Colombia volverá a vivir nuevas jornadas electorales este 13 de marzo: debería ser la fiesta de la democracia pero, lamentablemente, parece que habrá expresiones lúgubres y dolorosas. Tenemos emociones encontradas, por un lado sentimos mucha esperanza de que las prácticas clientelistas esta vez no sean las ganadoras, y por el otro, nos preocupa el ruido alrededor de algunas campañas que evidencian las grandes maquinarias que hay detrás y que están dispuestas a hacer lo que sea con tal de ganar votos y perpetuarse en el poder. Atajos electorales vs voto vital.
¡Sí! Necesitamos un voto vital: “Piensa tu voto, piensa tu vida: ejerce el voto vital” decía Antanas Mockus en el 2007. Ama tu voto, no vendas tu voto, no trastees tu voto, vota según tus convicciones, no votes por la guerra, no votes bajo la lógica de los favores, vota revisando si tu candidato o candidata ha estado con gente violenta o corrupta, vota por agendas que profundicen la democracia ¡Tu voto es autónomo, te dignifica y dignifica la democracia!
El voto vital implica un voto con criterio, es decir, averiguar qué propone cada candidato y analizando el contenido de las propuestas. Y sólo nos tomaremos todo este trabajo en serio, cuando entendamos que el voto es vital para Colombia, que con éste estamos decidiendo nuestras vidas, nuestros futuros.
Por otro lado, debemos denunciar prácticas ilegales, clientelares o que afectan el voto vital. Como ciudadanos tenemos este deber, este deber se intensifica si uno asume cierto liderazgo político en la sociedad. Por esta razón, como ciudadano y concejal de Bogotá no me cansaré de alzar mi voz para denunciar.
Cuando en Colombia entendamos lo que significa que el voto es vital, podremos cambiar la cultura electoral y política y así, intensificar la democracia.
Un voto vital es expresión de libertad, dignifica y es una condición necesaria para consolidar una democracia, Significa que el voto es expresión de la fuerza vital de cada ciudadano o ciudadana porque éste materializa el análisis que cada quien hace para poder elegir. El ciudadano se hace ciudadano, también, votando: incide en las decisiones que se toman en el lugar donde vive.
Al reconocer dicho significado, se torna indispensable que nos tomemos en serio nuestro voto y que denunciemos cualquier práctica clientelista. Hago un llamado urgente al Consejo de Control Ético de la Alianza Verde que debe velar por el cumplimiento de la Constitución, la ley, los valores, principios, prioridades y Estatutos del Partido, para que investiguen a los miembros que incurran en cualquier práctica que atente contra la democracia colombiana. Es urgente que se indague con toda seriedad los casos que han sido documentados y denunciados en la prensa y ante instancias judiciales que no dejemos solos a quienes se atreven a hablar ¡En nuestro país no puede seguir imperando el miedo a perder la vida o el alimento!
En aquellos casos en los que se encuentren las pruebas deben aplicarse sin titubeos nuestros estatutos, nuestros valores establecidos en el artículo 4° como la democracia participativa, la ética política y electoral, la confianza en las personas, entre éstas y las instituciones, en la capacidad y en la honradez.
Merecemos una investigación independiente liderada por los tres co-directores del Partido Verde que aclare en qué medida candidatos y candidatas del Verde atentaron contra el voto vital.
¡Por un verde vital y siempre digno!