Edson Arantes do Nascimento, o como lo reconocemos en el mundo entero, Pelé. Logró tres campeonatos mundiales de fútbol, consagrándose con su selección de Brasil como el primer equipo que en su momento se lleva para siempre la Copa Mundial Jules Rimet, ya que, en ese entonces, el país que la ganara en 3 ocasiones, tenía el derecho de guardarla, razón por la cual el trofeo tuvo que cambiarse por uno nuevo para 1974. Nadie ha hecho algo similar. En el año 2000, Pelé fue elegido con gran justicia como el mejor futbolista del siglo, y con su partida, se nos va talvez el último ícono relevante de lo que fue el siglo XX. Siempre jugó en América, principalmente en el Santos de Brasil, nunca en Europa, se retira oficialmente en 1977 jugando para el Cosmos de la naciente liga de los Estados Unidos. Con todo y su palmarés, y por los tiempos en que vivió como jugador activo, admitió en su momento que su fortuna no vino precisamente del fútbol, sino más bien de sus patrocinios y negocios fuera de las canchas, tanto así, que deja un patrimonio neto que alcanza los 100 millones de dólares aproximadamente, aquí algunos retazos del origen de su vasta fortuna.
Estuvo muy bien asesorado, a diferencia de algunas grandes glorias del deporte colombiano, por no mencionar a nadie, ya que gran parte del dinero que Pelé obtuvo como jugador profesional de fútbol, lo invirtió en bienes raíces. Sin hacer énfasis que también desde el 2014 recibía una pensión mensual, donde el mismo Pelé decía sentirse satisfecho, ya que, según él, pagaba la mitad de las boletas en el cine y el transporte público no lo tenía que pagar. Pero sigamos hablando de su real fortuna.
Pelé logró hace muchos años comprar por menos de $100.000 dólares una mansión en los Hamptons de Nueva York, la cual al valorizarse logró venderla en casi 3 millones de dólares en 2008. Aunque se retiró del futbol profesional en los años setentas, luego de tres mundiales ganados en México y con más de 1000 goles en su marca personal, Pelé siguió generando ingresos.
Realizó trabajos de representación y patrocinios de marcas, a través de los cuales recibió una gran cantidad de dinero. El exfutbolista lideró y colaboró en múltiples campañas de publicidad de diversos temas, demostrando que se mantenía vigente a pesar a estar alejado de las canchas. Como se mencionó, él mismo admitía que no se había hecho rico con el fútbol, como lo hacen hoy en día, ni mencionemos los salarios de Messi, Ronaldo, Neymar o Mbappé, solo por hablar de algunos, recordemos que Pelé viene de la era anterior a Joao Havelange y Joseph Blatter, a quienes se les atribuye el gran salto de la FIFA hacia el mercantilismo, para la muestra, el último mundial, pero desde esa época, Pelé comenzó a internacionalizar este deporte, donde las grandes marcas comenzaron a aprovechar esa fama para hacer más global los alcances de las mismas. Para él, lo importante era no involucrarse con campañas relacionadas con política o religión.
Así es como Pelé logró acumular una millonaria fortuna. Pudo darse una vida de lujos ya que ha sabido invertir bien su dinero. Es por lo que después de su retiro, ya en 1978, Pelé realizó múltiples comerciales para anunciar por ejemplo marcas de café, las famosas motos Honda, las consolas de vidoejuegos Atari, las baterías Rayovac, una marca de trajes para caballero, un tónico para la salud, entre otras. Incluso realizó un segundo comercial de Atari donde alternó con la entonces estrella de los Lakers de Los Ángeles, Kareem Abdul-Jabbar y al piloto Mario Andretti, campeón de la Fórmula 1 en 1978.
Mientras que en los años 80 alternó con la estrella infantil, Xuxa, para desear feliz Navidad, en nombre de un agente inmobiliario, Francisco Xavier Imóveis.
En 2002, Pelé también fue la imagen publicitaria de una campaña con la farmacéutica estadounidense Pfizer, llamada “Pfizer Love Life Again”, para promover el “Viagra”, como tratamiento contra la disfunción eréctil. Su mensaje iba enfocado en recuperar una vida amorosa saludable física y emocionalmente.
En 2010, Pelé, Diego Armando Maradona y Zinedine Zidane participaron en una campaña para la marca Louis Vuitton, Para el 2008, Pelé firmó contrato con el banco español Santander, al patrocinar la Copa Libertadores, hasta el 2012. La institución bancaria lo contrató como imagen del torneo y viajó con el trofeo por todo el continente.
En el 2013, La marca de comida rápida norteamericana, Subway, buscó a Pelé como su nuevo embajador, junto con otras estrellas del deporte mundial como Michael Phelps y estrellas de la NFL.
Incluso, apareció como invitado en la famosa serie animada de Fox, Los Simpsons, donde aparece su caricatura, previo a un partido México vs Portugal y saluda a los aficionados mientras ofrece una línea de papel encerado y a cambio recibe una bolsa de dinero, haciendo una parodia sobre su facilidad para realizar comerciales. Y así entre muchas más campañas, Pelé logro estar en el Top of Mind de muchos de nosotros por décadas, siendo siempre un referente del fútbol mundial y nos enseñó cómo lograr negocios de representación de marcas con mucho estilo y calidad. Lo cual no cualquiera puede alcanzar.
Vivió literalmente como un Rey, amigo de muchos, odiado también por otros, como algunos famosos. Fue figura ejemplar, dentro y fuera de la cancha dicen muchos, lo cierto es que todas y cada una de las marcas que estuvieron con él, no tienen queja alguna. Estoy de acuerdo que, gracias a él, el fútbol se globalizó, llegó a la era de las grandes marcas, mayores patrocinios y también fue la gran inspiración para muchos jugadores futuros, que lo siguen admirando hasta hoy. Fruto de un país con una clara política hacia el deporte, con la mentalidad ganadora desde la cuna, porque tienen claro que esto genera progreso. Brasil hasta la fecha, sigue siendo potencia futbolística en el mundo, como lo es Argentina, para dar ejemplos de nuestra región. ¿Para cuando esas claras políticas que van más allá de la venta de taquilla o camisetas en nuestro país? ¿Tendremos alguna estrella del deporte que tanto amamos a nivel mundial? Por ahora, no comparemos, Pelé solo hay uno, y con o sin fortuna, siempre será el Rey.