Hace unos días estuve en Brúcelas, en funciones como Parlamentario Andino, en donde pude constatar la necesidad que tenemos en América Latina y el Caribe de crear un bloque real, más allá del papel, que permita la integración de nuestros países y nos haga llegar al siguiente nivel en términos económicos, educativos y de desarrollo, tal como ha pasado con la Unión Europea, cuya integración ha sido real y hoy por hoy tienen grandes indicadores que respaldan su apuesta, como uno de los PIB más sólidos a nivel mundial.
Actualmente, con su modelo la UE es el mayor bloque comercial del mundo. Es la primera exportadora mundial de productos manufacturados y servicios, y el mayor mercado de importación para más de cien países. Gracias a la estandarización de la moneda, alrededor de 341 millones de personas usan el euro a diario en 19 países y ha permitido eliminar el riesgo de fluctuación monetaria, los costos de cambio, y en consecuencia ha fortalecido el mercado único para el beneficio de toda la población.
Uno de los hechos más importantes de esta integración es el hecho de que sus ciudadanos gozan de libertad para que sus habitantes vivan, estudien o trabajen en cualquier lugar de la UE lo que les ha permitido aprender y tener una multiplicidad de idiomas, pero también ha logrado que sus ciudadanos puedan estar libres entre todos los países en asuntos laborales y sociales.
En contraste, en América Latina y el Caribe no se ha logrado una integración real, no hay una estandarización de la moneda lo que hace que la negociación sea más complicada por los problemas cambiarios que se tienen, además cada país tiene unas normas de negociación, políticas y sociales; no tenemos beneficios, por ejemplo, en temas de educación que les permitan a nuestros ciudadanos potenciar sus habilidades.
Mientras que a nivel mundial la mayoría de los flujos comerciales ocurren entre socios regionales, en América Latina y el Caribe solo el 20 % de las exportaciones tiene a la región como destino. En los países de la Unión Europea y la región de Asia Oriental y el Pacífico las exportaciones intrarregionales representan el 60 y 50 %, respectivamente, del comercio.
Si tomamos el ejemplo de la Unión Europea y hacemos una verdadera integración para América Latina y el Caribe podríamos pasar a ser una región sólida con capacidad de creación, exportación y fuerte en aspectos financieros que nos permita negociar en igualdad de condiciones con otras regiones y, ese es precisamente uno de mis compromisos como Parlamentario Andino y Representante a la Cámara que trabajaré por conseguir y hacer de Colombia y la región un lugar potencial.