Se cumplieron esta semana los dos primeros años de gobierno del presidente Ivan Duque, dentro de su discurso a la nación se pudo entrever que la preocupación principal será la reactivación económica y también indicó algunos logros de su gobierno. Entre los principales estuvo el aumento en materia de seguridad, ya que se presentan las tasas de homicidios y secuestros mas bajas de los últimos 40 años y también las mayores incautaciones de droga en varios años.
El otro renglón que se mencionó fue el turismo que creció en ingresos de agencias de viajes 3,7% en 2019 y en ocupación hotelera por encima del 57% representando el nivel más alto de ocupación en los últimos 10 años.
En materia económica el PIB creció, del 2,7% en 2018 al 3,3% en 2019 y se lograba visualizar algunas mejoras en el sector laboral hacia finales del año pasado. La gran apuesta económica del gobierno se basa en el precepto de que reduciendo la carga fiscal a las empresas, estás van a generar mas empleo y mas crecimiento económico en el futuro cercano.
El otro logro mencionado por el gobierno fue el manejo económico y social durante la pandemia, que en mi opinión es el punto para destacar. Un manejo que no tuvo mayor oposición política y que estuvo basado en conceptos técnicos y científicos, que permitió evitar un número indeterminado de muertes innecesarias mientras se preparaba al sistema de salud. El gobierno actuó rápido en lo social y en lo económico, aunque creo que faltó velocidad en apoyar a la micro, pequeña y mediana empresa al principio de la crisis y esto hizo que se perdieran puestos de trabajo, aun así, se mostró un buen manejo en casi todas las dimensiones, mejorando sustancialmente la senda errática de reformas que no pasaron los filtros durante el primer año de gobierno[1].
Lo que el mandatario falló en decir es que gran parte de esos logros, se dieron siguiendo tendencias del gobierno anterior, donde los homicidios y los secuestros bajaron (han tenido una tendencia a la baja por más de 20 años) y las incautaciones de droga aumentaron. El turismo, gracias a planes estratégicos y a la firma del acuerdo de paz, creció de manera significativa, mostrando récords todos los años desde 2015. El gran lunar del gobierno pasado fue el incremento desmedido de hectáreas de coca.
Pero también hay cosas fundamentales que fueron omitidas por el presidente Duque. El creciente asesinato de activistas de diferentes causas, debido al fortalecimiento de grupos armados organizados en las regiones. La deforestación de la Amazonía y la Orinoquía que en 2019 pasó las 158mil hectáreas. El lento avance en la implementación de los acuerdos de paz que, en los dos últimos años del gobierno pasado, según el Krock Institute, logró el 20% del
total de las metas y en los dos primeros años de este gobierno solo avanzó un 6% adicional, dejando por fuera temas tan importantes como el catastro multipropósito al cual se oponen muchos de los representantes de la bancada de gobierno. Finalmente, tampoco se mencionó el terrible manejo de Colombia en política exterior, que acabó con la agenda bipartidista que se había tenido históricamente en Estados Unidos y estuvo centrada en hacer retirar al gobierno de Venezuela, con un fracaso sin precedentes. Tampoco supimos en qué va la economía naranja de la cual solo hubo una lánguida mención en todo el discurso.
Quedan dos años de gobierno y solo uno de ellos va a ser de pos-pandemia. En lo económico, se debe recuperar el terrible resultado de caída del crecimiento, del 15,7% obtenido en el último trimestre. Es un buen comienzo extender las ayudas sociales hasta mediados del próximo año, ya que esto resuelve gran parte de la caída del consumo generada por el desempleo. Pero en 2021 entramos en carreras electorales y las prioridades del país comenzarán a cambiar al son de lo que el electorado quiere escuchar.
Bien haría el gobierno en reflexionar y escoger cuál será su legado, pues se le está acabando el tiempo y es un poco triste, que en el futuro se recuerde el gobierno de Uribe como “el de la seguridad”, el gobierno de Santos como “el de la Paz” y el gobierno de Duque como “el de la pandemia”, sin elementos extraordinarios para recordar en su ejecución.
[1] Objeciones a la JEP, por poco el plan de desarrollo que se salvó en el último minuto gracias al actual presidente del senado, reforma a la justicia y ley de financiamiento que se cayó por vicios de forma entre los más importantes.