Pasada la fiebre del feminismo cansino y gritón que tenemos en Europa, me quiero detener con la fiebre de los Oscar. Lo cierto es que no puedo contarles nada porque sólo he visto al pequeño vietnamita amigo de Indiana Jones, Ke Huy Quan, ese que llevaba en su mochila miles de artefactos al más puro estilo inspector Gadget, con 40 años más recogiendo su estatuilla. Me emociona que la gente que parece estar en el olvido brille, porque antes de participar en la película Todo en todas partes y al mismo tiempo, nadie normal, es decir, fuera del mundo del celuloide, sabía de su existencia o se acordaba de él. Bueno, los nostálgicos, tal vez sí.
Tejidos brillantes, maquillajes tendencia, peinados más o menos acertados… les resumo que de lo poco que he visto, Jessica Chastain mi favorita. Y lo más comentado a este lado del océano Atlántico, la entrevista de Ashley Graham a Hugh Grant. La he visto un par de veces porque parece que todo el mundo se mete con el actor, creo que menos guapo le dijeron de todo, y quería saber por qué. Está impecable. ¿Porque ante preguntas estúpidas cómo reaccionaría usted ante las cámaras de televisión? Cara de no saber de qué va la vaina, de si es una broma o es en serio… Yo soy del team Hugh. Está claro que no hay que perderse esta gala, porque cada año nos regalan momentazos para el recuerdo.
¿Se acuerdan de la bofetada de Will Smith? En su momento yo fui del team Will, aunque le repita a mis hijos y les escriba a ustedes mil veces que pegar no está bien, nunca. Y es que yo, espectadora de aquel momento como todos los que no estábamos en el asunto, soy de las que considero que, ante una acción hay una reacción, llámenlo química. Que uno igual viene saturado de casa y llega esa gota que te colma la paciencia o te desajusta los chacras, y mala suerte, el mundo ve como se te desborda el vaso y ¡pam! Bofetón que te crio. No estuvo bien, pero… yo lo entiendo. Por cierto, si alguno se lo pregunta, Will no acudirá a la gala hasta el 2032. Y sí, ya le van a firmar su estatuilla de Oscar al mejor actor 2022 por El Método Williams, peliculón maravilloso.
El polvorín internacional
En esos asuntos que nos afectan a todos y que nos hacen comentarle a nuestra amiga lo apuradas que llegamos a fin de mes les comento, que la inflación está por las nubes, la cesta de la compra imposible y ya no les digo de los contratos de luz, que al cambio al peso colombiano no sabría decirles cuantos millones de pesos nos ha subido, pero lloro cuando llega la factura. Así que imagínense el griterío de mi casa para que los adolescentes apaguen las luces, todas las luces. De la caída del Silicon Valley Bank dicen que es pánico bancario, y yo que no entiendo, pienso que cuando hay reacciones de pánico en cadena acaban normalmente en la quiebra, que viene antes de un rescate, que acabarán pagando todos. Si todos, espero que solo los de América del norte, pero nunca se sabe, si el dinero escasea… bien nos viene abrir un nuevo frente de guerra. Y hay ganas. Lean, lean.
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Que Rusia sigue queriendo hacerse con Ucrania, que ha derribado un dron de Biden mega caro en las aguas internacionales del mar Negro; es que iba hacia Crimea, oiga, y por ahí no paso. Petardazo. China sigue mirando con ojitos a Taiwán y éste pierde amigos sin que pueda remediarlo, el último Honduras. Que digo yo que tampoco confiaría al país centroamericano mi defensa, pero si han sido amigos durante 81 años… ¡Qué pena! ¿no? Pero espere, que el país de cultura milenaria hace amigos nuevos y además es capaz de poner de acuerdo a dos enemigos de toda la vida como Irán y Arabia Saudí.
