En lo que llevamos del 2021 en Colombia cada día han muerto por lo menos 300 personas a causa del Covid19, al ritmo que vamos para febrero habrán muerto casi 10 mil personas. Cada día perdido en implementar mejores medidas de prevención y garantizar el acceso del país a las vacunas equivale a cientos de muertes que se pudieron evitar.
Mientras que países como Chile, Costa Rica, México y Argentina ya están vacunando a su población, en Colombia nos mantenemos en la incertidumbre de la falta de transparencia en la negociación por la compra de las vacunas.
Lo que sabemos a día de hoy es que la negociación más avanzada es la de Pfizer, farmacéutica de la que se espera obtener 10 millones de dosis. Esta vacuna se estima en Europa actualmente entre los 15 y 17 euros (aproximadamente 19 dólares).
Sabemos que entre febrero y marzo recibiremos los primero 2 millones de dosis que darán inicio al Plan de vacunación que presentó el gobierno nacional hace un par de semanas. Todo parece indicar que según vayan las cosas este plan se irá modificando sobre la marcha.
Entremos en detalle. La vacuna de Pfizer garantiza su eficacia siempre que las dosis puedan ser almacenadas en estado de congelamiento, además la farmacéutica sugiere hacer un seguimiento de al menos 30 minutos posterior a la aplicación, pues es posible que los pacientes que la reciben presenten reacciones alérgicas. Para el 15 de enero el ministro de salud anunció la instalación de los dos primeros ultracongeladores de los 44 con los que el Gobierno espera garantizar la vacunación. Estos ultracongeladores estarán ubicados en las principales ciudades del país.
En términos de almacenaje y en términos de garantía de acceso a las vacunas en todos los rincones del territorio nuestro sistema de salud tendrá mucho en lo que trabajar pues la infraestructura y la cobertura dejan mucho que desear. Así las cosas, francamente la vacuna de Pfizer no será tan fácil de mantener ni de aplicar.
¿Hay más opciones? Por supuesto que hay más opciones, pero no es claro si el Gobierno las contempla, y si de contemplarlas ya se puso en marcha para adquirirlas.
En mi opinión, la vacuna de Oxford y AstraZeneca es la esperanza para nosotros pues es más económica, más fácil de transportar y más fácil de producir. Adicionalmente, no conviene olvidar que los países ricos ya compraron casi todas las existencias de Pfizer y Moderna por lo que recibir dosis suficientes a tiempo puede tomarnos un buen rato.
Los 8 millones de dosis que faltarían por ser recibidas llegarían hacia finales de marzo y principios de abril.
El esquema de vacunación que propone el Gobierno Nacional plantea dos etapas: reducir la mortalidad, reducir los casos graves y proteger al talento humano serán los objetivos de la primera fase, mientras que en la segunda se buscará reducir el contagio. Para lograrlo se ha pensado priorizar el acceso a la vacuna de la siguiente manera:
¿Recuerdan cuando el Presidente Duque anunció con bombos y platillos en su programa diario que “en las primeras semanas del 2021 empezaría la vacunación”? ¡PURA PAJA! Por lo menos pasarán 6 semanas y en Colombia no se habrá aplicado ni una sola vacuna, eso sin contar días de retraso a los que estamos acostumbrados en este país.
Con eso dicho, si tenemos en cuenta que la aplicación de la vacuna requiere dos dosis separadas por un lapso de 21 días, para marzo con los primeros dos millones que recibiremos de Pfizer apenas será posible garantizar la vacunación del 64,2% del talento humano en salud. Fortalecer las estrategias de prevención del contagio y pedagogía sobre la vacunación deben permanecer como prioridades fundamentales del país.
El plan de vacunación presentado por el Gobierno Duque no tiene un calendario con fechas clara y no especifica cuándo será el inicio de la vacunación. Solamente expone un modelo que plantea la llegada de unas vacunas en marzo; ¿Cuáles? las negociadas directamente con los laboratorios, que a sol de hoy es con certeza la de Pfizer y ojalá la de Oxford-AstraZeneca. Del mecanismo COVAX aún no hay información clara.
Debemos tener mucho cuidado, ¡No hay absolutamente nada, de pedagogía! Si bien el documento menciona que debería existir una estrategia de comunicación y movilización social, también deja claro que dicha estrategia aún no la tiene el gobierno… y claro, es natural si no están pensando en vacunar pronto. Cada día habrá más presiones, más fake news y es necesario que el país tome conciencia de la importancia de hacerlo. La reactivación de todas las actividades como las conocíamos depende del éxito de la vacunación y de nada sirve tener millones y millones de vacunas si un alto porcentaje de la población no las va a utilizar.
Es importante que por lo menos el Min. Educación, el Min. Cultura y el Min. TIC intervengan en este proceso de pedagogía de manera urgente.
Hay varias observaciones útiles para entender mejor como irá la vacunación en el país. Con las vacunas que recibamos a lo largo del año no se pretende vacunar a la totalidad de la población. Hoy se estima que en Colombia somos aproximadamente 51.1 millones de habitantes y la vacunación busca hacerse para 34.2 millones personas apuntando a lograr el efecto de inmunidad de rebaño.
Adicionalmente no se proyecta un esquema de vacunación que incluya mujeres en gestación, dado que aún no hay evidencia suficiente sobre la seguridad y efectividad de la vacuna en esta población.
Por el momento existen dos exclusiones polémicas. Los 1,5 millones de personas que ya fueron detectadas como positivas para Covid19 serían excluidas, para marzo todo parece indicar que esta cifra llegara a 2 millones. Según manifiesta el documento quienes han sufrido el virus tienen una inmunidad temporal y se deberá priorizar a personas no expuestas.
Por otra parte, los migrantes irregulares (como lo son la mayoría de venezolanos) no recibirían la vacuna y aunque el gobierno manifiesta estar buscando alternativas dudo profundamente de su voluntad política para ayudar a esta población. Esto es injusto e inhumano.
Al momento de la publicación de este texto poco se ha dicho sobre las negociaciones de la vacuna y por el contrario el Gobierno no hace más que reiterar que existen acuerdos de confidencialidad. Si bien Iván Duque ha dicho públicamente que pronto se cerrarán acuerdos por más vacunas, hoy no conocemos información presupuestal, ni detalles concretos sobre los recursos públicos a utilizar en la ejecución del plan de vacunación y no solo en la adquisición de los tratamientos.
El Ministerio de Hacienda ha dicho que el país dispondrá $281 mil millones del Fondo de Mitigación de Emergencias (Fome) para adquirir la vacuna de AstraZeneca. Con Pfizer se estima que el precio de las dos dosis necesarias será de 83.376 pesos.
Por ahora el aislamiento preventivo y el autocuidado seguirán siendo determinantes, no obstante, el Gobierno Nacional debería considerar la propuesta en la que hemos insistido desde el año pasado, asumiendo en su totalidad la distribución de máscaras de la mejor calidad posible para apaciguar el embate del virus hasta la llegada de las vacunas.
La vacunación es un reto grande para las instituciones y más aún lograr el seguimiento de que las vacunas lleguen a donde deben llegar y no presenciar un escándalo de corrupción en un momento en el que todo el país desea recobrar algo de normalidad.
Ojalá el Gobierno Nacional y los locales sincronicen aún más su trabajo y estrategias para lograr el mejor escenario posible ante la llegada de la vacuna. Por ahora no queda más que observar con atención mientras transitamos por un nuevo pico de esta pandemia. Cuídense mucho.