Milei: El Individualismo vs. el Colectivismo

El mundo quedó perplejo al escuchar al presidente de Argentina en Davos. Era como revivir un debate de 1970 sobre capitalismo y comunismo. Los gobiernos autoritarios suelen reducir los problemas sociales a dilemas de “blanco o negro”. Milei sostiene que el colectivismo y la ayuda mutua conducen al fracaso y a la pérdida de riqueza.

En contraste con los libertarios, existen evidencias de que las sociedades surgen de nuestro instinto natural de unión. El Estado, lejos de ser un obstáculo, mantiene la libertad y el acceso equitativo, estableciendo normas que frenan a los poderosos de abusar de los más débiles. En el capitalismo, esto significa proteger a quienes carecen de capital.

Los libertarios frecuentemente promueven la idea de un Estado no intervencionista, ya que ellos, generalmente en posición de ventaja, no desean compartir con los menos afortunados y en la realidad tampoco quieren competir con ninguno. Es como permitir en un partido de fútbol que un equipo juegue con 13 jugadores porque puede comprar más, mientras el otro equipo le toca jugar con 9 porque para esos le alcanzó; pero cuando por alguna razón un aficionado resulta entrar a apoyar al equipo de 9 y resulta ser un crack, los libertarios echan al árbitro y cancelan el partido porque además son los dueños de la liga, del estadio y del balón.

El Estado es el garante de la igualdad de oportunidades, evitando que los menos favorecidos sean marginados. Esta visión contrasta con la de los libertarios, quienes a menudo disfrutan de una posición económica y social ventajosa. Al resistirse a compartir recursos y oportunidades, perpetúan una desigualdad que debilita el tejido social y aumenta la violencia en el largo plazo.

En Colombia, la ideología de Milei gana seguidores, especialmente entre aquellos con vidas ya resueltas mientras el país enfrenta 20 millones de pobres. En las elecciones de 2026, el debate central será entre el apoyo mutuo o el enriquecimiento de unos pocos. Este debate trasciende lo económico, es una cuestión de lo que es justo y correcto. Trabajar juntos es fundamental para afrontar los retos actuales. La solidaridad y la cooperación son esenciales en una sociedad que busca avanzar, reconociendo la importancia de cada individuo y su contribución al bienestar colectivo.

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