Irán en la jugada
A diferencia de Estados Unidos, China mantiene buenas relaciones con los dos países de Oriente Medio, es el principal cliente de Arabia Saudí y el sostén de una Irán asediada por Washington y por toda la comunidad internacional. La verdad es que Irán se gana a pulso su mala fama y es que a fecha de 21 de agosto pasado, la Agencia Internacional de la Energía Atómica estimaba que Teherán contaba con 55,6 kg de uranio enriquecido al 60% y 331,9 kg al 20%, cuando no debería tener nada. Esto lo coge un guionista de Marvel ® y tenemos saga en cines y en Prime para rato.
Cisma o llamada de atención
Y para los que se aburran de la política internacional, acabo poniéndoles al día de la situación que a mí más me preocupa de todas: la Iglesia en Alemania.
Por un momento saquen de sus cabezas esa Iglesia que conocen, esa que ayuda, es solidaria y sale adelante por la buena voluntad de sus feligreses. Esa también es la alemana, pero no me preocupa tanto. La que me preocupa es la Iglesia como institución no gubernamental, que da apoyo (y mucho, pues es el segundo empleador de Alemania) a un país que es primera potencia en Europa.
Esta Institución, puramente humana, forrada de pasta y organizada hasta el milímetro, en la que obispos, presbíteros, diáconos, fieles usuarios y la gran organización de laicos que acompaña, es la que me preocupa.
Ésta acaba de terminar su gran sínodo y no parece que las conclusiones sean buenas, alineadas con la moral de la Iglesia Católica romana.
Les voy a hacer hoy un resumen rápido de lo que a nivel usuario: La iglesia alemana imparte sacramentos si pagas por ellos.
Los fieles laicos que pagan su diezmo, directamente a través de su nómina, pueden y deben participar en las decisiones de la iglesia alemana, lo mismo da si están formados, si tienen una vida de Fe, si viven en familia o son solteros o se sienten farolas. Todo el que paga decide. Como los miembros de un club social, tienen más poder de decisión que los sacerdotes tanto en temas organizativos (pagar facturas, arreglar goteras de un tejado…) como en temas de Catecismo y Fe.
¡Ah! Si mueres en lunes, no hay servicios para ti. Pagues o no.
El Camino Sinodal de Alemania empezó en 2019. Antes que el resto de los caminos sinodales, debido a la publicación, en 2018, de un informe que sacaba a la luz 3.677 casos de abusos sexuales cometidos por miembros de la Iglesia en los últimos 70 años. Según los datos un total de 273.000 personas abandonaron la Iglesia católica ese año. Es decir, dejaron de pagar. Y la cifra en 2021, fue superior 360.000 personas. Y me temo que en 2022 la tónica será similar. En definitiva, se están quedando sin combustible para tirar de la máquina y es el segundo empleador de Alemania… ahí lo dejo.
Si a la crisis económica, le sumamos que los obispos, en su mayoría cobardes, ceden a las locuras de laicos sin Fe pero que pagan… tenemos el cóctel perfecto para el cisma.
¿Qué piden? Nada distinto que no pida un progre sin nociones de moral: bendición de parejas homosexuales, asunción de la ideología de género y ordenación sacerdotal de transexuales, celibato opcional de sacerdotes, diaconas para celebrar bautizos y bodas, aceptar los métodos anticonceptivos, revisión del aborto… Parece que ahí dentro estuviera la ministra de Igualdad en España, Irene Montero.
Renovarse o morir
Podrían haber indagado en el por qué las iglesias se quedan vacías, cómo hacer las liturgias más amenas para niños, renovar el sistema de catequesis infantil y juvenil, abrir las parroquias al apostolado de los matrimonios o llevar a cabo una evangelización de las familias eficaz. Pero no. Se han quedado en lo mundano.
No creo que atiendan al Papa en sus recomendaciones y muchos Obispos harán lo que quieran en sus diócesis, así como muchos sacerdotes hacen y dicen lo que les da la gana en sus parroquias. No creo que haya cisma, más por la pereza burocrática que es romper con todo, que por convicción moral. Seguiré escribiendo de esto…