La española Ángela Ponce, ya hizo historia al convertirse en la primera mujer transgénero en Miss Universo.
La joven sevillana que se clasificó al certamen al convertirse en Miss España el pasado mes de junio, ahora va por la corona del certamen en la gran final que tendrá lugar este domingo en Tailandia.
A continuación compartimos la entrevista que la joven modelo que colabora con la TVE le concedió a Adrián Ruiz, periodista de nuestro aliado ElEconomista.es.
¿Cómo se fraguó su fichaje como colaboradora de Lo Siguiente?
Pues contactaron conmigo para hacerme una prueba de cámara, sin desvelarme para qué era. Al llegar a la prueba me dijeron: “Queremos que te quites la corona, el logo de Miss, y muestres la persona que hay detrás”. Y eso hice. Me dieron un caramelo, así que resultó una idea muy guay. Aquí yo podía soltar la niña de Sevilla que te suelta ‘mi arma’ y no pasa nada. Me mostré como soy.
Se ha hecho enseguida con las riendas de su sección…
¡Por supuesto! Entrevisto a mujeres pioneras que han abierto el camino a quienes venimos detrás, con historias que merecen ser escuchadas. He estado con Pepa Senante, primera capitana de la selección de basket; la piloto Consuelo Arto…
¿Ha podido compaginar esto con su preparación para Miss Universo?
Sí, hubo que encajar la grabación de los reportajes con las clases de oratoria, inglés… Pero compensa. Además, hacer televisión me da ventaja sobre mis compañeras en el certamen. Sobre todo, a la hora de controlar las cámaras, saber dónde tengo que mirar y moverme ante ellas.
¿Cómo afronta la final de Miss Universo?
Voy con todo mi empeño e ilusión para traerme la corona. Sin ilusión no se hace nada en la vida. Mi baza es ser la primera mujer ‘trans’ que representa a un país en el certamen. Cada una tiene sus puntos fuertes, el mío es que represento la diversidad que nunca se ha visto reflejada en Miss Universo.
Yo represento a todas las mujeres españolas: a la alta, a la baja, a la negra, a la transexual… Eso es algo pionero.
¿Esperaba tanta polémica por ello?
Sí, porque si coges una alfombra y la sacudes, todo lo que hay encima se va a mover, para bien o para mal. Al final, lo que hago es sacudir a la sociedad y quitarle el polvo. Es recordar que estamos en el siglo XXI y yo soy una mujer como todas. Tengo derecho de estar aquí. En el mundo no sólo hay blanco o negro, en el mundo existe una gama de grises extensa de la que formo parte y somos tan válidos como el resto.
¿Cómo se ha preparado para las críticas que le pudieran llegar?
A mí me ha preparado la vida. Siento que todo lo que me ha pasado en la vida ha estado destinado para que llegue este momento. Mi mamá me decía que el respeto se gana respetando, así que he ido sembrando. Luego pasé al mundo de la moda, que me ayudo a conocer otros lugares y personas. A raíz de ahí, pude hacer activismo y así llevo tres años. Por ello siento que estoy preparada para este tipo de críticas. No estamos preparados ni para que nos odien ni para que nos adoren en exceso. Al final, yo he hecho una masterclass en mi vida y eso hace que ahora mismo no me lleve las manos a la cabeza.
La primera polémica llegó con el presentador chileno Don Francisco, que en lugar de recibirla en su programa con dos besos, le dio la mano. ¿Qué ocurrió realmente?
Yo de verdad creo que eso se sacó de contexto. Creo que es algo simplemente cultural. Por ejemplo, en Venezuela sólo se dan un beso y nosotros nos damos dos. Él me recibió con la mano, pero me despidió con dos besos. No sé si fue algo intencionado, pero pienso que no, que forma parte de su cultura. Antes había estado con él y me había tratado con muchísimo cariño y mucho respeto. Me hizo ver la admiración que tenía hacia mí. Cuando me dio la mano, no me sentí ofendida.
Miss Colombia llegó a criticar su participación diciendo que “el reinado de belleza es para las mujeres nacidas mujeres”. ¿Cómo se tomó estas lamentables declaraciones?
Soy una mujer con el mismo derecho que el resto a estar ahí. Seguro que en el certamen nos hacemos amigas y le enseñaré a ver la diversidad como algo positivo. Estoy habituada a la crítica. Mi mamá me dijo que el respeto se gana respetando y eso he hecho todo estos años como activista.
Y después de Miss Universo, ¿qué le gustaría hacer?
A mí me gusta mucho la televisión porque en ella puedo ser yo misma, que es algo que siento también en la pasarela. Y quizá es aspirar muy alto, pero me gustaría tener un espacio en la ONU, por ejemplo, luchando por los derechos de la mujer. Este Miss Universo me viene muy bien para acercarme a eso. Quiero luchar por todas las mujeres porque mi realidad es la de cualquier otra mujer. Yo sufro comentarios como los de “ve con cuidado y no llegues muy tarde”. ¿Por qué tengo que ir por la calle con miedo? A mí hermano se le decía que se divirtiera y se lo pasara bien.
¿Cómo es Ángela Ponce lejos de las cámaras?
En casa soy todo lo contrario, voy con la cara lavada, con moño… Me gusta verme como soy. Y me encanta dibujar, leer, bailar… Pero ahora me falta tiempo incluso para ir a visitar a mi madre al pueblo.
¿Concursaría en un reality?
Yo no digo que no a nada, pero en este momento no, porque tengo otras prioridades más ambiciosas. En un futuro claro que sí, no voy a decir que no porque nunca se sabe. A mí me gustan los realities y he sido consumidora de ellos siempre.