Los jóvenes se han convertido en un motor fundamental en las marchas que se han dado por todo el país, se podría decir que son el corazón de la actual protesta social y quienes tienen mayor interés y necesidad de un cambio en las políticas y visión de la política del país.
Políticas que, aunque nos afectan a todos, principalmente los jóvenes se ven devorados por situaciones críticas como el desempleo, inseguridad, dificultades para el acceso a la educación superior y demás.
Aunque transformar las políticas e ideologías ya establecidas es todo un reto a largo plazo, un aporte a ese cambio puede darse en los consejos juveniles, espacios en los que adolescentes y joven de 14 a 28 años pueden participar.
En palabras del gobierno, los Consejos de Juventud son mecanismos autónomos de participación, concertación, vigilancia y control de la gestión pública e interlocución de los adolescentes y jóvenes ante los entes municipales y territoriales del país.
La Registraduría Nacional del Estado Civil, mediante convocatoria pública, vinculará a 2.000 jóvenes de 18 a 28 años para que presten apoyo al certamen electoral en los 1.097 municipios del país donde se elegirán los Consejos Municipales y en las 33 localidades que componen las ciudades de Barranquilla, Bogotá, Buenaventura, Cartagena y Santa Marta, donde se elegirán los adolescentes y jóvenes a los Consejos Locales.
Estos jóvenes tendrán la responsabilidad de elegir a los consejeros municipales, distritales y locales, quienes serán sus representantes ante las autoridades y estarán encargados de concertar con la administración la agenda gubernamental de juventud.
Las personas que participan en estos organismos no reciben pago, pero tienen una enorme influencia sobre cómo quieren que se invierta el presupuesto, los alcaldes deben cumplir lo que se decida.
Los jóvenes en estos concejos pueden representar un partido político o ser independientes.
Esta figura que es desconocida para la mayoría se convertirá en pieza clave para las siguientes elecciones y tendrá poder de decisión en las políticas locales y ciudadanas.
Para quienes quiere generar cambios, esta es una buena oportunidad para hacerlo, más allá de las marchas que han demostrado su poder al hacer caer reformas y ministros, esta es una pieza que ayuda a dar forma a una sociedad más incluyente y pública, es otro ring de desde el cual se puede influir en aquellas políticas e iniciativas que la gran mayoría de veces están alejadas de las noticias.
Muchas veces desde estos grupos “invisibles” se forman cambios significativos pero que se pierden o se ignoran en el día a día.