Los vínculos del narcotráfico con la política son tan viejos como el medio siglo que lleva Colombia produciendo y exportando marihuana, cocaína y heroína.
Los escándalos del presidente, de la vicepresidenta y de un innombrable, por amistad, por lavado de activos, y por toda la operación del narcotráfico con el paramilitarismo en los últimos veinte y cinco años, es probamente el punto más alto del acceso del narcotráfico y de la corrupción al poder de la nación. Es un momento de riesgo institucional. Es el estado contaminado por la ilegalidad. Cuando el presidente ganó las elecciones alguien dijo que será un presidente de dos con cinco pero la corrupción será de cinco. Dicho y hecho.
La paz vuelta trizas es la cortina de humo que tiró un partido innombrable para distraer sus antecedentes de violencia, ultraderecha y corrupción. La paz vuelta trizas se expresa en el asesinato sistemático de líderes sociales y de excombatientes a una velocidad vertiginosa y espantosa como si se quisiera acabar con una especie. El presidente y su gobierno callados, o si hablan, desinforman.
Llegó el escándalo de la amistad del presidente con el Ñeñe Hernández, asesinado cuando las grabaciones de esa amistad en los días de la campaña presidencial, estaban en camino. Escandalizaban las chuzadas a opositores del gobierno y de un innombrable partido. Espantaban la célula torcida de la inteligencia del ejército que al ser descubierta dejó claro porque asesinan líderes y excombatientes y no se ve un soldado o un policía actuando en esas periferias ocultas y olvidadas, y porque la célula parece que también trabajaba para un personaje innombrable.
En medio de esa pandemia de corrupción y muerte llegó el covid, el gobierno se concentró ahí, olvidó lo demás, pero resulta que el virus ha sido buena persona con Colombia, entonces la golpea con baja intensidad, por eso la serie el Matarife la ven miles, y los escándalos por corrupción política han vuelto a rebrotar, están en los noticieros, y esta vez el personaje es la vicepresidenta que le reza a todos los santos.
Se hizo pública la investigación de Insight Crime sobre los negocios del narcotraficante Nene Fantasma con el dueño de la constructora Hitos Urbanos, esposo de la vicepresidenta, a su vez socia de forma y de fondo como quedó en evidencia en la entrevista que María Jimena Duzán le hizo al investigador inglés en Semana en Vivo el 16 de junio. Pero días atrás se supo que ella escondió a Colombia que su hermano menor fue un narcotraficante, ahora en libertad, y que nadie sabe dónde está ni a qué se dedica. Después de esa destapada nadie dijo nada en el alto gobierno ni en los medios de su corriente. Ahí vamos, porque la novela de narcotráfico, muerte y corrupción, nunca termina en Colombia.
La reactivación de los televisores
Los tres días sin IVA que el presidente tenía en su plan de desarrollo para realizarlos en un año, los concentró en un mes: junio 19, julio 3 y julio 19. Entonces, en el día con más muertos y contagiados por el covid, se hizo el primer día sin IVA. Lo que ocurrió, fue alucinante.
Millones salieron a las calles a comprar televisores y en menor cantidad, computadores, celulares, electrodomésticos y un poco de ropa. Era de película ver como salían los carros de las grandes superficies llenos de televisores. Los demás productos electrónicos, por su tamaño, eran poco visibles. Y los que nunca se vieron fueron lavadoras y neveras, porque se entregan a domicilio.
¿De dónde salieron tantos vulnerables a comprar objetos que en esas cantidades solo compran los que más plata tienen? De las economías ilegales, de algunos vulnerables que no han sido tan vulnerables, y de unos pocos de los estratos de más altos ingresos. Lo que importaba era vender y vender.
¿Quiénes se beneficiaron?
Las grandes superficies y demás comercios legales, porque salieron de inventarios e hicieron caja. Pero ninguno contrató personal para ese día ni para los siguientes, porque la demanda se volverá a encoger hasta el 3 de julio, segundo día del IVA covid, cuando harán más caja y continuarán saliendo de inventarios.
Los importadores que no generan nuevos empleos, porque tenían existencias y recibirán lo que les debían.
Algunas empresas nacionales que fabrican telas, prendas de vestir y electrodoméstico. Pero esos fabricantes también salieron de inventarios y también hicieron caja, pero poco de nuevos empleos y nuevas producciones.
Las multinacionales fueron las que vendieron televisores, neveras, lavadoras, computadores, celulares. En Corea, China, Tailandia, Malasia, Japón, y en otros países, estarán felices y agradecidos con el país de las economías ocultas.
¿Quiénes perdieron?
La cuarentena. Si el covid no está terminando su ciclo de vida, la pandemia se disparará, aunque los resultados de estos días los conoceremos después del 3 julio, segundo día del IVA covid.
El estado dejó de recibir un billón de pesos por el no IVA, muchos subsidios para los más vulnerables se perdieron porque más de cuatro millones de transacciones electrónicas se hicieron el 19, según Fenalco.
La economía pierde, porque no hay tal recuperación. No se generarán nuevos empleos, no volverán a contratar a los que echaron, no habrá nuevas producciones.
Los desempleados, porque la economía se contrajo 20% en abril, y por tanto el desempleo debe estar encima del 30%. Cifra que el gobierno aún no daba a conocer en el momento de escribir esta columna.
Colombia pierde porque esta “reactivación” no obedece a un plan serio de reestructuración de la economía pues se quiere volver a la vieja anormalidad y no construir una nueva normalidad.
Colombia es un país dividido entre sensatos y estúpidos. Entre decentes y corruptos. Entre legales e ilegales. Entre ingenuos y descarados. Entre el SI y el NO, pero hoy gobierna el NO a una nueva sociedad.
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