Si los que lideran no lo hacen ¿Por qué lo voy a hacer yo?

Taylor Swift está recibiendo muchas críticas por las emisiones de su avión privado que calientan el planeta. Swift no solo encabeza las listas, sino que también ocupa el primer lugar en la lista de celebridades con las mayores emisiones de Co2 por volar, según una iniciativa que rastrea a las celebridades que vuelan de forma privada. El uso de su avión privado representó aproximadamente 8.300 toneladas de emisiones de carbono en 2022, es decir, aproximadamente 1.800 veces las emisiones anuales promedio de un ser humano, o 576 veces las del estadounidense promedio y alrededor de 1.000 veces las del europeo promedio. (Carbon Market Watch, Febrero 13, 2024)

La cantante estadounidense es solo una muestra del estilo de vida de los ricos y famosos, la cual es causa de un gran porcentaje de las emisiones de carbono en el planeta. Según el rastreador de vuelos comerciales WingX, hubo 882 aviones privados que entraron y salieron de Las Vegas para el Super Bowl, el fin de semana pasado. El mismo evento en 2023 en Glendale, Arizona, registró más tráfico aéreo privado con 931 vuelos.

Muchos de los aviones privados se utilizaron para viajes muy cortos. Un vuelo estuvo en el aire menos de 30 minutos y 81 jets privados iban y venían a Los Ángeles, que está a menos de una hora de distancia. Esto es significativo porque los aviones privados emiten entre 5 y 14 veces más contaminación por pasajero que los aviones comerciales y 50 veces más que los trenes, según el grupo europeo sin fines de lucro de transporte limpio Transport & Environment.

Para poner los números en contexto, en solo una hora, un avión privado puede emitir 2 toneladas de CO2 en comparación con una persona promedio de la Unión Europea, que emite 8,2 toneladas en el transcurso de un año completo. Así mismo, Greenpeace descubrió que los aviones privados emitieron un total de 5,3 millones de toneladas de CO2 en los últimos tres años, y que el número de vuelos se disparó de casi 119.000 en 2020 a 573.000 en 2022. Esa cantidad de dióxido de carbono es más de lo que Uganda -un país de unos 46 millones de habitantes- produce en un año.

Los políticos tampoco se salvan. Rishi Sunak (primer ministro del Reino Unido) se enfrenta a una nueva indignación por parte de los activistas climáticos después de que se supo que el primer ministro, el rey y el secretario de Asuntos Exteriores, David Cameron, viajaron en aviones separados a la conferencia Cop28 en Dubai. Downing Street confirmó que los tres principales representantes británicos en la crucial cumbre –destinada a reducir las emisiones globales– usarían cada uno su propio avión privado.

Pero esto no se reduce solo a los famosos, ni a los aviones privados. Según un reporte de Oxfam de noviembre de 2023, el 1% más rico de la población mundial produjo tanta contaminación de carbono en 2019 como los dos tercios más pobres de la humanidad.  Estas enormes emisiones del 1% más rico causarán 1,3 millones de muertes excesivas relacionadas con el calor, aproximadamente el equivalente a la población de Dublín, Irlanda. La mayoría de estas muertes ocurrirán entre 2020 y 2030.

El 1% de los mayores emisores a nivel mundial tuvo cada uno una huella de carbono de más de 50 toneladas de CO2 en 2021, más de 1.000 veces mayor que la del 1% inferior de los emisores. Estos grandes contrastes reflejan grandes diferencias en ingresos y riqueza, y en estilos de vida y patrones de consumo.

En Estados Unidos, un estudio publicado en la revista PLOS Climate, encontró que el 10% más rico de Estados Unidos, cuyos hogares ganaban más de 178.000 dólares, eran responsables del 40% de la contaminación del país causada por el hombre y que calienta el planeta. Sólo los ingresos del 1% más rico (hogares que ganan más de 550.000 dólares) estaban relacionados con entre el 15% y el 17% de esta contaminación.

¿Dónde está el ejemplo?

Los ricos, los famosos y los políticos deberían ser quienes lideren con el ejemplo. Para quienes todavía no entiendan esto es: guiar a los demás a través de sus comportamientos e inspirarlos a hacer lo mismo que usted. Es un estilo de liderazgo (liderazgo de servicio) en el que usted modela el comportamiento que desea ver en su equipo.

Estas personas, quieran o no, son líderes para el resto de la sociedad. Están en un lugar de privilegio, donde tienen el poder de influenciar a millones de personas, por ende, hacen parte del debate de sostenibilidad y lucha contra la crisis climática. Son ellos quienes están llamados a mostrar el camino, no solo, por su posición, sino porque son los grandes contaminantes del planeta.

Esto no debe hacerse desde la bondad y el buen corazón, pues jugar a la superioridad moral no tiene ningún efecto positivo, al contrario, divide. Estas personas deberían ver la reducción de sus emisiones en términos de beneficios de marketing, valor reputacional y sostenibilidad de su negocio. Es sencillo, al tener estilos de vida más sostenibles, el negocio será más duradero.

Por otro lado, nosotros como consumidores de todo lo que esta gente hace o deja de hacer (en mayor o menor medida), debemos asumir el rol responsable de seguir jugando o no, con los likes y/o reenviar todo lo que esta gente postea. Igualmente, se hace evidente que la brecha entre ricos y pobres no solo se mide por acceso (a servicios médicos y demás), sino por emisiones. En 2021, el norteamericano promedio emitió 11 veces más CO2 relacionado con la energía que el africano promedio.

Si los que lideran no lo hacen ¿Por qué lo voy a hacer yo?

Y esto mismo se puede aplicar a la corrupción, a la política, a lo profesional, etc.

Juan Camilo Clavijo