La economía de Colombia entra a la UCI

Por: Jaime Acosta Puertas


Los escenarios catastróficos de contagiados y muertos afortunadamente no se han cumplido. Si así continúa será bueno para la ciudadanía pero la economía la verá negra aquí y en el resto de América Latina.

La culpa no es del COVID

La economía mundial crecía bien porque el comercio internacional crecía muy bien hasta la crisis del 2008 – 2009. Luego no recobró un ritmo de crecimiento alto y sostenido porque la productividad siguió cayendo dado que la industria no volvió a tener la relevancia que debe tener en la economía. A esto se sumó la disputa comercial entre Estados Unidos y China y tensiones entre ésta y la Unión Europea por el apetito chino de comprar empresas estratégicas para la seguridad nacional de algunos países europeos. En estas turbulencias apareció el covid.

Colombia recibe al virus con una estructura productiva rezagada, una economía desindustrializada, unas exportaciones que un país como Polonia tenía hace treinta años, una informalidad que tiene a millones por fuera de las ayudas del gobierno, masa empresarial de cero valor agregado conformada por pequeños negocios personales informales y de sobrevivencia, y por medianas y grandes empresas con buenos resultados que con el covid se evaporaron demostrando que los balances son mentirosos o escondieron la plata o la productividad es muy baja. Tal vez es la suma de los tres.

El covid no es el culpable, lo que hizo fue quitarle la máscara a un neoliberalismo insostenible.

Una economía X que no entró a la UCI

Hay un país europeo de renta media alta, inflación del 1%, desempleo inferior al 5%, exportaciones anuales de 250.000 millones de dólares, inversión en ciencia y tecnología del 1.2% del PIB, que enfrenta al covid con visión de largo alcance y un paquete económico soportado en dos grandes estrategias:

Escudo financiero para la crisis. Los recursos a las empresas impactadas se distribuyen de la siguiente manera: 25% microempresas, 50% pymes y 25% grandes organizaciones. Subsidios a las mipymes más préstamos condonables si la operación de la empresa continúa y mantiene el empleo.

Escudo anti crisis. Los empresarios en problemas se benefician de ayuda estatal, con recursos que se distribuye así:

Ayuda de rescate a seis meses. El monto del préstamo depende de la situación de la empresa. Si el período o el monto de la ayuda son insuficientes, la PYME puede solicitar un préstamo adicional al grupo de reestructuración temporal y extender el período de reembolso a 18 meses.

Ayuda de recuperación temporal hasta 18 meses. Se otorga como continuación de la ayuda de rescate tomando un préstamo adicional o como préstamo independiente, es decir, que no tomó la ayuda de rescate. Este apoyo es para mipymes que tienen plan de reestructuración y necesitan liquidez.

Ayuda de reestructuración. Destinada a empresas que no puedan soportar la reestructuración por sí mismas pero que tienen un plan para ello, el cual incluye las medidas necesarias para restaurar la viabilidad de la empresa. Las grandes compañías solo acceden a esta ayuda. Al final, si las empresas cumplen, se condona los préstamos.

Adicionalmente, las zonas económicas especiales invierten en start ups (jóvenes empresas innovadoras) para que hagan innovaciones que contribuyan a superar el covid. La salud es un sector de servicios y de industrias de medicamentos, equipos y dispositivos, de la política industrial. Las start ups han sido decisivas en producir rápidas innovaciones, además las protegen porque son las empresas del futuro, y si son abandonadas billones se pierden para siempre.

Los recursos del estado son del Fondo Nacional de Desarrollo y del Centro Nacional de Investigación y Desarrollo, y el operador es la Agencia de Desarrollo Industrial. Los ministerios de Desarrollo, y de Emprendimiento y Tecnología, están al frente de la crisis.

El país lleva 27 años de un proceso sostenido de reestructuración. Entonces, el covid ha sido una oportunidad adicional para seguir su proceso.

La economía de Colombia ingresa a la UCI

Si comparamos las medidas del país X con las de Colombia, la diferencia es abismal. Ni el gobierno ni los empresarios han pensado algo parecido porque les falta visión y voluntad política, y de pronto porque tampoco tienen capacidad técnica dada la ortodoxia en la que están encapsulados hace treinta años.

