La UNGRD, un debate tomado por las ramas y no por la raíz

Nada se solucionará en la Unidad Nacional para la Gestión de Desastre (UNGRD) si no se aborda el debate como un problema estructural y se deja de mirar cómo hasta el momento se ha hecho, es decir por las ramas.

La UNGRD debe ejecutar recursos no como normalmente lo haría una entidad del Estado, es decir, siguiendo las reglas de la Ley 80. Esta debe operar de manera inmediata y atender los riesgos por desastres naturales con premura, y es aquí donde más de uno aprovecha para hacer de las suyas.

Fuentes me confirmaron que desde que se creó la UNGRD, los gobiernos que han acudido a ella, no lo han hecho para solucionar los temas de riesgos por desastres naturales sino más bien para utilizarla como la caja menor del Palacio de Nariño, por tanto, no sería extraño que en esta ocasión sus recursos se los haya tomado para pagar favores políticos.

Es por lo anterior, que el Congreso de la República en lugar de estar discutiendo por definir el partido político y el gobierno que ha batido el record en corrupción, debería pensar en expedir una ley que permita reformar la UNGRD para que no continúe convertida en la puerta de entrada para que más de un avivato haga de las suyas.

No estoy diciendo que no se deba exigir al Gobierno Petro las explicaciones por los hechos de corrupción denunciados recientemente, por supuesto que el Ejecutivo está en la obligación de darlas, pero tampoco se puede pretender que el Legislativo se paralice y no se tramiten los temas pendientes como lo pide la oposición, entre otras porque estos partidos (Centro Democrático y Cambio Radical), son los menos indicados para dar cátedra de moral y buen comportamiento político.

Estoy seguro que sí en el hipotético caso de que Álvaro Uribe Vélez le ordenara a su bancada del Centro Democrático, “votar los proyectos mientras lo meten a la cárcel”, ellos no dudarían en hacerlo, y no les importaría que la instrucción los lleve como oveja al matadero.

Tampoco dudo que, si Germán Vargas Lleras ordena a Cambio Radical dejar de discutir tanto y dedicarse a trabajar para que casos como el de la UNGRD no se repitan, sus senadores y representantes abordarían este debate con la seriedad que se requiere.

Una vez más se demuestra que la corrupción no respeta ni fuerza política ni mucho menos ideologías, que esta se puede colar en cualquier proyecto político, basta con que se abra la puerta para que haga de las suyas, y es por esto que quienes hoy posan de limpios y puros, así en el pasado hayan vestido con ropa sucia y manchada, cojan el toro por los cuernos y de una vez corten el árbol por la raíz y no por las ramas como suele hacerse cada vez que esto sucede.

Cambiando de tema, Claudia López debería ser sincera con el país y confesar que, con el show de su salida de la Alianza Verde, lo que está haciendo es ambientando el escenario para pedir la escisión del partido en la próxima asamblea de la colectividad e irse a otro movimiento con las curules que ayudó a elegir.

Oscar Sevillano

@sevillanojarami