Con ocasión del magnicidio del presidente en ejercicio de Haití Jovenel Moïse, que tuvo un gran impacto en Latinoamérica y a nivel mundial por la sevicia, por la implicación, el alcance y por la descarada acción de asesinos internacionales, entre ellos, lastimosamente muchos colombianos que deben movernos a la reflexión en nuestro país.
Este hecho, absolutamente grave, fue preparado por empresarios y políticos haitianos residentes en Miami, Florida, en los Estados Unidos. Desde allá prepararon semejante crimen que lo censura todo el mundo.
Y con ocasión de esto se nos viene a la cabeza que la derecha o los derechistas latinoamericanos residentes en la Florida y Miami, han cometido muchas tropelías a nivel de todo el hemisferio y quizá en el mundo, usando sus relaciones especialmente con el Partido Republicano de los Estados Unidos, sus riquezas, porque se trata de gente adinerada de estos países latinos y se han unificado en acciones de atentados contra muchos gobiernos de Latinoamérica.
Habrá que recordar el primer hecho de la invasión de Bahía Cochinos en Cuba, fue preparado por estos personajes hace más de 60 años, ellos prepararon esa invasión que por supuesto, fue vencida por el entonces gobierno cubano. Pero, a partir de estos incidentes ha habido numerosas acciones contra los países y especialmente contra los gobiernos que no son de su agrado, ha sido muy duro el ataque al gobierno de Venezuela, que tampoco nos agrada mucho, porque vemos que allá hay una dictadura muy agresiva contra el pueblo venezolano que le ha conculcado sus derechos políticos, sociales y humanos, pero por supuesto, que sean los propios venezolanos que diriman su problema.
Es que desde Miami, se han desatado todas las acciones, especialmente durante los años del gobierno de Donal Trump y de esa misma manera han intervenido de forma grosera en el Ecuador, en Bolivia, en Chile, en Argentina y que no decir en Colombia, que desde allá se prepara manifestaciones de la extrema derecha para participar a nombre de los colombianos residentes en la Florida, intervenir de manera indebida en las elecciones de los Estados Unidos, como ocurrió en el pasado debate electoral, que hicieron del territorio americano, un territorio para la lucha de la derecha colombiana para tratar de inducir a los habitantes de ese país en una clara intromisión que mereció el rechazo mundial, pero particularmente de los demócratas y del actual presidente Joe Biden, pusieron en riesgo las relaciones de Colombia con los Estados Unidos, pero eso poco les importa.
Todo esto lo que nos demuestra es el voraz apetito de la derecha por hacerse al poder de las naciones a costa de cualquier cosa, al precio que toque, ¡no tienen límites!, incluso, atentar contra la vida no sólo de un Presidente de un país, sino de cualquier ciudadano, ya es un hecho absolutamente grave que debe llevarnos a una profunda reflexión.
En todo este contexto, se hace mas que necesario recoger algunas frases del analista León Valencia, en las que se refiere a Colombia como una vergüenza, porque el país, según él, se ha convertido en un escenario de conspiración contra nuestros vecinos, y bien lo señala León, recordemos, por ejemplo, cuando en Colombia se preparó una fuerza mercenaria para derrocar al Presidente venezolano Nicolás Maduro, o la reciente intervención del fiscal Francisco Barbosa en las elecciones de Ecuador y de Pastrana en Perú, y lastimosamente ahora, Colombia es vista bajo la lupa internacional por el atroz crimen del Jefe de Estado de Haití, porque fue de suelo colombiano que salieron los asesinos de Moise.
En todo caso Colombia sigue siendo vista en el contexto internacional como un país violento, como una nación que exporta asesinos, como un territorio que sirve de comodín para los más altos intereses de otras naciones poderosas y lo que es más triste, es que ante los ojos del mundo esa fama no será posible quitárnosla en años, porque no hablan de uno o varios colombianos, sino que nos meten a todos en un mismo costal, generalizando a un pueblo mayoritariamente bueno, trabajador, noble, que quiere cada vez más salir adelante, pero que actos tan desalmados como el magnicidio del presidente de Haití, borra de un solo plumazo todo lo bueno que en esta tierra podemos mostrarle al mundo.