Un total de 10.580.412 colombianos no votaron por el recién posesionado presidente de la república, Gustavo Petro, y en honor a la verdad, tampoco votaron por el Centro Democrático quien ahora pretende apropiarse de esa votación aprovechándose del vacío que deja el excandidato Rodolfo Hernández, al anunciar su aspiración a la gobernación de Santander.
Valga recordarle al Centro Democrático que su candidato fue el exalcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, derrotado en primera vuelta y no recuerdo declaración oficial del partido uribista anunciando adhesión al ingeniero Rodolfo Hernández y tampoco recuerdo haber escuchado al exalcalde de Bucaramanga haciendo campaña con la camiseta del movimiento de derecha.
Es cierto que el oportunismo hace parte de la manera en como se ejerce la política en nuestro país, pero uno nunca espera que esta práctica sea ejercida por las personas que llegan al Capitolio Nacional prometiendo ejercer su curul con decencia.
No sé que es lo que pretenden senadores del Centro Democrático como Miguel Uribe Turbay, Paloma Valencia, María Fernanda Cabal, Paola Holguín, etc., al gritar a los cuatro vientos que “no van a dejar solos a los 10 millones de colombianos que no depositaron su voto por el entonces candidato del Pacto Histórico, Gustavo Petro.
Esos votos no fueron ni son del Centro Democrático, que no venga ahora a querer apropiarse de un lugar que no les corresponde. Esa no es la manera más apropiada de demostrar que son políticos decentes.
Sí es cierto que el ingeniero Rodolfo Hernández está próximo a renunciar a la curul de la oposición para no inhabilitarse y buscar la Gobernación de Santander, también es cierto que esos 10 millones de votantes que logró en la segunda vuelta no van a quedar solos porque serán representados por su fórmula a la vicepresidencia, quien ocupa una curul en la Cámara de Representantes, hablo de Marelen Castillo.
Es la actual congresista Marelen Castillo quien representará a esos votantes, no es ningún momento el Centro Democrático porque algo quedó demostrado en las votaciones de primera vuelta y de segunda vuelta: Hay más de 10 millones de colombianos que no quieren más uribismo porque si no fuera de esta manera, en lugar del ingeniero hubiese pasado a la competencia electoral final, Federico Gutiérrez.
Llegó el momento de que la representante Castillo reclame su lugar y no permita que una bancada con ganas de protagonismo, lo usurpen.
Esos 10.580.412 colombianos que no votaron por Gustavo Petro, están esperando una muestra del liderazgo político de Marelen Castillo, quién no debe permitir, en ningún momento que otros roben un protagonismo que claramente no les pertenece.
@sevillanoscar