Señoras que ya no cumplirán los treinta, infantilizadas y desagradables que aún no ha madurado, que se tocan sus partes íntimas delante de todo un auditorio en prime time, futbolistas que hacen lo mismo cuando marcan un gol y quieren aleccionar a la afición contraria, jóvenes que escupen un “me la pela” o “de chill” a sus padres pensando que son sus colegas, que visten en chándal y si usan un zapato de cuero les sale urticaria. Ministras de un gobierno que hacen gestos obscenos y desagradables a la bancada de la oposición, ministros que contestan con desprecio, diputadas que se creen más por estar sentadas en un parlamento y se olvidan de a quién representan, presidentes que se acobardan y mienten una y otra vez, una y otra vez.
Redes sociales de gente anónima que sueltan su bilis como si eso fuera su ansiolítico. Presentadoras de televisión que le hacen masajes a un gobierno que no puede gobernar. Imputados que dan entrevistas y avivan la vuelta al circo que es la política española actual. Feministas que alardean de serlo e igualan en una misma balanza al hombre que quiere ser mujer y a la mujer que sufre violencia, como si ambas fueran igual de víctimas, políticos sin norte, caricaturas de un patán a pecho descubierto y cadena plateada que se hurga el oído mientras te habla. Gente que habla de sexo, de putas y drogas como quien cuenta las manzanas que caen de un árbol, jovencitas que se piensan que las prostitutas son pobres y ellas, que venden su vida y fotos en Only Fans, son modelos con clase, señoras que nunca se han amado a sí mismas y pretenden que un político sobón las respete y trate con cariño, hombres anónimos que acuden en tromba al llamado sexual de una joven o de un marido que vende a su mujer…
Todo esto es zafio, feo, inmoral, vulgar, tosco, chabacano, ordinario… como el chándal de la que vende romero y tiene el pantalón lleno de bolitas provocadas por el desgaste, el uso excesivo, el poco cuidado, el sobe.
¿En qué momento se perdió el decoro, las formas, las buenas maneras, la cortesía? ¿Cuándo comenzó la gente a perderse el respeto a sí mismos? Porque no se engañen al final tanta mala educación, tanta ordinariez no es más que una falta total de amor propio, de respeto a uno mismo y autocontrol. ¡Ay! Esa corteza prefrontal…
Noto que se hace necesario volver al buen gusto, a mantener las formas, a enseñar educación, urbanidad, buenas maneras… Toca volver la mirada a la Belleza, descubrirla en lo mucho, y en lo poco, es el momento de intentar emularla, buscar la verdad y rechazar la mentira, la propia y la ajena, sin excusas, sabiendo que el reconocimiento de un error propio nos fortalece. Tal vez a ustedes ya no les sorprenda o quizá vivan en un entorno cuidado y medido donde cada uno muestra en su mejor versión. ¡Qué suerte la de ustedes!
Amigos ese slogan de “sé tú mismo” al estilo Mr Wonderful es lo peor que nos ha pasado en este siglo. No, nadie quiere se seas tú mismo, yo quiero que seas mejor, que delante de mí seas tu yo mejorado, porque lo normal y deseable es que cada uno sea y dé lo mejor de sí ante los demás. Todo lo demás, señores, es mala educación venga de quien venga, haga gracia o no, y la mala educación ya hemos visto que nos lleva a lo zafio.