En el transcurso de una semana, los colombianos fuimos testigos de tres “trampitas” del uribismo enmarcadas en el Centro Democrático, para saltarse el cumplimiento de la ley, o para distraer la atención. Y yo me pregunto ¿de verdad creen que nadie se va a dar cuenta?
1. La laboriosa Cayita, que ahora todos niegan, haciendo trampitas
Juan David Laverde realizó en Caracol Noticias un extenuante reportaje, basado en más de 1.500 audios de interceptaciones a Cayita Daza, quien fuera asesora de Uribe, con salario pagado por el Congreso. Chismes, peleas internas y odios partidistas se hacen evidentes, y no pasarían de unas anécdotas que denotan la falsedad reinante entre los miembros del partido. Sin embargo, un dato que debe ser escandaloso, y que tendrán que explicar las autoridades del Centro Democrático, es la presunta desviación de más de mil millones de pesos que reunió el Ñeñe Hernández, pero ante la negativa de Luigy para recibirlos oficialmente en las cuentas de la campaña de Iván Duque, la solución es entregarlos al Partido Centro Democrático.
Es preocupante la naturalidad y obviedad con la que los participantes de la conversación asumen que pueden hacer la “trampita” y proponen que el dinero puede usarse en publicidad política, a pesar de exceder los límites a la financiación que establece la ley, simplemente entregandolos al partido.
Hoy muchos del Centro Democrático niegan las relaciones con el Ñeñe y pretenden disminuir el rol de Cayita, pero los audios son demasiado contundentes. Difícilmente el CNE revisará estas cuentas, y si hay delitos, difícilmente la Fiscalía investigará; pero ante los colombianos, es claro que se están usando trampitas para saltarse las normas sobre financiación.
2. Hernán Prada en la Comisión de Acusaciones, otra trampita
Esta semana, el congresista Ricardo Ferro renunció a la Comisión de Acusaciones de la Cámara. Aunque he tenido profundas diferencias con Ferro mientras fue presidente de la Comisión (de la que yo soy parte como representante del Partido Verde) debo decir que fue un presidente diligente en su paso por la Comisión; procuró repartir los casos entre los diferentes partidos de forma equitativa, y se esforzó por darle periodicidad y continuidad al trabajo de la Comisión. Sin embargo, me atrevo a adivinar que le dieron la orden de renunciar para darle el puesto a alguien más cercano a Uribe.
En su reemplazo, el Centro Democrático propuso al congresista Alvaro Hernan Prada. Ante esta postulación, yo denuncié en la Plenaria que esta nueva jugadita del Centro Democrático era una falta de respeto y de ética. Si bien, Alvaro Hernan Prada no ha sido condenado, la realidad es que actualmente está siendo investigado por la Corte Suprema por delitos de alta gravedad para la democracia y la justicia, tales como la compra de testigos, delitos que cometió presuntamente en compañía o en provecho de Uribe. Uribe ya logró escapar de la competencia de la Corte Suprema (en otra jugadita, que había jurado que jamás ocurriría).
Pretender hacerse nombrar como miembro de la Comisión de Acusaciones es precisamente una jugadita para presionar indebidamente a los magistrados de la Corte Suprema, pues la Comisión de Acusaciones es el juez natural de todos los magistrados de altas cortes, incluidos los que hoy en día investigan a Alvaro Hernan Prada. El Centro Democrático postula a su representante más investigado, para intimidar, pasando por encima de otros congresistas de su propio partido que tienen mucho más mérito, y hojas de vida intachables, que podrían ocupar este puesto en la Comisión.
3. El Referendo de Uribe, remasterizado y “amazonizado”
En la noche del domingo, justo cuando salieron en Caracol las grabaciones de Cayita, Uribe vuelve a lanzar la idea de un referendo, pero ahora potenciado y remasterizado. Lo titula “Cuidemos la Amazonia”, y de 14 puntos, solo uno habla de “Protección remunerada de los Ecosistemas Estratégicos como la Amazonía”. El núcleo esencial consiste en las dos apuestas uribistas más importantes: reformar las Altas Cortes, a una sola “o dos” como dice ahora Uribe; y la eliminación o reforma de la JEP. Los demás puntos, que trataré en un video a detalle, son propuestas inviables, o inservibles, pero que de forma muy efectiva le sirven para decorar su idea remasterizada de Referendo.
Es claro que al Centro Democrático le perturba que la Corte Suprema no esté bajo su control, como otros supuestos contrapesos como la Fiscalía o la Procuraduría. Conscientes de sus mayorías parlamentarias, buscan modificar las entidades que se escapan de su tóxica influencia. Por eso proponen una Corte única, y un Congreso más pequeño. Todo para que se pueda transar y contaminar de la tradicional politiquería, y para proteger sus más mezquinos intereses.
Los temas que podrían importar a los ciudadanos de a pie, tales como el ingreso solidario, el bono pensional, la gratuidad de la educación y la protección de la Amazonia, todos son temas que se pueden resolver con una ley normal, o incluso con una decisión del Presidente Duque. Ninguno de estos temas requiere una reforma constitucional ni un referendo popular.
Obviamente Uribe es muy hábil para engañar incautos, y mezcla sus intereses personales con anhelos de la ciudadanía, para darle un maquillaje de legitimidad, de preocupación social y popular.
El Presidente Duque y las mayorías parlamentarias tienen hoy en día todo el poder para tramitar de urgencia los proyectos de ley que se les venga en gana, pero claramente ninguno de esos ha sido para proteger la amazonía, ni para tener educación gratuita. Incluso esta semana, en Comisión Séptima, mis colegas negaron una propuesta para ampliar el subsidio a los adultos mayores, siguiendo indicaciones del Gobierno. Así que yo les propongo que dejen la hipocresía, y sean capaces de defender sus posiciones reales y sus valores reales.
Afortunadamente Colombia despertó, y las encuestas lo reflejan claramente. Ahora necesitamos que esa inconformidad ciudadana se convierta en votos, y no para Petro o para el que diga Uribe, sino para una alternativa de centro realmente democrática y respetuosa de los valores de nuestra Constitución. No podemos seguir viviendo con la hipocresía de los extremos, especialmente del Centro Democrático con sus trampitas.
@MauroToroO, Congresista. Partido Verde