La ineficiencia es una oportunidad para irrumpir con nuevos modelos económicos, especialmente si ahorran plata. Es diciente que de manera temporal Mercado Libre haya superado a Petrobras como la empresa más valiosa de América Latina. El cambio digital tiene muchas caras colombianas creciendo en toda la región. Estos van a ser nuestros nuevos líderes empresariales, aparte de los nuevos billonarios. Las grandes fortunas de Colombia se harán durante esta década. Esta transformación esta ocurriendo silenciosamente.
Las inversiones en el último año se cuadriplicaron, llegando a US$20 mil millones. Aunque la cifra de inversión solo representa el 3,2% de la inversión global, el potencial de crecimiento es enorme. Según la revista The Economist, la capitalización de las firmas Latinas es de solo 4% mientras en India es 14% y en China 30%. La región viene des atrasándose, según CB Insights, en los últimos 5 años el volumen de transacciones se multiplico veinte veces.
Con Rappi, el primer unicornio colombiano, se consolido un nuevo ecosistema. Abierto a la tecnología, pero enfocado en generar valor para el cliente. Cada emprendimiento exitoso impacta nuevos emprendedores que salen de las empresas existentes. Se inculca escalar rápido el tamaño de negocio, contratar en volumen el mejor talento humano y tener una ejecución pronta. La tecnología permite hacer medición diaria, lo cual influye en la planeación semanal. Lo que no sirve se descarta de manera temprana. A pesar de perdidas tempranas, se premia el crecimiento exponencial.
Si algo funciona en la informalidad y competencia colombiana, puede funcionar en cualquier lado. Tul consiguió US$181 millones a una valuación de US$800 millones para revolucionar las ferreterías. Ya está en Colombia, Ecuador y México, ahora le están pidiendo expansión a África y Brasil. Kushki, una empresa de pagos, cerró ronda de financiación por US$86 millones a una valuación de US$600 millones. Valienta, transformando las ventas por catálogo, en solo un año tiene 80.000 vendedoras con ventas de más de 30 mil millones en diciembre.
En Brasil o en México, el tamaño del mercado doméstico adormece la expansión internacional. Colombia es suficientemente grande para comprobar una idea, pero no tanto como para dormir en laureles. Empresas como Frubana se expanden rápidamente después de probar su idea en Colombia. La valoración se les aumenta después de probar su modelo de negocio en un segundo mercado. Se debe demostrar que el éxito del negocio no son conexiones locales o suerte. Las siguientes rondas de financiación otorgan retornos de 6x-10x.
Sin tomar en cuenta el éxito de ejecutivos por fuera del país como NuBank donde David Vélez se convirtió en el colombiano más rico. Estamos presenciando la creación de riqueza más grande en la historia del país. Rappi acaba de conseguir US$500 millones a una valuación de US$5.200 millones. Aun con la posibilidad de una burbuja, esto ocurre sin mucha celebración nacional ni colaboración regulatoria. Los emprendedores no desean listar en la bolsa local. Los bancos locales muchas veces no les prestan por sus balances. Pocos están participando de esta bonanza, la cual deberíamos apoyar y democratizar en el país. La ley de mercado de valores que podría incentivar, se queda corta.