Hoy en día vivimos en una pequeña gran ‘caza de brujas’. Una telaraña de informaciones y desinformaciones en las redes sociales que realmente hace que vivamos en un ambiente de falta de libertades, fake news y, especialmente: desinformación.
La última víctima de esta nueva inquisición ha sido el candidato a la alcaldía de Bogotá, Miguel Uribe Turbay, sobre el execrable crimen de hace unos años a Rosa Elvira hubiera Cely. Uribe Turbay nunca culpabilizó de la muerte a la víctima, y mucho menos emitió un concepto jurídico revictimizante. Aun así, ha sido blanco de todo tipo de acusaciones en redes sociales, donde lo tildan de machista e incluso de odiar a las mujeres.
Esta campaña en su contra, que hemos leído y escuchado durante los últimos días, no son más que mentiras y acusaciones que buscan desacreditar la labor adelantada por Miguel Uribe durante los tres años en la Alcaldía para la garantía de los derechos de las mujeres en Bogotá.
Contrario a lo que dicen las imágenes, los trinos y los videos que han hecho para descalificarlo, Miguel Uribe no dio el desafortunado concepto jurídico sobre la muerte de Rosa Elvira con el que se le culpaba del crimen.
Ese documento lo emitió una abogada nombrada en la anterior administración en la Dirección Jurídica de la entidad, dos años más tarde de que la familia de Rosa Elvira demandara al Distrito por no atenderla oportunamente el 24 de mayo de 2012, cuando fue víctima de uno de los hechos más graves de violencia de género de los que se haya tenido conocimiento en el país. No importa, las fake news y la falta de ética en política de muchos no tiene límites.
Nada, absolutamente nada, tuvo que ver el candidato Miguel Uribe en eso. Su firma no estaba en dicho concepto jurídico porque esa dependencia es, como en todas las entidades, la responsable de la defensa jurídica de la entidad y los documentos mediante los cuales los abogados realizan esta defensa, no pasan por las manos del Secretario para su revisión o aprobación.
Contrario a lo que se ha dicho en Internet, cuando el concepto jurídico salió a la luz pública en 2016, Uribe -como la mayoría de los colombianos – manifestó su indignación y rechazo contra cualquier forma de violencia en contra de las mujeres e inmediatamente adoptó medidas dentro de la entidad.
No obstante, el caso llegó hasta la Procuraduría, luego de la solicitud realizada por algunas organizaciones de la sociedad civil, con las que se pidió al Ministerio Público la investigación al exfuncionario por los hechos mencionados.
Después de evaluar lo ocurrido en 2017, el organismo de control ordenó archivar la investigación disciplinaria que corría en su contra, por no encontrar injerencia alguna en la contestación de la demanda.
A Miguel Uribe Turbay le están cobrando algo que nunca dijo, y en lo que no tuvo absolutamente nada que ver; lo están condenando por las malas decisiones de una funcionaria con la que nunca tuvo relación.
La verdad se corrompe tanto con la mentira como con el silencio y por esa razón no es momento de callar, es momento de informarnos sobre los hechos que ocurrieron y frente a los cuales Miguel Uribe manifestó públicamente su rechazo y definió internamente las acciones para garantizar que nuevos hechos como estos no volvieran a presentarse en la Ciudad.
La desafortunada manifestación de la funcionaria en este concepto jurídico, no puede desviar nuestra atención de la diligente revisión de acciones que como ciudadanos debemos hacer en los programas de Gobierno que presentan los candidatos y cómo ellos garantizan una vida libre de violencias para las mujeres en la capital.
La verdad por encima de todo; la ética, en política, debería ser un valor inherente a las personas que ejercen cargos públicos, lamentablemente, muchos solo quieren intoxicar traspasando líneas rojas que deberían inhabilitarles.
Twitter: @Marcial__Munoz
