A menos de un mes de cumplir su tercer año de gobierno y de iniciar la recta final de su gobierno, una persona sensata debe reconocer que este gobierno ha sido, sin lugar a dudas un gobierno anárquico, desordenado, con una falta inmensa de método y de forma.
Y para aquéllos que seguramente no están de acuerdo con las premisas anteriores, le vendría bien recorrer: no, los escándalos; porque estos son propios de todos los gobiernos democráticos, pero si, el origen de ellos. Es ese origen de las dificultades los que llevan a inferir la enorme falta de orden en el presidente de la república.
Todos los sucesos que han enlodado la gestión del presidente, han tenido el mismo origen: Su mismo Gobierno. esto es algo nunca antes visto en la política contemporánea colombiana, si hacemos memoria el único registro que más o menos se acerca a lo que está viviendo el país, es lo sucedido con Ernesto Samper y las confesiones que se empezaron a conocer por parte de algunos miembros de su gobierno.
En este gobierno ha pasado de todo: Del escándalo del hijo del presidente y el presunto recibo de dineros de reconocidos condenados por narcotráfico, denunciado por su entonces pareja; el cual tuvo su clímax cuando el mismo hijo del presidente confesó ante la fiscalía los movimientos no lícitos que se habían realizado para lograr financiar la campaña.
Del anterior pasamos a los escándalos de Laura Sarabia, la número dos del gobierno. escándalo que también tuvo su origen en las entrañas del gobierno. En esta ocasión se acusaba a la mujer con mayor poder en la casa de Nariño, de supuestamente haber incidido para que se le aplicara el polígrafo a su niñera, lo cual llevó a la denuncia de la trabajadora.
Luego el país se enteró de las amenazas del hoy ministro del interior, el cual, mediante mensajes de voz que todo el país conoció, advirtió de los dineros que él consiguió y de la debilidad en la que entraría el gobierno si él habla. Este mismo funcionario ha tenido una seguidilla de salidas en falso que bien daría para que ningún gobierno quisiera saber de él; al menos, ningún gobierno decente.
No había pasado mucho tiempo, cuando apareció el penoso caso de los carros tanques de la Guajira y todo lo que eso generó, funcionarios acusándose los unos a los otros, una consejera imputada y privada de la libertad, la cual denunció entre otras, amenazas contra su vida.
Pero podría escribir varias páginas sobre los detalles más escabrosos del presidente y su gobierno, sin olvidar detalles como el paseo del mismo tomado de la mano de un supuesto travesti, mientras su esposa lo esperaba en el palacio de Nariño. mucho se rumora del rompimiento matrimonial por esta indelicadeza del presidente para con su esposa y su familia.
Pero lo que ha sucedido los últimos meses deja ver la tremenda situación que vive el país; producto de la clase de gobierno que por mayorías democráticas llegó al poder, y que nos tiene transitando el camino más oscuro en la reciente historia de los presidentes.
Muchos criticamos las cartas de Leiva. en particular yo lo hago porque reconozco en el escribiente un personaje oscuro y peligroso, porque sé que más que una preocupación por el país, de lo que se trata es de un acto de deslealtad y bajeza supremo. pero no por las características mencionadas dejan de revestir una posible verdad que preocupa.
En cualquier otro país del mundo las denuncias de las cartas de Leiva habrían generado un sunami de consideraciones monumentales. en nuestro país, el impacto de dichas revelaciones no duró la semana.
Y como si lo anterior fuera poco, a hora resulta que el presidente de la República en un viaje que por demás causó extrañeza y aprovechando la posesión del presidente de Ecuador, el cual piensa diametralmente opuesto a sus ideas comunistas, termina perdiéndose dos días y resulta, de acuerdo con información de uno de los periodistas más serios de país, Mauricio Vargas, alojado en la casa de uno de los mafiosos más peligrosos de ese país y la relación que podía existir con el atentado al candidato presidencial, el joven Miguel Uribe.
Al analizarlo afondo, da escalofrío el presente que vivimos. y la fresa en el postre, es la aparición nuevamente de Leiva y su oscuridad; ahora aparentemente tratando de orquestar la salida de Petro, no por los conductos constitucionales; al hacer un análisis no muy profundo de la información que ha sido publicada, debo decir que es posible que el excanciller haya tenido la indelicadeza o brutalidad, como lo quieran ver, de plantear tal alternativa a sus contertulios. lo que nos lleva al inicio de esta columna: nuevamente un exfuncionario del Gobierno protagoniza un escándalo más en contra del presidente y devela una vez más lo caótico y anárquico del actual gobierno, un gobierno que afortunadamente, pronto, dentro de un año terminará.
PD. Bien por Vicky, pantalonuda y valiente. poniéndole la cara a la tormenta y no dejándose apabullar por aquellos que la quieren perjudicar. Tenemos que reconocer que esta mujer, tiene el carácter que a muchos les falta.


Jefferson Mena
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