En tres meses no ha habido intento claro y decidido para hacer algo parecido al país X, y si se llega a considerar esa posibilidad, tendrían que suceder dos cosas: barrer medio gabinete y formatear el disco duro de las cúpulas gremiales y empresariales.

El país X tiene una política industrial que combina sectores estratégicos que impulsan la productividad y las exportaciones, y acciones horizontales de apoyo general al sistema productivo para mejorar su competitividad. Colombia solo tiene las segundas. El país X tiene sectores que son campeones nacionales con instrumentos específicos por lo cual saben desde donde relanzar la economía. En Colombia no hay campeones nacionales, todos los sectores son iguales, por eso la mayoría son perdedores internacionales, la productividad negativa, y las exportaciones escasas.

En lo institucional hay diferencias monumentales. Mientras en el país X el peso de la reestructuración recae en dos ministerios y los recursos provienen de un fondo nacional de desarrollo, en Colombia el rey es el ministerio de Hacienda, más varios ministerios subalternos e instituciones desarticuladas, y una cantidad de fondos menores que al final nadie sabe cuál es la cantidad de los recursos contra el covid. Las medidas se toman día a día para ver si resulta barata la crisis, y porque además se quiere que la economía sea la misma de ayer, lo cual es una fatal equivocación.

En Colombia el nivel de respuesta de las start ups es lento, recién Innpulsa, Connect Bogotá y otras instituciones acaban de cerrar una convocatoria con iniciativas para el covid. Y cuando hay resultados positivos como los logrados en la Cienciatón del MinCiencias, la ineficiencia conduce a un interminable proceso de pruebas protocolos pruebas protocolos, mientras tanto no llegan las importaciones para el sistema de salud pero tampoco hay producción nacional.

En Corea, una start up hizo en tres semanas, diseños, pruebas y protocolos de los kit de testeo rápido, y en la cuarta estaban en el mercado. En Brasil, una start up está fabricando los primeros mil ventiladores y producirá 10.000 en los siguientes tres.

Colombia ha perdido tres meses para hacer algo inteligente, prometedor y disruptivo. Al covid no se puede enfrentar sin perspectiva de futuro. El desempleo está en el 20 y va para el 30%, la informalidad subirá al 70% o más. El covid está represado por falta de pruebas. Hacen cuarentenas pero no hacen desarrollo. Quitan cuarentenas y no saben a dónde ir.

Cómo salir de la UCI

Diseñar una estrategia de respuesta rápida de largo plazo para reinventar el sistema productivo, de innovación y emprendimiento desde una mirada heterodoxa y propia, a través de una acción combinada entre una nueva visión de desarrollo productivo y lo que sirva de la misión de ciencia, tecnología e innovación. La actual política productiva no funciona, y la de investigación no existe.

La estrategia tendría tres acciones cada una de las cuales debe tener como centro el desarrollo productivo, la ciencia y la tecnología, y entorno a ellas, la educación, el emprendimiento, la sostenibilidad ambiental, los territorios, la equidad y la política macroeconómica. Se arma un potente sistema productivo y de innovación que necesita un sistema de invencido que se puede restablecer la economincentivos distinto al actual.

  • BIO: agricultura y agroindustria para una revolución del campo; e industrias y servicios para la salud, porque el covid se irá pero vendrá otro peor. Esta es la estrategia de choque.
  • DIGITAL: Industrias 4.0, robótica y electrónica que impacta la anterior y la siguiente.
  • SISTEMA DE MOVILIDAD con infraestructura y energías alternativas.

La educación superior de los estratos 1, 2, 3 y 4 debe subsidiarse en los siguientes tres semestres porque la pérdida de capital humano puede ser peor que la pandemia, peor que la pérdida de empleo y peor que el aumento de la pobreza. Superar la informalidad debe ser objetivo central de la estrategia.

Como veo al gobierno y demás actores apendejados, diría el alcalde de Cartagena, a Colombia la salvará la benevolencia del covid y no su gobierno ni clase dirigente.

@AcostaJaime


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