habla a nombre de los marginalizados? ¿y por qué?

La crisis de la representación política no solo encubre a las instituciones públicas y a los cargos de elección popular. Llega también a las organizaciones y movimientos sociales, y con especial contundencia a los grupos alzados en armas. La ciudadanía, actor cada vez más activo en la apertura democrática, no permite que se le utilice. Nos muestra lo difícil que es ahora mismo tomar la voz por los otros, y reclama una participación directa.

Siempre hay algo de grosero en comparar guerras, que debe ser compensado con la bondad que hay al comparar experiencias de construcción de paz. Tal sea el faro que guie el camino de estas líneas.

Santiago Sánchez Jiménez

Sociólogo-Antropólogo

PORTADA

La Corte Suprema de Justicia abrió investigación previa en contra del embajador de Colombia en Reino Unido, Roy Barreras. El máximo tribunal de la justicia en Colombia indaga si hay mérito para abrir investigación formal en contra del diplomático y…
Con el ánimo de no afectar la línea de mando actual en las Fuerzas Militares, el recién designado ministro de Defensa, mayor General, Pedro Sánchez, renunciará a la Fuerza Aérea Colombiana. El anuncio se hizo, ante las dudas que se dieron por parte de la…
El representante a la cámara, Agmeth Escaf, citó a un debate de control político en la Comisión Séptima de la Cámara de Representantes a la Agencia Nacional de Defensa Jurídica del Estado, dirigida por César Palomino Cortés, para que explique por qué el…
La Justicia Especial Para la Paz imputó cargos a generales (r) del Ejército Nacional Óscar Enrique González Peña, Luis Roberto Pico Hernández, Jorge Ernesto Rodríguez Clavijo y Juan Carlos Piza Gaviria, comandantes y Jefe de Operaciones de la Brigada IV…
Los congresistas de la Alianza Verde, Angélica Lozano, Christian Avendaño, Carolina Giraldo, Catherine Juvinao y Katherine Miranda, divulgaron una carta en donde dan a conocer su intención de separarse de del partido por considerar que no comulgan con la…