Se realiza por estos días, en Dubai, la COP28. Debería ser motivo de orgullo para Colombia que nuestra representación en esta cita global, la más importante conferencia mundial sobre cambio climático esté en cabeza del presidente Gustavo Petro y de la alcaldesa de Bogotá Claudia Lopez. Quienes militamos en las causas verdes y en la orilla alternativa de la política colombiana, nos sentimos representados en dos liderazgos que por su trayectoria de vida política y por lo que hacen en cada una de sus responsabilidades, contribuyen a la lucha contra el calentamiento o mejor, la ebullición global, la más urgente y desafiante lucha de la especie humana.
Gustavo Petro ha sido uno de los dirigentes políticos colombianos que más ha contribuido en instalar en la agenda pública las preocupaciones ambientales. En su condición de parlamentario llamó la atención sobre la crisis climática mundial y advirtió insistentemente en la incidencia que en ella tienen los usos del suelo y los pasivos ambientales que dejan la explotación de nuestros recursos naturales. Luego como alcalde de Bogotá, nos propuso de manera audaz ordenar el territorio de la capital alrededor del agua, transformó el antiguo Fondo de Emergencias en el actual Instituto DISTRITAL de gestión de Riesgos y cambio climático IDIGER y convirtió la agenda ambiental en uno de los pilares de su acción de gobierno. Ahora como presidente ha venido forjando un liderazgo internacional con iniciativas como la puesta en marcha de un plan estratégico para conservar la Amazonía y el canje de la deuda externa de los países por acción climática.
Claudia López no se ha quedado atrás. Adelantó como Senadora una progresista agenda ambiental con debates e iniciativas legislativas algunas de ellas convertidas en leyes de la República y como Alcaldesa expidió el Plan de Ordenamiento Territorial Bogota Reverdece que consolida y amplia la estructura ecológica de la ciudad, ha puesto en marcha de la Region Metropolitana Bogota/Cundinamarca que en su concepto ordena ambiental y funcionalmente la relación y gobernanza de la Capital y su entorno regional; y ha avanzado en la concreción de un sistema de transporte limpio en la capital. Todo ello le conceden una voz creíble en los escenarios de discusión de los gobierno locales que por vez primera en esta conferencia sesionarán en el marco de la misma y no de forma paralela, como venía ocurriendo hasta ahora.
Que la COP28 se realice en Dubai no es una casualidad. Han sido escogidos los Emiratos Árabes Unidos, una potencia mundial petrolera, para darle relevancia al debate sobre el compromiso de los Estados con una transición energética que permita frenar el acelerado y dramático aumento de la temperatura del planeta. Esta conferencia se realiza en medio de un ambiente de escepticismo y de pésimas noticias para la vida humana. Los expertos anticipan que al final, como ocurre en esta conferencia convocada periódicamente por Naciones Unidas, llegaremos a la triste conclusión de que no hemos cumplido con los objetivos y metas planteadas para el 2030. La COP28 se realiza en un momento especialmente crítico para la especie humana y el planeta. El Secretario General de las Naciones Unidas nos sorprendió con la afirmación de que “la era del calentamiento global ha terminado. La era de la ebullición global ha llegado”. Y expertos, como Samantha Burges del Servicio de Cambio Climático Copernicus afirma que el 2023 es el año más caliente jamás registrado. Los centros de estudios ambientales del mundo insisten en el aumento exponencial de la mortalidad por causas ambiéntales y los fenómenos migratorios, las emergencias y desastres derivados de esta era de ebullición global. En Colombia, el Caribe, y en particular los departamentos de Cesar y Guajira, será la región que recibirá el mas grave impacto de la crisis climática.
Hay quienes aumentan el escepticismo de los resultados de la COP28 porque una potencia petrolera y gasifera como los Eméritos Árabes sea la anfitriona o porque el Presidente de la COP, el sultán Ahmed Al-Jaber, sea también el consejero de la principal petrolera emiratí. Y porque a pesar de que en Dubai se congregan por estos días mas de 70 mil personas – mas que en Paris en 2015- y 136 Jefes de Estado y de Gobierno, los lideres de los principales países emisores de CO2 y otros gases de efecto invernadero, como China, Rusia y EEUU, brillaran por su ausencia.
Aun así, Colombia puede jugar un papel destacado. La alcaldesa Claudia López compartirá con mandatarios locales de todo el mundo las experiencias exitosas de Bogotá en planes y acciones de adaptación y mitigación al cambio climático, mientras que el presidente Petro se destaca por un discurso convocante que adquiere eco mundial para proteger el planeta y la vida presentando un “Portafolio para la Acción Climática y la Transición Socio ecológica y Energética Justa”. Ha dicho el presidente que además “explorará oportunidades de cooperación con aliados y socios para atraer apoyo técnico, financiero y de inversión en sectores como el ambiente Yesid le desarrollo sostenible, agricultura y desarrollo rural; comercio, industria y turismo; minas y energía; y transporte”. Un papel del que podemos sentir orgullo.
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