Llegó la hora de la verdad y los colombianos lo saben, este domingo el país tiene una nueva cita con la democracia, en esta oportunidad, para elegir a los nuevos congresistas que asumirán funciones legislativas a partir del próximo 20 de julio.
Pero los electores también tendrán la responsabilidad de elegir voluntariamente los candidatos presidenciales en las respectivas consultas interpartidistas.
Estás elecciones del 13 de marzo son de suma importancia porque, en primer lugar, se elegirán a los nuevos Senadores y Representantes a la Cámara que tendrán a cargo en los próximos cuatro años hacer leyes, adelantar debates de control político y reformar la Constitución cuando haya lugar.
Los nuevos congresistas que llegarán al Capitolio Nacional deberán ser hombres y mujeres de excelsas calidades, con hojas de vida y trayectorias impecables, pues el recinto de la democracia requiere de los mejores para que representen la voluntad popular de sus electores.
Ojalá los ciudadanos entiendan que, se debe elegir a gente decente, honesta, joven, que quiera sacar adelante a este país, con nuevas ideas, que transformen a Colombia con buenas reformas, que oxigenen la política y que le apuesten a generar iniciativas en favor del pueblo y no se dediquen a legislar para los poderosos de este país y las multinacionales.
Hoy el país está hastiado de la corrupción que carcome a las entidades del Estado, los corruptos según cifras de la Contraloría General de la República se embolsillan al año más de $50 billones (con b larga) de pesos, sin el menor sonrojo.
Ojalá los electores que asistan a las urnas este domingo castiguen a los corruptos, que no los premien reeligiéndolos, porque como bien sabemos, en esta contienda hay candidatos de todos los colores y sabores, hay quienes ofrecen esta vida y la otra, hay los que reparten dádivas, los que ofrecen puestos y desde luego los que compran votos y es tan corrupto como el que da, como el que recibe. Acabemos con ese círculo vicioso y ¡elijamos bien! No votemos por gente que desangra el patrimonio público, que se roba los recursos que son sagrados en apartadas regiones como Chocó, a cambio de pedir coimas y extorsionar a sus funcionarios, no votemos por gente con antecedentes de escándalos graves de corrupción o que tengan vínculos con la mafia o grupos al margen de la ley, no votemos por congresistas que solo van a calentar el puesto sin proponer absolutamente nada, no votemos por bandidos.
Votemos por gente nueva, con capacidades profesionales y trayectoria impecable para ocupar estas curules, votemos por gente que promueva iniciativas sanas que traduzcan bienestar y calidad de vida para los colombianos.
El momento llegó y es ahora, tenemos que empezar a cambiar las viejas prácticas en la política, tenemos que acabar con la corrupción, tenemos que cerrar el círculo de elegir a congresistas que van a lucrarse y a buscar su interés personal, más no el interés general de la gente, no votemos por quienes van a defender sus empresas.
Por favor, abramos bien los ojos, marquemos la diferencia este domingo, elijamos a los mejores, evaluemos sus propuestas, investiguemos sus hojas de vida, y a conciencia votemos por quienes nos representen mejor.
En mí caso, votaré por el joven Gustavo García, candidato al Senado por la Alianza Verde – Centro Esperanza, él me representa y también es la esperanza de miles de colombianos que quieren cambios, que quieren un senador que defienda las causas sociales, que asuma la defensa de los campesinos, de los pequeños y medianos empresarios, de los estudiantes, de los indígenas, líderes sociales, afros, usuarios de los servicios públicos, un senador que tenga sensibilidad social, que se ponga en los zapatos de los colombianos del común, un legislador que defienda y promueva el producto nacional, el proceso de Paz y el cambio que necesita Colombia.
Salgamos masivamente a votar, pero votemos bien, no elijamos corruptos, ni bandidos, votemos por gente que verdaderamente represente un nuevo modelo en la política.
Votemos por la Renovación desde el Conocimiento.