Por: Andrea Nieto


Andrea-Nieto-Miniatura En este país las tragedias familiares transitan por el narcotráfico, la guerrilla, los paramilitares, el lavado de activos y sus derivados como la corrupción. Es una sociedad que en concreto es tramposa, traficante y contrabandista.

Creo que la vicepresidenta debió haber contado la situación de su hermano. Muy difícil señalarla y exigirle una actuación u otra, si no se ha pasado por esos zapatos. Es claro que ella no cometió un delito. Sin embargo, su hermano fue juzgado y encarcelado. Por eso, creo que sus electores, tenían derecho a la información.

Sin embargo, me opongo a los argumentos que le endilgan doble moral. Creo que la lucha en contra del narcotráfico, que la vicepresidente Martha Lucía Ramírez ha ejecutado a lo largo de su carrera política, viene de haber visto a su familia destruida. Eso sin duda, la ha llevado a tener más claras sus posiciones al respecto. Sin embargo, sectores de la oposición la señalan y le piden la renuncia, como si ellos no pudieran ver la viga en sus propios ojos. Pulso, que a todas luces, perdieron.

Esa oposición que defiende los derechos de los congresistas de las FARC para que no se les juzgue por haber reclutado y violado niños y niñas en este país, salieron a exigir una renuncia, rasgándose las vestiduras del moralismo. ¿Tienen esa autoridad?

¿Desde hace cuánto está en auge el narcotráfico en Colombia?, desde ¿la década de los sesentas?, ¿setentas?, ¿no tuvimos un presidente cuestionado y negando hasta el cansancio que hubiera visto un elefante en sus espaldas?, y ¿logramos acabar con el narcotráfico? O más bien, el narcotráfico ¿acabó con los valores de la sociedad colombiana?

Con estas preguntas no pretendo disculpar a nadie. Ni tratar de insinuar que alguien es menos malo porque el contrincante lo supere. No. Pero sí, que tengamos claro que para cuestionar, lo mínimo es no tener rabo de paja.

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Sigamos con las preguntas.

¿Y el M-19?, ¿le cuidó o no los cultivos de coca a Pablo Escobar?, ¿acribilló a sus víctimas? Porque hasta donde recuerdo, todos lo vimos en televisión. Pero hoy esos sectores, argumentan que sus atrocidades, eran necesarias para la revolución de la sociedad y con base en esas masacres, crecieron y se posicionaron políticamente.

Confieso que en ocasiones me ha incomodado el estilo de comunicación de la señora vicepresidente. Me parece que le falta empatía y que si la cultivara podría generar más conexión con los ciudadanos. Tal vez falta también humildad.

La vicepresidente no debe renunciar. Pero podría pedir disculpas. Es lo correcto.

Y los moralistas que se la pasan poniendo “papas-bomba” de “ética” para profundizar la polarización social y que parece que disfrutan con estas “masacres virtuales”, vale la pena que revisen bien, no vaya y sea que un día tanta moralidad inversa, se les devuelva.

@MAndreaNieto


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