Los verdaderos progresistas

Estamos familiarizados ya con la palabra progresismo, protagonista de amores y desamores, pues siendo honestos, la política ha dañado la reputación a este polémico término.

El progresismo es una ideología que defiende el desarrollo y se abandera en el progreso que es básicamente triunfar en la ardua lucha de salir adelante, surgir y crecer a punta de esfuerzos, constancia y dedicación para coronar algo, a modo personal y a modo colectivo.

Trasladando la idea al movimiento político, se asume que es allí, donde se defiende y practica esta ideología, La cual pretenden que esté estrechamente relacionada con un gran esfuerzo individual que pueda trascender a lo social, pero surge un gran contraste y es que a medida que vamos transitando la vida entendemos que como lo impone el derecho, es el interés general, el que predomina sobre el interés particular.

Recuerdo siendo niña que nuestros padres infundían en todas las familias promedio, la idea de salir adelante, de lograr todo a base de sacrificio y meritocracia impartiendo una fuerte concepción de valores humanos éticos y morales, indesprendibles de la idea de progresar.

Esto en cuanto al análisis etimológico y sustancial de la palabra como fuente del término en mención.

Los términos progresista y progresismo surgieron en contexto de la revolución liberal del siglo XIX que pretendía movilizar la humanidad “supuestamente” hacia un desarrollo, que no tuvo los resultados que prometían quienes lo imponían.

Es por esta razón, que hoy se evidencia que lo único relacionado entre el progresismo de hoy y el antiguo, es que se nutre de la revolución, de la protesta, de la reclamación, mas no practica las reglas necesarias para darnos una muestra satisfactoria de éxito.

El progreso en general, está fuertemente relacionado con la defensa de los derechos civiles, de igualdad, libertad y justicia que a su vez han desligado el progresismo del conservadurismo; esto no quiere decir que no exista un progresismo en la derecha solo que es menos publicitado y polemizado.

El progresismo se auto define con ciertas características, que, si analizamos una a una las más distintivas, logramos entender que el rótulo para esta tendencia social política, es totalmente inadecuado.

El progresismo promete ser:

  1. Reformista: Cuando sabemos que la reforma sistemática, repetitiva y constante estanca, retrasa y reinicia cualquier proceso social.
  2. Pragmático: presume trabajar sobre experiencias que funcionaron, pero esto lleva a recaer en vicios repetitivos que han demostrado llevar al fracaso y a nada, porque en realidad el nombre del método que finalmente se utiliza, se llama facilismo.
  3. Vanguardista: se presume que el progresismo es quebrantador de cánones monótonos, pero simplemente termina recayendo en lo reformista. Lo único vanguardista que vemos por experiencia es la imposición de posturas incorrectas.
  4. Diversidad: ¿Cual diversidad? Siempre repitiendo lo mismo, prueba de ello es nuestro país vecino
  5. Polémica: ¡bueno! en esto si totalmente de acuerdo será lo único, pues es imposible que promover las drogas, la prostitución, el aborto, la repartición igualitaria de los bienes de quienes trabajan, con quienes no, entre otras ideas poco convencionales, no genere choques de trenes entre diversos sectores sociales.

De donde podríamos asumir entonces que el progreso se nutre de tanta intermitencia, desatino, ensayo y error o facilismo cuando vemos nítidamente que quienes no se denominan progresistas, son los que en verdad luchan, forjan, crean, promueven, madrugan, trasnochan, ¿se sacrifican y la sudan?

Muchas personas trabajamos arduamente, de sol a sol, hacemos esfuerzos impresionantes por educar a nuestros hijos, muchos no contamos con subsidios ayudas y garantías del estado, nos cobran muy caro, ser menos puros étnicamente y en momentos de crisis jamás tenemos un sostén por parte del gobierno, porque somos los no raizales o indígenas, tenemos la dignidad de querer superarnos sin demostrar necesidad, gestamos hasta lo imposible por la familia o por la sociedad, generamos empleo, tratamos de conservar los valores, las buenas costumbres y los principios… nuestros logros y resultados casi siempre son con base en tediosas transiciones que generan satisfacciones inigualables, es de nuestros bolsillos que salen los impuestos, los recaudos, y todo ese grosor económico que da soporte a quienes se denominan progresistas, pero que no salen de sus medios de confort o de sus casas.

De aquí fue que surgió mi pregunta y respondan ustedes:

¿QUIENES SON LOS VERDADEROS PROGRESISTAS?

@Vahiaaa