Mucho más que un simple reporte

La comunicación eficaz es un pilar fundamental para el compromiso con el ESG, ya que es esencial para demostrar el compromiso, el progreso y el impacto de la organización. Casi la mitad de los directores ejecutivos afirma que, hoy en día, sienten presión para explicar las prácticas ESG de sus organizaciones y convertirlas en una narrativa convincente.

Las organizaciones deberían considerar cómo comunicar sus mensajes para desarrollar una estrategia ESG más efectiva. Encontrar el tono adecuado inspirará a otros a involucrarse. Además, las organizaciones pueden adoptar una estrategia de divulgación que responda a los comentarios de los inversores, utilizando tanto estrategias de relaciones públicas como de marketing. (Sean O’Neill, Corporate Governance Institute)

Como indica el Corporate Governance Institute, la comunicación es clave para los criterios ESG. El problema surge cuando esto no va más allá de un simple reporte. Muchas empresas presentan orgullosamente sus informes ESG entre abril y junio de cada año. Las publicaciones en LinkedIn de los profesionales de la sostenibilidad se llenan de mensajes de amigos, colegas y contactos que comparten estos informes.

Como alguien que conoce de primera mano el inmenso esfuerzo que implica la creación de estos informes, puedo afirmar que su finalización ciertamente es digna de celebración. Si bien los informes son herramientas eficaces para revelar información sobre sostenibilidad a inversores, agencias de calificación y otras partes interesadas ávidas de datos, pocas personas realmente los notan.

Según Mike Hower, de Trellis:

Nadie se ha molestado en recopilar datos sobre cuántas personas leen realmente los informes ESG (Spoiler: son pocos, muy pocos), pero sí sabemos que el 96 por ciento de las empresas del S&P 500 y el 81 por ciento de las del Russell 1000 los publican. Esto representa un tremendo progreso, teniendo en cuenta que hace apenas una década solo el 20 por ciento de estas empresas presentaban informes, según el Governance & Accountability Institute. Y a medida que las regulaciones que exigen la divulgación de información sobre el clima están llegando por parte de la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos, los que se resisten pronto se unirán a la refriega de informes.

Sin embargo, es clave no quedarse ahí. Un informe ESG es solo el resultado de la implementación general de una estrategia de sostenibilidad. Esa estrategia debe permear todas las áreas del negocio: las operaciones, las finanzas, los proveedores, los clientes, recursos humanos, etc. Es mucho más que la mera acción de reportar.

Es importante comprender que los ESG solo como un tema de comunicaciones conlleva el riesgo de:

Greenwashing y daño a la reputación

Compromiso superficial: Si el ESG se trata únicamente como un ejercicio de reporte, existe el riesgo de que las empresas se centren en acciones superficiales o simbólicas en lugar de cambios sustantivos. Esto puede llevar a acusaciones de “greenwashing”, donde se percibe que las empresas están engañando a las partes interesadas sobre su impacto ambiental o social.

Pérdida de confianza: Una vez que se percibe que una empresa está involucrada en greenwashing, puede sufrir un daño a largo plazo en su reputación.

Oportunidades perdidas para la innovación y el crecimiento

Falta de innovación: Considerar el ESG solo como un requisito de reporte puede hacer que las empresas pierdan oportunidades de innovar.

Desventaja competitiva: Las empresas que no integran completamente el ESG en sus operaciones corren el riesgo de quedarse atrás respecto a competidores que están aprovechando el ESG para impulsar el crecimiento y la innovación.

Gestión de riesgos inadecuada

Subestimar riesgos críticos: Tratar el ESG como un ejercicio de cumplimiento puede hacer que las empresas pasen por alto o subestimen los riesgos medioambientales, sociales y de gobernanza que pueden afectar sus operaciones.

Exposición a riesgos legales y regulatorios: A medida que los gobiernos y los reguladores ponen un énfasis creciente en los temas ESG, las empresas que no van más allá del reporte pueden encontrarse desprevenidas ante regulaciones más estrictas.

Implicaciones para el desempeño financiero

Desinterés de los inversionistas: Los inversionistas están utilizando cada vez más criterios ESG para tomar decisiones de inversión. Las empresas que no integran genuinamente el ESG en su estrategia pueden encontrar dificultades para atraer y retener inversión.

Erosión del valor a largo plazo: Enfocarse únicamente en el reporte ESG sin acción real puede resultar en un desempeño financiero deficiente a largo plazo. Esto se debe a que no se están abordando adecuadamente los riesgos y oportunidades subyacentes del ESG, lo que puede llevar a costos más altos, ineficiencias operativas y oportunidades de crecimiento perdidas.

Desconexión de empleados y clientes

Pérdida de talento: Los empleados, especialmente las generaciones más jóvenes, están buscando cada vez más trabajar para empresas que se alineen con sus valores.

Reacción negativa de los clientes: Los consumidores son más conscientes social y ambientalmente que nunca. Si perciben que los esfuerzos ESG de una empresa son insinceros o inadecuados, pueden llevar su negocio a otra parte, afectando la cuota de mercado de la empresa.

Incapacidad para satisfacer las expectativas de las partes interesadas

Insatisfacción de las partes interesadas: Diversas partes interesadas, incluidos clientes, empleados, inversionistas y comunidades, ahora esperan que las empresas tomen medidas significativas en temas ESG.

Erosión de la licencia social para operar: Las empresas que no se comprometen genuinamente con los temas ESG corren el riesgo de perder su licencia social para operar, especialmente en comunidades donde tienen impactos significativos medioambientales o sociales.

Falta de adaptación a las tendencias futuras

Falta de preparación para los riesgos relacionados con el clima: Con el cambio climático representando un riesgo cada vez mayor, las empresas que no integran completamente el ESG en su planificación estratégica pueden encontrarse desprevenidas ante los riesgos físicos y de transición asociados con el cambio climático.

Rezago en las tendencias de sostenibilidad:

Las tendencias ESG están evolucionando rápidamente. Las empresas que ven el ESG solo como un ejercicio de reporte pueden no adaptarse a estos cambios, como los cambios en el comportamiento del consumidor, los nuevos marcos regulatorios o los avances en tecnología sostenible.

Todo lo anterior muestra que, si no se convierten a los ESG en una estrategia integral en la empresa, esta perderá valor, innovación, inversión y credibilidad, lo que llevaría al peor de los escenarios para los gerentes generales y CEOs. Es necesario entender estos criterios no solo como una formalidad con la cual se debe cumplir, sino como algo que agrega valor a la producción y, por ende, a la empresa.

Esto plantea otra pregunta: ¿Están nuestros líderes dispuestos a incorporar los ESG como una gestión que agrega valor? Esa respuesta depende de la presión que ejerzan los inversionistas, consumidores, empleadores, proveedores y empleados.

Juan Camilo Clavijo