Estamos arribando a un fin de año turbulento. Precisamente por eso no es fácil seleccionar los diez acontecimientos que marcaron una agenda política cargada de noticias diarias, unas, reveladoras de variables estructurales heredadas de nuestra historia republicana, y otras, de las confrontaciones y disputas por promover o atajar cambios y transformaciones entre las fuerzas progresistas en sus distintas expresiones, versus los sectores retrógrados y conservadores de todos los pelambres.
Una de las noticias mas esperadas en el mundo político y judicial comenzando el 2024, fue la elección de la nueva Fiscal General de la Nación, que ocurrió en el primer trimestre luego de varios meses de deliberación en la Corte Suprema de Justicia. El Presidente Gustavo Petro, en un hecho sin precedentes había sorprendido con una terna de tres mujeres, de destacados pergaminos académicos y de probada independencia respecto al gobierno. Con la elección de Luz Adriana Camargo, se puso fin a la era del Fiscal Francisco Barbosa, quien leal a su militancia uribista, había convertido el organismo investigador en una trinchera política desde donde ejerció como un opositor al gobierno Petro.
En segundo lugar, este 2024 también nos dejó la elección en la Cámara de Representantes de otra mujer, esta vez, al frente de la Defensoría del Pueblo. El Presidente repitió la formula con tres mujeres de amplia trayectoria en la defensa de los derechos humanos. La designación de Iris Marín promete recuperar y consolidar el papel de este organismo creado en la Constitución del 91 en la promoción y protección de los derechos humanos y de la normatividad humanitaria. La tercera noticia corrió por cuenta del Senado de la República quien hizo lo propio con la elección del nuevo Procurador General Gregorio Eljach, cerrando el ciclo polémico de Margarita Cabello, quien tampoco pudo ocultar sus simpatías políticas en el ejercicio de su cargo. En cuarto lugar, en este año que agoniza se superó la interinidad en la Contraloría General de la Republica con la elección de nuevo por el Congreso de la Republica en pleno de Carlos Hernán Rodríguez, cuya primera elección había sido declarada nula por el Consejo de Estado.
La quinta noticia, no menos importante, que ha marcado el debate publico en estos 12 meses tiene que ver con el escandalo de corrupción develado en el “gobierno del cambio” que tuvo como epicentro la históricamente cuestionada Unidad Nacional de Gestión de Riesgos de Desastres. Olmedo López y Sneyder Pinilla han sido los protagonistas de una trama judicial que arrastró a varios funcionarios y congresistas hoy procesados por la justicia. Estos dos personajes traicionaron la confianza del Presidente de la Republica y las banderas de la decencia publica tan caras a todo proyecto progresista y de cambio. Terminaron atrapados en las redes de corrupción que han capturado desde su creación a esta entidad destinada a atender a las comunidades afectadas por las emergencias y desastres agravadas por el cambio climático.
En sexto lugar, el Presidente de la Republica destapó un episodio de espionaje a gran escala y de alto calibre ocurrido en el Gobierno de Iván Duque. Las revelaciones de la adquisición del software “Pegasus” por parte de la Policía Nacional, con el apoyo de funcionarios y dinero en efectivo estadunidense, en un episodio opaco y truculento que compromete a los fabricantes israelíes de este sofisticado instrumento de chuzadas electrónicas, sigue siendo una “papa caliente” que la justicia debe esclarecer.
El séptimo acontecimiento de enorme trascendencia para el liderazgo mundial de Colombia en la protección de la vida y la lucha contra el cambio climático es, sin duda, la realización en Cali de la COP16. Un encuentro en el que además de mostrar de nuevo al planeta nuestra rica biodiversidad, dejaron importantes compromisos de los países convocados y asistentes en la protección de la biodiversidad del planeta.
La octava noticia tiene que ver la descentralización y la autonomía. Un asunto que concentró la atención de la opinión publica fue el tramite y aprobación en el Congreso de la Republica de la reforma constitucional a las transferencias territoriales, primer paso a un debate sobre una ley de competencias entre la nación y las regiones que ocupará seguramente la discusión política en el próximo año. No exageran quienes dicen que esta es la reforma al Estado Colombiano mas importante desde la Constitución de 1991.
En noveno lugar, podemos mencionar el debate sobre una de las reformas mas importantes en la era Petro, la reforma a la salud, que, junto con la reforma pensional y laboral, constituye la trilogía de transformaciones sociales desde una perspectiva de los derechos de los trabajadores y ciudadanos. Luego del hundimiento en el Senado de su primera versión, ahora avanza el nuevo proyecto de ley en la Cámara de Representantes, en medio de tensiones y forcejeos con los defensores de los negociantes de la salud. Le espera un trámite difícil en un Senado mas hostil frente al gobierno y mas resistente al cambio, que hundió sin sonrojarse la ley de presupuesto del 2025, la ley de financiamiento y la reforma política, todas de iniciativa del Gobierno Petro.
Y en décimo lugar, la perla del bochinche y el negacionismo a los crímenes de Estado como los mal llamados “falsos positivos”, protagonizado por el energúmeno Representante Polo Polo. En el 2025 este acto en contra de la dignidad de las víctimas de crímenes atroces, seguramente será sancionado ejemplarmente, como corresponde en toda sociedad democrática. Le saldrá a este personajillo, expresión de la degradación del debate público, el “tiro por la culata”.
A todos mis lectores, una feliz navidad en casa y un 2025 lleno de prosperidad y progreso.